El Festival de Eurovisión se enfrenta a unos meses de intentos debates y cambios en el seno de la organización de la Unión Europea de Radiodifusión (UER-EBU). A la ya anunciada salida de Martin Österdahl como supervisor ejecutivo del certamen, se suma un polémico punto: la presencia de Israel en el evento.
Muchas emisoras públicas han expresado públicamente su negativa a que la emisora israelí KAN forme parte del Festival de Eurovisión. Entre ellas, la televisión pública de Islandia RÚV que ha sido durante estos últimos años una de las más críticas.
Este martes 1 de julio, Stefán Jón Hafstein, presidente de la junta directiva de la Corporación Nacional de Radiodifusión de Islandia, ha hecho pública su petición para que se excluya a Israel de Eurovisión con motivo de la guerra israelí en Gaza. Al igual que en anteriores ocasiones, se hace una comparativa con la expulsión de Rusia tras la invasión de Ucrania en 2022.
En unas declaraciones difundidas en el diario islandés Vísir, Stefán Jón Hafstein ha reiterado la posición de la emisora RÚV solicitando la expulsión de Israel. Sin embargo, como novedad, pone sobre la mesa la posibilidad de permitir a los artistas israelíes independientes competir bajo una bandera neutral, siempre que declaren públicamente su apoyo a los valores del festival, entre ellos los derechos humanos.
Stefán Jón ha hecho pública su opinión al respecto a pocos días de la reunión anual de la UER que tendrá lugar en Londres (Reino Unido) este jueves 3 y viernes 4 de julio donde, entre otros asuntos, la participación de Israel se llevará a debate. Stefán Jón subraya que “ha llegado la hora de la verdad para Eurovisión”.
Recordemos que hace unos días trascendieron las actas de una reunión de la junta directiva de la RÚV celebrada el 28 de abril de 2025 donde la emisora apoyaría la exclusión de Israel “si la UER lo propone”.
“Si la UER propone expulsar al Servicio Público de Radiodifusión de Israel de la organización o del concurso musical debido a las acciones del gobierno israelí hacia los residentes de la Franja de Gaza, la Junta Directiva recomendará que el Servicio Público de Radiodifusión apoye dicha propuesta tras consultar con la Junta. Se hace referencia al precedente de Rusia y Bielorrusia debido a las acciones inaceptables de esos países”
La expulsión de Israel: una “decisión moral” que la UER debe tomar
Stefán Jón Hafstein se pregunta en su artículo por qué se permite la participación de “un Estado que se enfrenta a acusaciones creíbles de crímenes de guerra”, en claras alusiones a los ataques israelíes en Gaza. Según el dirigente de la RÚV es una “decisión moral” que la UER debe toma al igual que hizo en 2022 con Rusia.
En esa ocasión, el directivo islandés recuerda que numerosos países exigieron la expulsión de Rusia “en nombre de la paz y la solidaridad”. Por ello, la UER apostó por apartar al país del Festival de Eurovisión ya que “la participación de una candidatura rusa en el concurso desacreditaría el concurso”.
Stefán Jón Hafstein destaca que la organización del certamen tomó la decisión teniendo en cuenta las reglas del concurso y los valores de la organización, tras una “amplia consulta entre los países miembros”.
Sin embargo, desde la RÚV entienden que la situación con Israel es más grave y deberían aplicarse los mismos criterios para su expulsión ante las “violaciones del derecho internacional” que se están produciendo.
“Sus acciones militares en la Franja de Gaza han sido enérgicamente condenadas por la comunidad internacional por graves violaciones del derecho internacional. La UER no puede tener un criterio moral para las víctimas europeas y otro para los palestinos”
Stefán Jón Hafstein, presidente de la junta directiva de RÚV
Stefán Jón condena firmemente el ataque de Hamás contra Israel, pero entiende que “un crimen no justifica otro”. Así, subraya que “la respuesta de Israel ha devastado la vida de más de dos millones de gazatíes inocentes, personas que no participaron en el ataque de Hamás”.
Al igual que hicieron Julia Varela y Tony Aguilar, comentaristas de RTVE en el Festival de Eurovisión, durante la segunda semifinal, Stefán Jón pone sobre la mesa los datos de Naciones Unidas, según los cuales 50.000 han fallecido en Gaza debido a los ataques de Israel.
La RÚV plantea que artistas israelíes independientes participen con bandera neutral
Stefán Jón Hafstein señala que “no se busca prohibir a los artistas israelíes crear música”. Sin embargo, ve necesario “suspender la participación de Israel hasta que se disponga de investigaciones internacionales con resultados concluyentes”.
Por ello, desde Islandia apoyarían la participación de artistas israelíes independientes bajo una bandera neutral “siempre que declaren su apoyo a los valores fundamentales de Eurovisión, incluidos los derechos humanos”.
Es decir, que se adhieran a las normas de derechos humanos y los valores de inclusión que promueve el Festival de Eurovisión, teniendo en mente “el espíritu de los deportes y la política internacionales”.
La Asamblea General de la UER: “el momento de la verdad”
Todo parece indicar que la 94º Asamblea General de la UER será un momento decisivo. El 3 y 4 de julio en Londres (Reino Unido), los representantes de las emisoras de la organización europea se reúnen para debatir sobre distintos asuntos. Entre ellos, la participación de Israel, tal y como confirmó Martin Green, director del Festival de Eurovisión y supervisor ejecutivo del evento de forma interina.
En este sentido, Stefán Jón considera que es necesario que la UER revise la participación de Israel en un “proceso abierto y transparente donde se escuchan las voces de todos los países participantes”.
“Si la UER permite que Israel siga participando en estas circunstancias, transmite el mensaje de que los valores de Eurovisión -integridad, participación y solidaridad- son opcionales. Se eligen según la conveniencia”, subraya el directivo islandés. Por ello, considera inaceptable que se de visibilidad internacional a un país “mientras caen bombas y muere gente por misiles”.
“La competición debe representar más que luces, canciones y saltos de alegría. Rechazar la participación de Israel ahora no es acabar con la fiesta, sino exigir que refleje los valores en los que decimos creer”, concluye Stefán Jón Hafstein.