El Festival de Eurovisión Junior sigue sumando éxitos y escribiendo memorables páginas en su historia. Tras 21 ediciones mostrando el talento infantil y juvenil europeo, el certamen se encamina hacia su 22º edición que tendrá lugar en Madrid (España) el sábado 16 de noviembre en La Caja Mágica.
“Let’s Bloom” será el lema de Eurovisión Junior 2024, evento musical que ya cuenta con su propia imagen gráfica y escenario. Conociendo ya el concepto visual de Madrid 2024, vamos a realizar un amplio repaso a la historia gráfica y visual del festival. Un exhaustivo análisis de los logotipos, escenarios y todos los elementos técnicos representativos de cada edición.
A lo largo de estos años, el certamen ha seguido un desarrollo gráfico paralelo al del Festival de Eurovisión. Sin embargo, ha habido ocasiones en las que el concurso infantil ha superado a la versión original del festival.
Vamos a analizar los logotipos, las identidades gráficas, escenarios, escenografías, realizaciones y todos los aspectos técnicos más destacados de cada edición del festival. Ofrecemos un enfoque objetivo con todos los detalles de la imagen visual de cada festival la mano de José Miguel Mancheño, donde relatamos los diferentes aspectos gráficos de cada edición.
En este tercer capítulo, recordamos cómo el Festival de Eurovisión Junior continuó su trayectoria entre 2015 y 2019. De Sofía (Bulgaria) a Gliwice-Silesia (Polonia), cinco festivales donde el certamen mantiene su impulso y alcanza un gran nivel escenográfico y visual.
Bulgaria 2015: Consolidando las innovaciones técnicas
Eurovisión Junior vivió un nuevo renacer en 2014 y lo continuó en la siguiente edición. Tanto a nivel estético y de realización como organizativo, el certamen infantil se encaminó a una etapa de cambios y de consolidación de un formato de éxito.
Tras la victoria de Italia en Malta 2014, la Radiotelevisión Italiana recibió el ofrecimiento de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) para organizar la 13º edición de la competición. Sin embargo, la RAI declinó la oferta en base a problemas logísticos y presupuestarios debido a la celebración de otros eventos como la Exposición Internacional de Milán o los MTV Europe Music Awards 2015, coincidiendo además con las mismas fechas de la celebración de Eurovisión Junior.
De esta manera, la UER se enfrentó al reto de encontrar una emisora de reconocida y probada capacidad organizativa para acoger el festival infantil de 2015.
Cerrada la puerta de Italia, Vladislav Yakovlev, entonces supervisor ejecutivo de Eurovisión Junior, informó del interés mostrado por dos países: Malta (PBS) y Bulgaria (BNT).
Tras varias semanas de reuniones y valoración de candidaturas, la UER sorprendió a todos con la elección de Bulgaria (BNT) como anfitriones de Eurovisión Junior 2015. La organización decidió invitar al 2º país clasificado en 2014 para asumir el gran reto de albergar el concurso. La emisora búlgara se enfrentó a un gran reto, la celebración en el país del primer gran evento de la red Eurovisión.
Para ello, la televisión BNT dedicó sus principales recursos económicos, logísticos y humanos para hacer de Eurovisión Junior 2015 un evento que se recordara en las siguientes ediciones. Al igual que en 2014, la UER decidió que el país se implicara en la celebración, por lo que, a todos los efectos, Eurovisión Junior 2015 se celebró en toda Bulgaria. Sin embargo, la capital Sofia fue la sede de la competición con el Arena Armeets como recinto, siendo el pabellón deportivo más importante de la capital búlgara.
El interés de los países siguió en aumento y en Bulgaria 2015 formaron parte 17 países. Entre ellos, se contó con el regreso de Albania y Macedonia del Norte, y el sorprendente debut de Irlanda y Australia, que tras participar con éxito por primera vez en el Festival de Eurovisión también hizo lo propio en Eurovisión Junior. Sin embargo, Chipre, Croacia y Suecia decidieron ausentarse.
Poli Genova se puso al frente del evento musical el 21 de noviembre, unos meses antes de subirse de nuevo al escenario del Festival de Eurovisión 2016 en Estocolmo (Suecia) con «If Love Was A Crime» donde alcanzó un meritorio 4º lugar con 331 puntos.
Recordando Eurovisión Junior: Bulgaria 2015, el festival amplía sus fronteras
Poco a poco se fue convirtiendo en una tradición. Durante la celebración del Festival de Eurovisión, la UER continuó con su idea de promocionar Eurovisión Junior.
Por ello, se organizó una rueda de prensa, en Viena (Austria), el 22 de mayo a las 17:00 CEST, donde se desvelaron novedades sobre el concurso. Al evento asistieron la directora general de BNT, Vyara Ankova, la productora ejecutiva de Eurovisión Junior 2015, Joana Levieva-Sawyer, el Supervisor Ejecutivo del concurso, Vladislav Yakovlev y la responsable de prensa, Kath Lockett.
También participaron, el ganador de 2014, Vincenzo Cantiello, junto a Michele Perniola y Anita Simoncini, quienes representaron a San Marino en el Festival de Eurovisión 2015, y previamente habían participado en el festival infantil en 2013 y 2014. Además, el joven cantante italiano tuvo la oportunidad de asistir a la gran final del festival.
En su 13º edición, se mantuvo la idea de incluir el eslogan dentro de un hashtag. Durante dicha conferencia, se desveló el lema del concurso: #Discover (#Descubre, en español). Un año más, el lema oficial se creó como un hashtag para hacer del festival un evento transmedia, tanto para televisión como para Internet y redes sociales.
El eslogan era una auténtica declaración de intenciones, ya que buscaba demostrar que en Eurovisión Junior se trabajaba por “descubrir” nuevos artistas, melodías y crear vínculos entre las personas.
La directora general de BNT, Vyara Ankova, explicó que con este lema querían demostrar cómo los jóvenes se esforzaban por descubrir y conquistar nuevos mundos y sueños: “queremos que los niños y niñas sean parte de la creación de un nuevo sueño”. Bajo este eslogan, los organizadores buscaron crear una experiencia única para los concursantes y espectadores. Eurovisión Junior 2015 se construyó sobre los pilares fundamentales de libertad para crear, diversidad y respeto.
Por su parte, el 23 de junio, tras la reunión del Grupo Directivo de Eurovisión Junior con representantes de la emisora anfitriona BNT, se presentó ante la prensa el theme art de la edición. El logotipo estuvo inspirado y muy vinculado al lema oficial.
El inocente gesto de los niños cuando cogen un diente de león y soplan para esparcir sus semillas inspiró el concepto gráfico. El equipo creativo diseñó un logotipo basado en una “flor tecnológica” que resultaba ser una recreación de un diente de león en varias tonalidades de azul, rodeado de líneas curvas fucsias que se asemejaban a la estructura de un átomo. En el diente de león se plasma la dispersión de sus semillas, con puntos y círculos de diferente tamaño.
“El logotipo muestra cómo los jóvenes de Bulgaria son las semillas del futuro, aventurándose fuera de la seguridad de la tradición para explorar y descubrir un nuevo futuro para ellos y para todos nosotros”, afirmó Vyara Ankova, directora general de BNT.
Según Vyara Ankova, la imagen gráfica era fiel reflejo de “la creatividad y la curiosidad de los más pequeños que buscan descubrir el mundo que les rodea”.
En palabras de la directora general, “la hermosa naturaleza de Bulgaria” también ha servido de inspiración para diseñar el logotipo. “A partir de nuestras experiencias, descubrimos nuestro yo interior, nuestras pasiones y nuestras aspiraciones. Vivimos en un mundo tecnológico con horizontes y oportunidades en constante expansión”, añadió.
Además, esta fue la primera edición en la que se implantó el logotipo genérico coincidiendo con el cambio en el Festival de eurovisión. Se acopló junto al theme art, donde las letras adoptaron degradados azules. También se incluyó el lema oficial, en una tipografía distinta a la oficial y en tonos fucsias.
Eurovisión Junior 2015 comenzó con el diente de león que protagonizaba la imagen gráfica de la edición en movimiento. A continuación, pudimos disfrutar de los bellos paisajes de Bulgaria. En esos lugares, varios bailarines camuflados y mimetizados con el entorno esparcían las “semillas del diente de león” que recorrieron la ciudad sede, Sofía, hasta llegar al Arena Armeec.
En ese momento, las “semillas” dieron forma al logotipo oficial en las numerosas pantallas del escenario y pudimos disfrutar de la animación oficial del emblema.
Para introducir las diferentes actuaciones, la televisión búlgara apostó por los selfies y las fotografías como concepto para las postales previas. Tras la animación del logotipo oficial, los concursantes de la edición enviaban su fotografía a un grupo de adolescentes en Bulgaria, inspirando sus aventuras por el país.
Por su parte, los jóvenes tomaban sus propias fotografías en el camino. La cultura, el arte, la gastronomía, el deporte, la historia y los paisajes de Bulgaria adquirieron mucho protagonismo en los videos, haciendo honor al viejo dicho búlgaro: “Si viajas por Bulgaria, te encantará”.
Se seleccionaron lugares de interés natural, patrimonio histórico y cultural, sitios arqueológicos, centros turísticos, ciencia, artesanía tradicional y cocina para que el público pudiera ver y sentir realmente la belleza y la diversidad de Bulgaria.
A continuación, en un mapa, se indicaba el lugar que habían visitado los jóvenes. Las semillas doradas del diente de león recorrían Europa hasta llegar al país concursante. Una fotografía de cada concursante daba paso a la bandera, incrustada dentro del diente de león en movimiento junto al nombre del país. Esta animación nos llevaba al escenario a oscuras con la tradicional animación “stage ready”. En los anillos LED que rodeaban el plató, apareció el nombre de cada país.
En pantalla, tanto la bandera como el nombre reducían su tamaño y se desplazaban a la esquina inferior izquierda de la pantalla. En ese momento, hacía su entrada el rótulo que anunciaba las canciones.
Estaba formado por un cuadro azul oscuro con sus bordes difuminados. Además, en su efecto giratorio, la bandera dentro del diente de león “esparcía” sus semillas doradas sobre el rótulo. En el texto, se empleó la misma tipografía que en 2014, Avenir, aunque en esta ocasión, en versalitas, sin utilizar minúsculas.
En 2015, los grafismos pasaron a ser muy sutiles, para no distraer la atención en la pantalla. El indicativo del país y el número mantuvieron su posición en la parte inferior izquierda con un tamaño similar al de ediciones previas y con cierta transparencia para no molestar durante las actuaciones.
El 9 de octubre, en un encuentro con las delegaciones participantes, BNT y la UER presentaron el diseño oficial del escenario de Eurovisión Junior 2015.
Claudio Santucci, de la empresa Gio’Forma, se encargó del diseño del concepto escenográfico de la edición. Este equipo también fue el responsable del escenario de 2014. Se trató de un diseño propio inspirado en el logotipo oficial.
Las formas curvas y circulares protagonizaron la escenografía, donde las grandes pantallas LED dotaron al plató de versatilidad, haciendo cada propuesta única. En el fondo del escenario se instalaron varias de esas pantallas, en forma de arcos altos. El arco principal, situado en el medio del plató, sirvió de marcador durante las votaciones. En el suelo circular se colocó también una pantalla LED.
En el plató principal, se construyeron dos pasarelas circulares a los laterales creando un arco en el que se situó parte del público de pie. Cada pasarela contó con un pequeño escenario redondo a mitad de cada una de ellas.
Por su parte, la green room en la que estuvieron los concursantes se situó alrededor del escenario tras las dos pasarelas laterales. Al estar tan cerca del público, los artistas sintieron el apoyo de los espectadores en el recinto.
Alrededor de todo el escenario, se incluyeron varias estructuras circulares suspendidas del techo, a semejanza de las que rodaban el logotipo. En ellas y en todo el recinto, se instaló iluminación LED de última generación.
Se crearon una serie de efectos escénicos únicos en un escenario con casi 700 metros cuadrados de superficie. Se instalaron 400 luces móviles y paredes y anillos LED con el objetivo de crear “experiencias impresionantes”. Los diseñadores estaban seguros de que el escenario impresionaría a todos los espectadores tanto por televisión como en directo.
La Valeta 2016: Pequeño freno en una edición que sirvió de transición
No hubo que esperar mucho para disfrutar de un nuevo triunfo de Malta en Eurovisión Junior. Destiny Chukunyere arrasó en Bulgaria 2015 y, por consiguiente, la UER volvió a invitar a la emisora PBS para organizar la edición de 2016.
En esta ocasión, el certamen viajó hasta La Valeta, capital de país. Y además lo hizo en el recinto, Centro de Conferencias del Mediterráneo, un espacio muy reducido que limitó las capacidades visuales y de realización del evento.
Tras dos ediciones de explosión de luz, color y amplitud para dar la bienvenida a los artistas y seguidores de todo el continente, Eurovisión Junior 2016 supuso una edición de transición donde todo pareció frenarse momentáneamente.
Ben Camille y Valerie Vella fueron los anfitriones de la 14º edición que se celebró el 20 de noviembre. Contó de nuevo con 17 países en competición. A las retiradas de Eslovenia, Montenegro y San Marino, se sumaron los regresos de Chipre, Israel y Polonia.
De esta manera, el certamen mantuvo el interés de las emisoras europeas, ya que, de hecho, hubo varias televisiones interesadas en participar, pero no materializaron su presencia. Fueron un total de 11 países, concretamente Alemania, Andorra, Bélgica, Croacia, España, Estonia, Francia, Letonia, Lituania, Reino Unido y Suiza.
Recordando Eurovisión Junior: La Valeta 2016, Georgia se convierte en el país con más victorias
Siguiendo su tradición, la UER anunció muchas novedades sobre Eurovisión Junior 2016 en una rueda de prensa durante el Festival de Eurovisión 2016, que contó con la participación de Destiny Chukunyere, la ganadora de 2015, quien presentó la canción oficial de concurso en 2016. Durante esta conferencia de prensa celebrada en Estocolmo (Suecia) el 13 de mayo, la UER y PBS desvelaron el logotipo oficial y el eslogan de la edición.
El eslogan elegido para esta edición fue “Embrace” (“Abrazo”, en español), con el objetivo de representar los cuatro grandes valores del festival: conectividad, diversidad, creatividad y respeto.
El director ejecutivo de PBS, Anton Attard, presentó el concepto artístico y gráfico de Eurovisión Junior 2016, inspirado en el lema del evento. “El objetivo es que todos los jóvenes participantes abracen culturas, tradiciones y músicas diferentes durante la edición de este año”, añadió Attard. El presidente de PBS, Tonio Portughese, destacó que el eslogan pretendía difundir un mensaje extremadamente poderoso, optimista y alegre.
La imagen gráfica estuvo formada por dos estructuras con espirales en forma de alas entrelazadas de tal manera que parecía que “se abrazaban”. La estructura más pequeña de la izquierda contó con tonos y degradados azules y verdes, mientras que la otra más grande de la derecha, se coloreó con naranjas, rojos y fucsias. Por su parte, el azul oscuro fue el protagonista de los fondos.
Junto al theme art de la edición, a la derecha se incluyó el logotipo genérico, cuyas letras volvieron a adoptar degradados azules. Además, justo debajo del logotipo genérico, se incluyó el eslogan oficial en una tipografía inspirada en las espirales y con los colores del arcoíris. En su animación, la espiral iba adquiriendo la forma de cada letra hasta componer la palabra “Embrace”.
La edición de 2016 se inició con la animación del theme art de este año y con imágenes de Malta de fondo, en las que los abrazos fueron el leitmotiv principal.
A continuación, varios niños y niñas soplaron numerosas pompas de jabón que recorrieron la ciudad, donde sus habitantes se preparaban para celebrar el festival. También pudimos ver muchos abrazos y donde el interior de las casas comenzó a iluminarse de varios colores gracias a los trozos de papel que colocaban en las lámparas.
Las pompas de jabón nos llevaron hasta el interior del Centro de Convenciones del Mediterráneo, con el escenario sutilmente iluminado. Así, se dio inicio al desfile de banderas en orden alfabético, saliendo en varios grupos mientras una voz en off nombraba a cada país. Al situarse en el escenario pequeño, los cantaron una nueva versión de canción oficial de la edición «Embrace».
Por su parte, en las postales previas a cada actuación, tras la animación del lema oficial, aparecían los concursantes interpretando un breve trozo de canciones en diferentes lugares de La Valeta.
Se utilizó un formato cine, añadiendo las barras negras Letterbox en las imágenes de los paisajes, deportes, celebraciones, tradiciones y gastronomía del país. El rodaje tuvo lugar en varios lugares de la ciudad como Hastings Gardens y City Gate. Con una música compuesta para la ocasión, pero dejando protagonismo al sonido ambiente de las postales. Todas ellas giraron en torno a “abrazar”, aunque cada una de ellas tuvo una temática protagonista:
- Irlanda: Vida
- Armenia: Juventud
- Albania: Amor
- Rusia: Creación
- Malta: Amistad
- Bulgaria: Tradición
- Macedonia del Norte: Talento
- Polonia: Alegría
- Bielorrusia: Tus raíces
- Ucrania: Naturaleza
- Italia: Aventura
- Serbia: Salud
- Israel: Cambio
- Australia: Paz
- Países Bajos: Unidad
- Chipre: Diversidad
- Georgia: Futuro
Las postales tuvieron una duración de 45 segundos y contaron con piezas musicales únicas. La música de las postales fue compuesta por Elton Zarb y Gordon Bonello, director creativo y productor de espectáculos de Eurovisión Junior 2016. El uso de una pieza musical diferente para cada postal es un cambio con respecto a años anteriores en los que se ha utilizado la misma música. El objetivo de los creativos de las postales fue presentar a los artistas, así como para mostrar Malta a la audiencia internacional.
Durante la semana de ensayos, PBS llevó a cabo la grabación de la parte de las postales en las que los concursantes cantaban en diferentes puntos de la ciudad.
Finalmente, los colores de las banderas inundaron el logotipo oficial animado junto al nombre de cada país con la letra del eslogan. A continuación, las espirales en 3D se deshicieron para acoplarse en la gran estructura protagonista del escenario. La animación “stage ready” del plató se inundó con los colores de cada país.
En ese momento, dio entrada el rótulo de las canciones. Estuvo formado por el logotipo con los colores de las banderas en un tamaño reducido junto al número de cada canción. Cada rótulo contó con los colores propios de cada país.
Se les añadió un efecto de barrido al entrar de izquierda a derecha. Fueron rectángulos perfectos, abandonando las formas geométricas que protagonizaron los grafismos en festivales previos. El nombre de la canción, la artista y los autores contaron con rectángulos independientes cuya anchura dependió de la longitud del texto incrustado. Las letras en mayúscula contaron con la misma tipografía que en ediciones previas, Avenir.
Al desaparecer los grafismos, con el mismo efecto de barrido, hizo su entrada el indicativo de cada país que se mantuvo en el mismo diseño discreto que el pasado año. Pese a que no hubo televoto, siguieron utilizando el número del orden de actuación.
Los rótulos, prácticamente situados en la parte izquierda de la pantalla, fueron sencillos, efectistas y muy dinámicos. La presentación de las canciones estuvo acompañada de unos planos de cámara que simulaban los giros de la espiral del escenario.
El diseño del escenario fue revelado el 8 de octubre cuando PBS publicó detalles sobre la escenografía. Claudio Santucci, de la empresa Gio’Forma, volvió a hacerse cargo del diseño. El escenario, pese al reducido espacio del recinto, fue diseñado y construido con el objetivo de “abrazar” a los concursantes. Se intentó que fuera amplio y acogedor a la vez, conservando la línea de los últimos años.
La escenografía incluyó un escenario circular con un telón de fondo LED y una estructura en espiral suspendida del techo. Se inspiró claramente en el logotipo oficial. Los responsables del diseño de la escenografía defendieron que el escenario era un lugar enérgico y moderno, sobre todo al potenciando las características de la sala.
El escenario contó con formas circulares, donde dos círculos compusieron el espacio donde los concursantes pudieron interpretar sus temas.
Se incluyeron pantallas LED en el suelo. Del escenario principal, de mayor tamaño, surgió una gran espiral que fue suspendida del techo en la que se incluyeron proyecciones y una iluminación muy dinámica. Este fue el elemento protagonista del plató y de la realización en televisión.
El escenario pequeño a la derecha se comunicaba con el principal por pequeña una pasarela.
Las pantallas LED inundaron el plató, con un telón de fondo curvo que rodeó el escenario circular, en dos partes, una por encima de la otra, con ondulaciones que se complementaban. Además, se apostó por proyecciones en las paredes de la sala principal del Centro de Conferencias del Mediterráneo para dar dinamismo al espacio.
El escenario de 2016 fue uno de los más sofisticados del festival, a pesar de las pequeñas dimensiones del espacio donde se instaló. Fue un plató muy vistoso y con gran personalidad. El Centro de Conferencias del Mediterráneo demostró ser un lugar adecuado para una competición de canto televisada en directo.
La construcción comenzó a mediados de octubre, con el objetivo de transformar la sala principal del Centro de Conferencias del Mediterráneo en un complejo de televisión para celebrar Eurovisión Junior 2016 con casi 1.500 espectadores en directo.
Todas las instalaciones del Centro de Conferencias del Mediterráneo se utilizaron al máximo para albergar las diversas necesidades de Eurovisión Junior. El recinto acogió la sala de prensa y también incluyó un espacio especial para la green room, situada en la “Sacra Infirmeria Hall”, adyacente al auditorio principal.
Los presentadores acudieron en varias ocasiones, ya que se instaló una pasarela y pantallas, y donde también hubo público de pie, para arropar a los concursantes. Desde allí, los portavoces anunciaron sus puntos.
Tiflis 2017: Pistoletazo de salida a una nueva etapa
En 2017, se consolidó la estrategia de elección de sede donde la UER invitaba formalmente a la emisora vencedora de la edición previa y esta podía aceptar o rechazar la organización del evento. Tras el triunfo de Mariam Mamadashvili en La Valeta 2016, la televisión georgiana GPB asumió su primer festival de Eurovisión Junior.
La euforia en el país caucásico que alcanzó su 3º triunfo en el certamen infantil se hizo patente en esta decisión que tuvo sus repercusiones políticas, ya que Georgia veía la organización de Eurovisión Junior un síntoma de acercamiento a la Unión Europea y los valores europeos.
El 1 de febrero, la UER hizo pública su decisión de que Eurovisión Junior 2017 se celebraría en Georgia. Además, trascendió a la prensa que GPB había puesto sobre la mesa dos posibles ciudades anfitrionas: Tiflis y Batumi. Finalmente, la elegida fue Tiflis, la capital del país. En un principio, la emisora georgiana quiso celebra el festival en el Palacio de los Deportes de Tiflis. Sin embargo, se decidió trasladar el festival al Palacio Olímpico de Tiflis, al considerar el primer recinto como “inadecuado” para la celebración del concurso.
Finalmente, el 26 de noviembre, Tiflis acogió la 15º edición de Eurovisión Junior con 16 países en competición, entre ellos, el regreso de Portugal y la salida de Bulgaria e Israel.
Elene Kalandadze y Lizi Japaridze, abanderada de Georgia en el Festival de Eurovisión 2014, se pusieron al frente de la celebración musical infantil que estrenó su actual sistema de votación. Aunque con errores durante el espectáculo en directo, la votación online y gratuíta en Eurovisión Junior llegó para quedarse. Todo ello, junto a la decisión de los jurados nacionales, ambos paneles al 50%.
Recordando Eurovisión Junior: Tiflis 2017, viaje al Cáucaso para seguir brillando
Como en anteriores ediciones, la UER y la televisión georgiana desvelaron el eslogan y el logotipo de Eurovisión Junior 2017 en la rueda de prensa previa celebrada durante Festival de Eurovisión 2017 en Kiev (Ucrania).
Los organizadores apostaron por el lema Shine Bright (Brilla Intensamente, en español), una auténtica declaración de intenciones para un festival que, tras una etapa algo oscura, volvía a brillar con fuerza e iluminaba los sueños de los jóvenes artistas del continente. Shine Bright fue el mensaje central del evento y tema inspirador de toda la imagen gráfica de la edición.
La idea de la imagen gráfica de 2017 nació gracias a la canción ganadora de Mariam Mamadashvili en Eurovisión Junior 2016, «Mzeo» (Sol, en georgiano). Siguiendo la temática del sol, el brillo y la luz, el theme art consistió en un sol estilizado y segmentado lleno de colores representando la explosión de emociones, sentimientos e ideas.
El colorido destello del logotipo pretendía simbolizar la diversidad y la alegría asociadas con el poder de la música.
El responsable de la imagen gráfica y el concepto creativo fue el georgiano Luka Ivanidze, dentro de la empresa internacional de publicidad Saatchi & Saatchi. Tanto el eslogan y como el logotipo fueron creaciones exclusivas de artistas gráficos georgianos con el fin de mostrar la rica cultura georgiana y celebrar el potencial artístico del país gracias a este espectáculo. Eurovisión Junior pretendía ser el impulso creativo necesario para los jóvenes artistas del concurso. “Creamos este símbolo de la soleada Georgia, con la esperanza de que fortalezca a cada participante del Festival de Eurovisión Junior y los inspire a brillar”, añadió Ivanidze.
El productor ejecutivo de GBP, Sergi Gvarjaladze, añadió que “en Georgia, la música es parte de la vida cotidiana y todavía se considera una herramienta educativa para los niños. Organizar Eurovisión Junior es un gran honor y alegría para muchos en Georgia y estamos muy contentos de compartir nuestra cultura y ver a niños de muchos países europeos brillar en Tiflis este año”.
Por su parte, Jon Ola Sand, entonces supervisor ejecutivo de Eurovisión Junior, afirmó que “Eurovisión Junior está diseñado para dar a los niños y niñas su momento de brillar y una oportunidad para mostrar todo su potencial como jóvenes artistas. El tema de este año resume ese sentimiento a la perfección. Estamos encantados de trabajar con GPB nuevamente y esperamos dar la bienvenida y defender a los jóvenes talentos una vez más”.
Por su parte, las letras del logotipo genérico de Eurovisión Junior se incluyeron debajo del theme art, a las que en algunos momentos se les añadió un efecto de iluminación y brillo. Además, el lema oficial apareció justo debajo junto a la ciudad sede y el año, con tipografías exclusivas, distintas a la oficial.
Aunque en la mayoría de los casos el logotipo oficial se implantó de forma vertical, también hubo adaptaciones de la imagen gráfica con diferente disposición de los elementos que componían el theme art.
El emblema aparecía en pantalla con una vistosa animación en la que los coloridos rayos del sol reconstruido iban apareciendo hasta conformar el logotipo. Entonces, comenzó a girar mientras sus rayos aumentaban de tamaño para servir de transición entre imágenes y así llegar al interior del Palacio Olímpico de Tiflis.
Antes de cada actuación, los espectadores pudieron disfrutar de las tradicionales postales previas. En esta ocasión, GPB apostó por utilizar parte de estas breves piezas para dar a conocer Georgia (paisajes, deportes, historia, monumentos, etc.).
Las postales, filmadas en distintas localizaciones del país caucásico como las ciudades de Adjaria, Imereti y Svaneti, estuvieron dirigidas por Zaza Orashvili. Sergi Gvarjaladze, productor ejecutivo de Eurovisión Junior 2017 se mostró muy entusiasmado con las postales y esperaba que la gente las recuerde por ser “especialmente llamativas”. “Esperamos que la gente pueda ver desde sus casas lo bonito y especial que tiene Georgia, así como su cultura y tradiciones”, añadió.
Los protagonistas de esas pequeñas piezas finalizaban con un objeto característico en sus manos que servía de nexo de unión con los artistas concursantes. A continuación, con un efecto de cristales que simulaba los rayos del theme art, aparecían los participantes con ese mismo objeto en sus manos, acompañados de sus coristas y bailarines. En ese momento, se presentaban y hablaban de su canción.
Seguidamente, hacía su entrada el logotipo oficial con la respectiva bandera y el nombre del país justo en el centro. La animación servía de transición para volver al escenario. Los rayos del sol se dispersaban salvo uno de ellos del que surgían otros de diferente tamaño para conformar el rótulo que anunciaba las canciones en la parte inferior de la pantalla.
Los rayos de cristal en 3D contaron los colores característicos de cada país. En uno de ellos se incluía la bandera. Por su parte, el texto del título de la canción, el artista y los autores se situó sobre el rayo de mayor tamaño.
En esta edición, se mantuvo la tipografía Avenir, pero en un tamaño excesivamente pequeño que en algunos momentos ocasionaba problemas de visibilidad y legibilidad. Además, por primera vez, se apostó por introducir una fotografía de los concursantes, algo que fue muy habitual en sucesivas ediciones.
Los rótulos desaparecieron desplazándose hacia debajo de la pantalla. En ese momento, aparecía el indicativo del país, en un tamaño muy reducido y sin el número de actuación. Al igual que los rótulos, resultaba muy poco visible.
Al mismo tiempo, se llevaba a cabo la tradicional animación “stage ready” en el escenario. En un primer momento, se encontraba tenuemente iluminado en tonos azules. En la pantalla LED aparecía un gran rayo de luz que se desmembraba en varios trozos de colores de la bandera del respectivo país. A continuación, las estructuras que rodeaban el escenario pasaron a iluminarse con los mismos colores. Durante esta breve animación del escenario, sonaba una flauta típica de Georgia.
A partir de esta edición, la UER decidió que el trofeo de Eurovisión Junior tuviera el mismo diseño para futuras ediciones, de la misma manera que ya sucedía en el Festival de Eurovisión.
Por ello, apostaron por una creación original de la empresa Kosta Boda. Se decidió establecer un mismo diseño con el objetivo de unificar y crear un símbolo de Eurovisión Junior: el codiciado micrófono de cristal. El afamado artista del vidrio Kjell Engman supo combinar magistralmente elementos de sonido y luz, inspirándose en la música.
Se trató de una recreación en cristal de un tradicional micrófono cilíndrico radiofónico. En el mango del trofeo, se incrustó el logotipo oficial de la edición.
La UER y GPB desvelaron las primeras imágenes del escenario de Eurovisión Junior 2017 durante la reunión de jefes de delegación en Tiflis (Georgia) celebrada el 5 de octubre.
La escenografía estuvo inspirada en el theme art de la edición y pretendía ser un gran sol que brillara tan intensamente que sus rayos se dispersaran para llegar hacia la audiencia en el recinto y en sus hogares.
El escenario se construyó con forma de semicírculo. El suelo incluyó varias líneas de iluminación que simulaban rayos de luz, sustituyendo a las pantallas LED por las que se apostó en ediciones pasadas.
De este plató principal, surgía una pequeña pasarela recta. Esta pasarela incluyó el logotipo oficial sobre el suelo, el cual se iluminaba de la misma manera que el resto del plató.
Sin ninguna duda, las protagonistas de la escenografía fueron las grandes estructuras que rodeaban el espacio. Estas piezas simulaban pedazos gigantes de cristal que se iluminaban dinámicamente gracias a la tecnología LED. Recreaban los rayos del logotipo oficial de la edición. Al rodear todo el escenario, agregaron un gran efecto visual y arroparon a los artistas.
Junto a estas estructuras, también se intercalaron líneas de iluminación LED más finas en la parte superior del escenario, cerca del techo del recinto. Toda esta impresionante iluminación amplió la sensación de rayo de luz que pretendía ser el escenario de Eurovisión Junior 2017.
Además, en el fondo del escenario se instaló una pantalla LED en forma de círculo rodeada de numerosos focos e iluminación. Fue la protagonista de las propuestas participantes y, además, actuó como marcador durante las votaciones.
La green room en la que los concursantes estuvieron durante el espectáculo se situó en uno de los laterales del recinto, elevada y cerca del público en las gradas. Por su parte, la mesa en la que los responsables del escrutinio vigilaban por el correcto funcionamiento del sistema de votación, siguiendo la misma estructura que la green room, estuvo justo en la grada de enfrente.
Muchos vieron en este escenario recuerdos de la escenografía del Festival de Eurovisión 2015 en Viena (Austria).
La construcción del escenario comenzó a principios de noviembre y se demoró durante unas semanas, finalizando el 14 de noviembre. En ese momento, comenzaron a realizarse las pruebas técnicas del funcionamiento de iluminación y sonido.
Minsk 2018: Eurovisión Junior se ilumina con una de sus ediciones de récord
De cara a 2018, la UER decidió cambiar por sorpresa el sistema de elección de la sede de Eurovisión Junior. Antes de la celebración de Tiflis 2017, la organización decidió realizar un concurso público interno, del que no trascendieron más detalles, que se saldó con la selección de Bielorrusia como país anfitrión.
De esta manera, Minsk acogió el Festival de Eurovisión Junior por segunda vez, además, en el mismo recinto, el Minsk Arena, siendo el primer espacio que veía regresar la competición.
Para la organización, la emisora bielorrusa puso a disposición del evento gran parte de sus recursos económicos para celebrar el evento por todo lo alto. Las expectativas eran altas, pero finalmente fueron ampliamente superadas.
Minsk 2018 pasó a la historia por iluminar el camino de éxitos de Eurovisión Junior y llevó a la competición a su récord absoluto de participantes, con 20 países sobre el escenario. Entre ellos, el debut de Kazajistán y Gales, el regreso de Azerbaiyán, Francia e Israel, junto a la salida de Chipre.
Evgeny Perlin y Zinaida Kupriyanovich fueron los presentadores del certamen que tuvo lugar el 25 de noviembre con Helena Meraai que regresaba al concurso como anfitriona tras representar al país en 2017.
Además, curiosamente, Zinaida Kupriyanovich, más conocida como Zena, presentó Eurovisión Junior meses antes de competir en el Natsionalny Otbor bielorruso donde fue elegida para representar al país en el Festival de Eurovisión 2019 en Tel Aviv (Israel) con «Like It» con la que alcanzó el 24º lugar con 31 puntos. Esta candidatura fue, hasta la fecha, la última participación de Bielorrusia en el Festival de Eurovisión tras la suspensión de membresía de la emisora BTRC de la UER.
Recordando Eurovisión Junior: Minsk 2018 ¡Se hizo la luz! Un festival de récord
El 18 de marzo, la UER y BTRC desvelaron el eslogan de Eurovisión Junior 2018 a través de su página web oficial. De nuevo, apostaron por incluir el lema dentro de un hashtag, #LightUp (#Ilumina, en español).
Se trató de un potente mensaje para un festival que se iluminó y brilló más que nunca con el objetivo de que los artistas concursantes se convirtieran en grandes estrellas. Se trató de un lema dedicado a todos los espectadores y seguidores del concurso que durante estos años habían conseguido que el festival infantil siguiera adelante.
También se reveló el theme art creativo de la competición que acompañó al eslogan. Consistió en una recreación de una estrella de la mañana hecha de ondas de sonido invertidas verticalmente.
El logotipo se implementó en colores neutros, donde predominó el blanco. En ciertos momentos, adquiría tonos azules y destellos dorados en los rayos que formaban la estrella. Por su parte, se apostó por fondos azules en degradado que simulaban los cielos estrellados y las galaxias.
Olga Salamakha, productora de Eurovisión Junior 2018, reconoció que el theme art pretendía celebrar el potencial artístico y el impulso creativo de los jóvenes participantes de Eurovisión Junior que “convertirán el escenario en algo mágico, como un cielo lleno de estrellas”.
Por otro lado, el logotipo genérico de Eurovisión Junior se incluyó debajo del emblema, manteniendo su color blanco. El lema oficial contó con la tipografía oficial Gotham. Sin embargo, en el texto de la ciudad sede y el año, se empleó un tipo de letra distinto al oficial.
Siguiendo el modelo de la pasada edición, el theme art se dispuso de manera vertical en la animación por televisión y en otros elementos gráficos, como el álbum oficial. Sin embargo, también se llevaron a cabo adaptaciones con los elementos en horizontal.
Las diferentes actuaciones contaron con las tradicionales postales previas. Las piezas comenzaron con la animación del theme art. Numerosos rayos daban forma a la estrella del logotipo con los colores de cada bandera.
A continuación, aparecían los concursantes en una futurista habitación. Gracias a unas gafas de realidad virtual, el elemento conductor de todas ellas, parecía que los artistas viajaban virtualmente. En cada una de las postales, los artistas se transportaban a diferentes lugares de Minsk.
Finalmente, se quitaban las gafas y los rayos del logotipo conformaron el nombre de cada país con los colores de su bandera. El fondo estrellado desaparecía para llevarnos al interior del recinto.
El nombre del país quedó solo iluminado en su contorno. Este texto, situado en el centro de la pantalla, fue reduciéndose hasta la esquina inferior izquierda. En ese momento, vuelve a colorearse su interior.
Seguidamente, aparecía el logotipo oficial tras una imagen en movimiento de cada artista, no una fotografía como en 2017. El texto del artista, canción y autores se incluyó dentro de un óvalo horizontal formando por dos conjuntos de estelas con los colores de la bandera. La letra se mantuvo en un tamaño reducido, pero mejoró la legibilidad respecto a Tiflis 2017. Se empleó por primera vez la tipografía oficial Gotham en el nombre de la canción y el artista. Sin embargo, para los autores se utilizó la fuente Arial.
El rótulo de las canciones desapareció con los rayos que lo conformaban apagándose, donde lo último en ocultarse fue el nombre del país. En esta edición, el indicativo del país pasó al lado derecho de la pantalla, y de nuevo, sin el número de actuación.
En toda esta animación, el escenario estaba sutilmente iluminado solo en sus perfiles, mediante tonos azules y focos que simulaban estrellas brillantes. A continuación, aparecía el logotipo oficial en la pantalla principal y el escenario comenzó a alumbrarse progresivamente con destellos en tonos dorados, que explosionaron junto a la música de la animación “stage ready”. Finalmente, el escenario quedaba a oscuras para dar paso a las actuaciones.
El Minsk Arena de la capital de Bielorrusia volvía a acoger el escenario de Eurovisión Junior. Sin embargo, la competición había cambiado mucho desde que lo hiciera también en 2010. La escenografía implantada en el gran recinto fue mucho más impresionante que entonces.
Ivan Eismont, presidente de BTRC, destacó que el concurso ha ido cambiado en estos años. Sobre todo, a nivel técnico, donde la escenografía ha dejado de emplear elementos físicos para inundar el escenario de pantallas LED de gran tamaño junto con numerosas cámaras de video en movimiento. Además, BRTC se encontraba inmersa en el cambio a las retrasmisiones en HD a nivel nacional, lo que supuso la compra de equipos modernos.
Olga Shlyager, jefa del proyecto de Eurovisión Junior en Bielorrusia y productora general de BTRC, destacó que los equipos de imagen, sonido e iluminación eran de empresas nacionales, lo que “simplificaría los plazos de ejecución y, por supuesto, reduce el costo del proceso de preparación para el espectáculo”.
El escenario de esta edición pretendía acercarnos al espacio exterior. Se diseñó de tal forma que simulaba un Sistema Solar. La iluminación y el uso de pantallas LED querían recrear “un cielo en el que brillarán las jóvenes estrellas de los 20 países participantes, como relucen las estrellas del firmamento”.
El escenario fue una gran estructura moderna y grandiosa. Las pantallas LED de diferentes tamaños y formas inundaron el plató, lo que permitió crear grandes composiciones visuales en las diferentes propuestas.
El diseño del escenario incluyó un gran escenario principal en forma de círculo de 14 metros. Además, se incluyó un escenario circular más pequeño de 7 metros que se conectaba con el plató principal por una pasarela de 7 metros de largo. En el suelo de ambos escenarios que incluyeron pantallas LED de gran definición, que adquirieron mucha importancia en algunos planos picados y cenitales.
En el techo del recinto, se instaló una gran estructura con pantallas LED, al estilo de una mediacube circular. Además, en el espacio destinado al público, se incluyeron una serie de pasarelas rectas cuyo suelo contó con iluminación LED.
La green room para los participantes se instaló en un lateral del recinto de tal manera que parecía que estaba flotando sobre el cielo nocturno. La mesa de los responsables de supervisar el escrutinio se situó en una de las gradas del Minsk Arena, decorada con los elementos de la imagen gráfica de la edición.
La edición contó con una estética muy futurista. Durante el espectáculo, el escenario se convirtió en una auténtica galaxia, con una iluminación que simulaba un impresionante cielo estrellado y numerosos rayos luminosos. En pantalla, la escenografía era muy atractiva.
El escenario de Eurovisión Junior 2018 fue diseñado por Galina Gomonova, quien se inspiró en sus trabajos anteriores en las preselecciones bielorrusas para Eurovisión y Eurovisión Junior. Galina estudió en la Academia de Arquitectura de Bielorrusia y formaba parte de la Unión de Diseñadores de Bielorrusia. Había sido responsable de la escenografía de varios programas de televisión en Bielorrusia.
El 5 de noviembre, comenzó la construcción del escenario en el Minsk Arena. Al igual que en ediciones anteriores, los trabajos fueron supervisados por Ola Melzig, responsable de producción.
En esta edición, se estrenó el nuevo sistema de realización automatizada CuePilot, que ya se usaba en el Festival de Eurovisión desde 2014. Gracias a este programa, se permitió introducir una nueva perspectiva a la hora de mostrar las actuaciones y las propuestas de cada país.
Este nuevo sistema permitía la automatización y sincronización del cambio de cámaras en la emisión por televisión. Además, se podría programar el movimiento de algunas cámaras. El hecho de programar cada cambio de cámara en el segundo exacto permitía coordinar la imagen en televisión con otros elementos de las puestas en escena como la música, la iluminación o la pirotecnia.
A pesar de este nuevo sistema, al ser un evento en directo, el equipo de realización debería estar atento a que todas las cámaras estén activas y en su posición exacta. Ante cualquier problema, los realizadores tendrían que improvisar para que no afectara a la actuación.
Gliwice-Silesia 2019: Se mantiene la apuesta por la espectacularidad escenográfica
Minsk 2018 dejó el listón muy alto y en 2019, el país anfitrión también contó con el reto de mantener el excelente nivel que había alcanzado Eurovisión Junior. Así, la UER decidió regresar al sistema de invitación directa para elegir al organizador del evento.
En el caso de que se hubiera rechazado la oferta, el Grupo Directivo de Eurovisión Junior se hubiera encargado de elegir la sede entre las diferentes propuestas detalladas enviadas a la UER. De hecho, trascendieron a la prensa las candidaturas de Armenia, Kazajistán y Rusia.
Por ello, tras el triunfo de Roksana Węgiel en 2018, Polonia aceptó la celebración del evento en tierras polacas. En este caso, la emisora pública contaba con cierta experiencia en la organización de competiciones de la red Eurovisión, aunque de formato más reducido. Previamente, la emisora TVP había acogido en varias ocasiones el Festival de Eurovisión de Jóvenes Bailarines en 1997, 2005 y 2013; y el Festival de Eurovisión de Jóvenes Músicos en 1994.
Rápidamente, varias ciudades se interesaron por acoger el evento. TVP tuvo sobre la mesa varias alternativas, con numerosas ciudades del país interesadas en albergar el certamen. Este concurso público fue una propuesta de Jacek Kurski, presidente de TVP, con el objetivo de encontrar la ciudad polaca que presentara la mejor oferta. Era la primera vez en Eurovisión Junior donde las ciudades interesadas presentaban públicamente sus propuestas de organización del espectáculo. La prensa local rápidamente se hizo eco de varias posibles candidatas como Katowice, Cracovia, Gliwice, Szczecin. Gdańsk, Varsovia, Kielce, Opole o Zakopane. Sin embargo, no todas contaban con instalaciones que cumplieran con los requisitos de la UER.
En febrero de 2019, en el programa informativo de TVP 1 “Wiadomości” se desvelaron las dos ciudades finalistas: Gliwice y Szczecin. Finalmente, el 6 de marzo, en una rueda de prensa conjunta entre la TVP y la UER, se confirmó que el concurso se llevaría a cabo en Gliwice con la colaboración del Voivodato de Silesia. Para la ocasión, se apostó por el Gliwice Arena, un espacio de grandes dimensiones.
Aunque no se alcanzó el récord de 2018, la 17º edición tuvo 19 países en competición, contando el esperado y aplaudido regreso de España, con la retirada de Azerbaiyán e Israel.
De nuevo, se apostó por un trio de presentadores con Ida Nowakowska, Aleksander Sikora y la vencedora en Eurovisión Junior 2018, Roksana Węgiel, para dar la bienvenida a artistas y seguidores al un festival que tuvo lugar en 24 de noviembre.
La UER y la televisión polaca organizaron la tradicional rueda de prensa sobre Eurovisión Junior durante la celebración del Festival de Eurovisión 2019. En ella, participaron Gert Kark, gerente de proyectos de la UER, Konrad Smuga, director creativo de Eurovisión Junior 2019, Marta Piekarska, coordinadora del proyecto, y Roksana Węgiel, ganadora de Eurovisión Junior 2018.
“Share The Joy” (Comparte La Alegría, en español) fue el lema elegido por los creativos. Se trata de un eslogan que invitaba a todos a unirse a la celebración de Eurovisión Junior, a compartir la felicidad y la alegría que supone formar parte de la gran familia que se crea en cada edición de la competición.
Además, se llevó a cabo la presentación del theme art oficial de la competición y que estuvo inspirado en el eslogan elegido. Los creativos apostaron por una simpática cometa de colores brillantes rodeada de líneas de neón. Predominaron los colores fríos, como violetas, azules y fucsias en diferentes variedades, tonos y degradados.
La imagen gráfica diseñada para la ocasión trataba de simbolizar la libertad, la luz y los momentos felices compartidos. El concepto creativo tenía como objetivo representar cómo “al trabajar juntos nos hacemos mejores, más fuertes y puede traernos alegría y felicidad mientras celebramos las cosas hermosas de la vida”, añadieron los responsables del logotipo oficial.
En esta edición, el lema incrustado sobre la imagen gráfica oficial adquirió más protagonismo que nunca. Emplearon las diferentes variedades de la tipografía oficial de la competición, Gotham, en color blanco. Además, se le añadió una sombra que simulaba las líneas de neón brillantes en tonos azules. Por su parte, El logotipo genérico de Eurovisión Junior mantuvo sus colores neutros en blanco.
Además, se apostó por una disposición de los elementos gráficos distinta a los años previos. Donde el lema oficial y el logotipo genérico se situaron en las esquinas rodeando a la cometa protagonista del theme art.
Aunque se apartó la idea de incluir el eslogan en un hashtag para redes sociales, fueron esenciales durante el evento, tanto en inglés (#sharetheJOY) como en polaco (#dzielsieRADOŚCIA).
La animación de la cometa fue el elemento conductor de todo el espectáculo tanto en cortinillas como en transiciones.
Las actuaciones de la edición estuvieron precedidas por las tradicionales postales. La cortinilla animada incluyó la cometa con la bandera, el nombre del país con la tipografía adaptada y el lema oficial. Curiosamente, para cada país se empleó una fuente de letra no oficial que simula la tipografía del logotipo genérico.
Dos cometas más pequeñas con los colores característicos de cada país servían de transición para que cada concursante apareciera junto a un telescopio, elemento clave de estas postales. Cada artista miraba a través del catalejo para descubrir algún lugar de la ciudad de Gliwice o de la región de Silesia, donde un grupo de personas llevaban a cabo diferentes actividades. Estas personas utilizaban algún objeto característico que luego el artista también empleaba. Se incluyó un hashtag para cada postal en la parte inferior de la pantalla:
- Albania: Plaza del Mercado (Gliwice) #streetdance
- Armenia: Teatro Victoria (Gliwice) #rockpaperscissors
- Australia: Complejo Queen Louise Adit (Zabrze) #sightseein
- Bielorrusia: Montaña Żar #downhillbikeride
- España: Castillo de Pszczyna #football
- Francia: Palmiarnia Miejska (Gliwice) #pétanque
- Gales: Castillo de Ogrodzieniec #hareandhounds
- Georgia: Bielsko-Biała #streettheatre
- Irlanda: Villa de Neumann (Gliwice) #flashmobdance
- Italia: Ópera de Silesia (Bytom) #footbag
- Kazajistán: Lago Żywiec #paperboats
- Malta: Universidad Tecnológica de Silesia (Gliwice) #skateboard
- Macedonia del Norte: Lago Paprocany (Tychy) #dodgeball
- Países Bajos: Palacio de Koszęcin (Koszęcin) #dance
- Polonia: Stadion Śląski (Chorzów) #coinfootball
- Portugal: Nikiszowiec #bottlecaps
- Rusia: Villa Caro, Gliwice #graffiti
- Serbia: Czantoria Wielka (Ustroń) #mountaintrekking
- Ucrania: Muzeum Ognia (Żory) #commonmusic
Seguidamente, cada concursante movía la cometa con su bandera y nos saludaban. Dos comentas nos llevaban de nuevo al escenario a oscuras con únicamente los focos azules alrededor de la pista del recinto.
El nombre del país con la tipografía del logotipo genérico aparecía en medio de la pantalla. A continuación, reducía su tamaño hasta situarse en la esquina inferior derecha junto a una pequeña cometa con la bandera. Este fue el indicativo de país durante las actuaciones. Una edición más, no incluyeron número.
En ese momento, una comenta grande decorada con la bandera del país correspondiente sobrevolaba la esquina inferior izquierda. Además, aparecía una imagen del artista.
Justo al lado, se incluyó un pequeño rectángulo con transparencia y algo difuminado, donde se situaron el nombre del artista, la canción y los autores, utilizando diferentes variedades de la tipografía oficial Gotham, black, bold y book, respectivamente. El rótulo de las canciones desapareció con un ligero efecto de desvanecimiento y barrido.
Paralelamente a la aparición de estos rótulos, se produjo la animación “stage ready” con el escenario únicamente iluminado con focos azules. A continuación, se producen destellos acompañados de sonidos de tensión mientras numerosas cometas sobrevolaban el muro LED para ir desapareciendo progresivamente y quedar el recinto totalmente a oscuras para dar comienzo a las actuaciones.
El 30 de septiembre, la UER y la televisión anfitriona TVP desvelaron el diseño del escenario de Eurovisión Junior 2019. La escenografía fue creada por Giorgos Stylianou-Matsis, un reputado diseñador responsable de numerosos escenarios para programas en las televisiones de Polonia, Grecia y Chipre.
El elemento protagonista y más llamativo del escenario fue la gran pantalla LED de 40 metros de largo y 12 metros de ancho situada al fondo del recinto. Fue la responsable de marcar la disposición del resto de elementos del plató, como la gran estructura central y las pasarelas laterales.
La pantalla dio una gran sensación de espacio libre, al ser ligera, simple y amplia. Además, la ausencia de artificios que distrajeran la atención permitió que cada propuesta sobre el escenario fuera única.
El gran escenario central tuvo forma de rombo con las esquinas redondeadas, lo que daba mayor sensación de suavidad del diseño, inspirándose en “el viento, el aire y el vuelo de una cometa”. Se unía con la parte final del recinto donde se instaló el gran muro LED mediante un pequeño puente.
Del fondo del plató surgían dos pasarelas laterales con formas curvas dando sensación movimiento del viento. Al final de la pasarela izquierda, se instaló un pequeño escenario a modo de satélite con la forma del principal, desde donde los presentadores conectaron en varias ocasiones. Por su parte, la pasarela de la derecha contó con más longitud y unas escaleras que servían para llegar hasta la green room. La sala desde donde los artistas vibraron con el espectáculo se situó al fondo del recinto justo frente al escenario.
Tanto el escenario como las pasarelas se iluminaban en todo su contorno. Además, la estructura central contó con una gran pantalla LED en el suelo con 112,36 metros de superficie. Tenía una gran definición, lo que dotó a las actuaciones de mayor dinamismo y visibilidad.
Los elementos más llamativos del escenario fueron las cuatro estructuras LED de 14 metros de longitud que dibujaban ondas verticales y con las que se intentó hace un guiño a los lazos de una cometa volante.
Este elemento permitió crear una sensación de ondulación y movimiento en escenario principal gracias a la icónica iluminación utilizada. Adam Tyszka fue el responsable de dar el protagonismo necesario a estas estructuras LED que rodeaban el escenario principal.
Además, al recrear las mismas líneas en la pantalla LED del fondo, la escenografía adquiría una profundidad sin límites.
Además, se instalaron tres de estructuras sobre el techo del recinto que tenían la misma forma geométrica que el escenario principal. En ellas, se incluyeron números focos e iluminación LED.
El gran espacio disponible en el Gliwice Arena permitió la instalación de una escenografía impresionante, pero sin entorpecer la presencia de numeroso público en gradas y de pie frente al escenario.
Otra parte fundamental del espectáculo fue el sonido. Wojciech Łopaciuk, responsable del sonido de TVP, y Jerzy Taborowski, director de la empresa Gigant Sound, apostaron por un sistema de sonido con más de 180 canales de audio siguiendo estrictamente las pautas de la UER.
El escenario fue uno de los más avanzados tecnológicamente. La televisión polaca apostó por una revolución tecnológica para crear una escenografía al más alto nivel.
Para ello, TVP contrató a empresas especializadas con el objetivo de implementar un proyecto complejo. La dirección técnica del escenario recayó sobre Arkadiusz Grzanko. Fue un escenario versátil, dinámico y con personalidad, superando el nivel escénico del Festival de Eurovisión.
Se trató de un gran esfuerzo humano, técnico y presupuestario para la televisión polaca, que demostró su gran disposición a la hora de organizar este tipo de eventos internacionales.
La construcción del escenario en el Gliwice Arena comenzó a primeros de noviembre. Se instaló en un tiempo récord de solo 8 días. Así, el 12 de noviembre, tuvieron lugar los primeros ensayos técnicos.
5º parte (2020-2024) >
Festival de Eurovisión Junior
El Festival de Eurovisión Junior es un concurso infantil anual que se celebra ininterrumpidamente desde 2003 y que suele tener lugar en los meses de noviembre-diciembre.
Este certamen nace a imagen y semejanza del Festival de Eurovisión, pero destinado a niños y niñas, con canciones que, al menos en parte, deben ser interpretadas en su lengua oficial. A lo largo de estos años, el espectáculo ha sufrido cambios para seguir los gustos del público consiguiendo consolidarse como referencia en los concursos infantiles en televisión y adquiriendo año a año mayor popularidad y relevancia.
Su sistema de votación ha variado a lo largo de estos años para adaptarse a la audiencia. En sus primeras ediciones, mediante el televoto únicamente. A partir de 2008, se incluyeron jurados nacionales, y en algunas ediciones, han introducido paneles de expertos y jurados de niños y niñas con experiencia musical. Finalmente, el sistema actual se compone de la votación de jurados nacionales y voto online desde la web oficial.
Georgia y Francia son los países que cuentan con más victorias, 3 en total. Armenia, Bielorrusia, Malta, Polonia y Rusia le siguen con 2 victorias.
Al contrario que en Eurovisión, el país ganador no tiene la obligación de acoger el festival al año siguiente. Por ello, a lo largo de sus más de 20 ediciones, un total de 14 países han albergado el certamen infantil. Armenia, Bielorrusia, Francia, Malta, Países Bajos, Polonia y Ucrania han tenido el placer de ser sede del concurso en dos ocasiones.
Con más de 20 años de historia, el Festival de Eurovisión Junior continúa cosechando éxitos con el objetivo de seguir consolidando su popularidad entre el público más joven.