El Festival de Eurovisión Junior sigue sumando éxitos y escribiendo memorables páginas en su historia. Tras 21 ediciones mostrando el talento infantil y juvenil europeo, el certamen se encamina hacia su 22º edición que tendrá lugar en Madrid (España) el próximo sábado 16 de noviembre en La Caja Mágica.
“Let’s Bloom” será el lema de Eurovisión Junior 2024, evento musical que ya cuenta con su propia imagen gráfica y escenario. Conociendo ya el concepto visual de Madrid 2024, vamos a realizar un amplio repaso a la historia gráfica y visual del festival. Un exhaustivo análisis de los logotipos, escenarios y todos los elementos técnicos representativos de cada edición.
A lo largo de estos años, el certamen ha seguido un desarrollo gráfico paralelo al del Festival de Eurovisión. Sin embargo, ha habido ocasiones en las que el concurso infantil ha superado a la versión original del festival.
Vamos a analizar los logotipos, las identidades gráficas, escenarios, escenografías, realizaciones y todos los aspectos técnicos más destacados de cada edición del festival. Tras un enfoque objetivo con todos los detalles de la imagen visual de cada festival la mano de José Miguel Mancheño, llegará el turno a la opinión experta de Josean Telemóveis que realizará un análisis profundo de los diferentes aspectos gráficos y de realización de cada edición.
En este primer capítulo, recordamos el origen del Festival de Eurovisión Junior en sus primeras ediciones de 2003 a 2006. De Copenhague (Dinamarca) a Bucarest (Rumanía), cuatro festivales donde poco a poco fue consolidándose la imagen del certamen ante el público adquiriendo una identidad propia.
Copenhague 2003: prometedor inicio de la competición
El año 2003 supone el pistoletazo de salida del Festival de Eurovisión Junior tras varios años de trabajo dentro de la Unión Europea de Radiodifusión (UER).
Recordemos que la competición europea nace tras el éxito del MGP Junior, un formato danés iniciado a principios del milenio. Posteriormente, en 2002, Noruega y Suecia se sumaron al proyecto y crearon el Melodi Grand Prix Nordic. El festival continuó su expansión y popularidad. La repercusión fue tal que los creadores del formato quisieron ir más allá presentando la idea a la UER.
Los productores de televisión europeos se mostraron entusiasmados con el formato. Así, con el beneplácito de las televisiones públicas, decidieron poner en marcha un festival de estas características para todos los miembros de la organización.
En su edición inaugural, 16 países viajaron hasta Copenhague (Dinamarca) en un festival recibió con gran efusividad a los jóvenes artistas europeos.
Recordando Eurovisión Junior: Copenhague 2003, el concurso inicia su andadura
El reto no era menor. La UER junto a la emisora anfitriona tenían sobre la mesa el objetivo de dar forma y consolidar un nuevo formato televisivo. En este sentido, el aspecto visual y de imagen fue un pilar fundamental. Para ello, intentaron alejarse de lo que estábamos viendo en el Festival de Eurovisión, años en los que se fue implantando el logotipo genérico que en 2015 evolucionó a lo que hoy conocemos.
Los responsables gráficos intentaron seguir esa estela para crear un elemento conductor para futuras ediciones. Así surge la idea de la silueta de la niña cantante con coletas. Este será el emblema de Eurovisión Junior en las cinco primeras ediciones, con variaciones de color y forma.
La silueta de la niña cantante con coletas se convirtió en un auténtico icono para la época. La mayoría de preselecciones nacionales asumieron este logotipo con ligeras variaciones en sus líneas gráficas.
Por su parte, los anfitriones de la televisión danesa partieron de ese logotipo para dar movimiento y sentido a la imagen gráfica de la edición inaugural. Apostaron por una escenografía moderna, sencilla y juvenil. Para el festival, la televisión danesa empleó el mismo diseño visual que en su final nacional.
El toque nórdico se ve plasmado en su imagen gráfica que apostó por la sencillez, los colores neutros y formas redondeadas. La cabecera nos permite ver en movimiento a la niña cantante junto a otra silueta de un niño que no volverá a aparecer.
En la introducción del inicio, pudimos disfrutar de la theme song de 2003 y que aspiraba a utilizarse en sucesivas ediciones. Sin embargo, solo la emplearon en Copenhague 2003 y pudimos disfrutarla al completo en el CD oficial de la competición.
La cabecera emplea colores sin degradados como rosas, blancos, azules, violetas y naranjas. Todo ello con una imagen sencilla, aséptica y moderna.
Para las letras de Junior Eurovision Song Contest, se apostó por una tipografía futurista para “Junior” creada expresamente para el concurso, similar a la que vimos en el Festival de Eurovisión 2000 en Estocolmo (Suecia), pero con formas redondeadas. Si hubiera que buscar una tipografía similar, actualmente encontramos la Consilio, BaJa Font o Phuture ODC.
Por su parte, “Eurovision Song Contest” aparece en un tamaño menor empleando la fuente tipográfica Chalet. Además, este tipo de letra fue el empleado en rótulos y tabla de votación durante la retransmisión. Curiosamente, en el Festival de Eurovisión 2010 en Oslo (Noruega) esta tipografía fue una de las empleadas en el concurso.
Los fondos empleados durante la retransmisión incluyeron colores neutros y circunferencias en movimiento.
Por su parte, los rótulos de cada canción se iniciaron tras las postales previas. Con la aparición del nombre del país y su bandera dentro de un círculo en la esquina derecha de la pantalla, seguidamente toda la zona inferior se inundaba de círculos coloridos de diferente tamaño. Momento en el que aparecía el número de canción, el artista y la canción.
Con la animación de salida del rótulo, aparecía en la esquina inferior izquierda el indicativo de cada país. En color blanco y en un tamaño reducido. Se situó en una zona intermedia de la pantalla, para evitar que en la retransmisión en 4:3 quedara cortado.
Por su parte, el scoreboard trajo importantes diferencias respecto al Festival de Eurovisión. Solo se utilizó una fila para los 16 países donde, de nuevo, los círculos fueron el elemento principal donde cada voto volaba hacia el país votado.
El Forum Copenhagen fue el recinto elegido para acoger el Festival de Eurovisión Junior 2003. De esta manera, la emisora danesa apostó por el mismo recinto que en el MGP Nordic 2002.
La escenografía giró en torno a las formas curvas y circulares, al igual que la imagen corporativa del evento inaugural.
Curiosamente, al igual que sucedió con la imagen gráfica, la televisión danesa también apostó por utilizar el mismo diseño del escenario que en su Melodi Grand Prix Junior, aunque adaptado a las dimensiones del Forum Copenhagen y con mejoras.
Los cambios y mejoras implantados en la idea gráfica y visual de Eurovisión Junior 2003 respecto al MGP se ven reflejados al comparar las dos actuaciones de la representante de Dinamarca Anne Gadegaard con su «Arabiens Drøm». Aunque el concepto es el mismo, se ve claramente como se engrandeció la escenografía. Curiosamente, DR volvió a utilizar el mismo diseño en su MGP 2004.
Actuación en el Melodi Grand Prix Junior
Actuación en el Festival de Eurovisión Junior 2003
El diseño estuvo protagonizado por las formas onduladas, simulando olas marinas. La iluminación dinámica de estas estructuras curvas fue la protagonista de una escenografía sencilla, pero que consiguió hacer de cada propuesta actuaciones únicas. En el interior de la estructura ondulada principal se incluyeron pantallas LED en las que se proyectaron visuales.
El escenario incluyó dos pantallas a los laterales donde durante la retransmisión se emitieron las actuaciones de cada país. Una de ellas, se utilizó de cara al momento de las votaciones, donde los presentadores conectaron con cada portavoz desde una plataforma más elevada contigua al escenario principal con formas curvas similares a la escenografía.
El recinto de inundo de lámparas esféricas de diferente tamaño suspendidas del techo que cambiaban de color en función de las necesidades escénicas. Además, el resto del recinto incluyó una cobertura estrellada.
Por su parte, la green room de los artistas se situó en un lateral de recinto bajo una de las gradas. El espacio tuvo un diseño bastante aséptico y sencillo, con mesas redondas para cada delegación. Además, se construyó una larga pasarela en rampa para conectar la zona con el escenario principal.
Lo cierto es que el diseño jugó con las alturas mediante la utilización de plataformas a diferente distancia, pasarelas y escaleras.
En su clara apuesta técnica y de innovación, por primera vez, la UER retransmitió este festival en formato panorámico 16:9, aunque la mayoría de los países lo emitieron en formato tradicional 4:3. De esta manera, Eurovisión Junior se adelantó al Festival de Eurovisión en el uso de esta nueva tecnología en la transmisión del evento ya que su primera emisión en panorámico se produjo en 2005 y en HD en 2007.
Para ello, la televisión pública danesa DR responsable del evento contó con los servicios técnicos de Alfacam para garantizar una producción de la más alta calidad.
La opinión de Josean Telemóveis
Analizando únicamente respecto a la realización, en este primer Festival de Eurovisión Junior nos encontramos con un plan de cámaras característico del festival senior aunque radicalmente distinto al planteado por la misma DR dos años antes.
Aunque el plan de cámaras, como ya has leído, es más propio de un Festival de Eurovisión, no es así el resultado final de una realización que, a todas luces, queda falta de dinamismo y creatividad. El abuso de planos en movimiento de steadycam junto al repetitivo recurso del plano largo con una de las grúas presentes hace que, salvo honrosas excepciones, muchas de las candidaturas luzcan con un tempo similar. El nulo uso del zoom por parte de las cámaras en pedestal (‘fijas’) tampoco ayuda a levantar el ritmo de un festival bastante descafeinado en lo visual (por no decir anodino).
Respecto a la integración con el resto de elementos escénicos en pantalla, el concepto de las circunferencias está bien integrado en los grafismos, tanto en los previos a la actuación como en las votaciones. Sí se echa en falta una realización que, a pesar de abusar de planos largos, no consigue integrar ese cealing con la idea plasmada tangiblemente en forma de volúmenes.
Mención especial merece la realización de España en este festival. La mejor (para Josean Telemóveis, que para esto hay gustos diversos) de largo entre todas las candidaturas. También es la que más se diferencia respecto al resto. Planos elegantes, movimiento mesurado al máximo y plano cerrado en cantidad. Ideal.
Lillehammer 2004: continuidad y algunas innovaciones
Noruega asumió la organización de Eurovisión Junior 2004 de forma apresurada tras la negativa de Reino Unido (ITV) y Croacia (HRT) a acoger el certamen. De esta manera, la búsqueda de sede fue problemática.
Recordemos que la emisora británica ITV quería aumentar el presupuesto organizativo a 2,5 millones de euros, algo a lo que la UER se negó. Los desacuerdos llevaron a la ruptura del acuerdo entre la organización y la emisora británica, aunque manteniendo la participación del Reino Unido.
Seguidamente, la UER consultó con otras emisoras y se decidió que Zagreb (Croacia) albergaría la competición. Sin embargo, ante la imposibilidad de encontrar recinto para el 20 de noviembre, fecha de su celebración, la emisora HRT abandonó la organización del evento.
Finalmente, cinco meses antes de su celebración, la UER y NRK llegan a un acuerdo para que el Håkons Hall de Lillehammer acogiera el concurso.
A pesar de tener poco tiempo para su organización, la emisora noruega consiguió celebrar un Festival de Eurovisión Junior al más alto nivel. 20 años después de su celebración, sigue siendo una de las ediciones más icónicas y recordadas de la historia del festival infantil.
En su 2º edición, el interés fue en aumento y la cifra de participantes ascendió a 18 jóvenes artistas que compitieron en la ciudad noruega de Lillehammer.
Recordando Eurovisión Junior: Lillehammer 2004, con María Isabel llegó el éxito
El concurso infantil de 2004 mantuvo como theme art el tradicional logotipo de la niña cantante, aunque con variaciones. En Lillehammer 2004, aparece incrustado en una tabla de snowboard verde. Además, se apostó por utilizar como temática la atmósfera de las brillantes noches del invierno nórdico, con estrellas brillantes y cristales de nieve. Todo ello, ambientado en una atmósfera moderna de hip-hop.
La atmósfera estrellada sirvió de pistoletazo de salida para el inicio de la retransmisión. En ese momento, con una estela luminosa, la niña cantante hace su entrada en una tabla de snowboard verde con el logotipo oficial de la edición.
La imagen gráfica fue presentada el 2 de septiembre. En un principio, la emisora noruega sorprendió con un logotipo con dominio del color verde. Sin embargo, tal y como se pudo ver durante la competición, se implantó una gran variedad de colores, añadiendo el rojo, el amarillo o el azul en rótulos.
En esta ocasión, el logotipo genérico apostó por el negro en su silueta sobre fondo verde. Por su parte, las letras de la denominación del concurso fueron en blanco empleando la tipografía FF Meta Hebrew. De nuevo, “Junior” apareció en un mayor tamaño frente al resto, en minúscula y en negrita. En cambio, “Eurovision Song Contest” se incluyó en mayúscula en un formato simple. Por su parte, la edición sólo incluyó las dos últimas cifras del año, 04.
En la cabecera de inicio, la animación nos lleva hasta un recóndito planeta rodeado de unos anillos en los que se puede leer “Junior Eurovision Song Contest Lillehammer 2004”. El planeta se convierte en una enorme bola de discoteca que se disuelve en pequeños círculos verdes para llevarnos al interior del Håkons Hall.
A continuación, los presentadores Stian Barsnes Simonsen y Nadia Hasnaoui llegaron al escenario del Håkons Hall montados en tablas de snowboard. Nadia protagonizó el gag de la noche al aparecer de una forma algo “accidentada”.
Movimientos rápidos de cámara, planos cenitales y generales del escenario fueron los protagonistas del arranque del espectáculo que, por primera vez, contó con un desfile de banderas para dar la bienvenida a los 18 jóvenes artistas.
Los elementos visuales, por ejemplo, tuvieron una implantación distinta en otros formatos como CD y DVD oficial. En este caso, se emplearon fondos azules en degradado con siluetas en rojo donde la niña cantante vuelve a estar acompañada del niño que vimos en 2003. Aparecen en diferentes acciones, tocando la batería, cantando, bailando, etc. Sin embargo, en la retransmisión la silueta del niño no apareció.
Antes de cada actuación, las postales previas volvieron a estar protagonizadas por los concursantes de la edición en diferentes actividades. Seguidamente, se congelaba la imagen. Una transición con la silueta de la niña cantante junto a círculos brillantes en barrido nos llevaba de nuevo al escenario del Håkons Hall.
En esta ocasión, los rótulos de las canciones fueron más discretos que en 2003 y no ocuparon gran espacio en la pantalla. Se empleó un rectángulo redondeado similar al del logotipo oficial de la tabla de snowboard. Se fueron alternando los colores, empleando amarillos, rojos y verdes.
En ambas esquinas del rótulo se incluyeron sendos círculos con la bandera del país y el número de actuación. En medio, se situó el nombre del artista y la canción en mayúsculas y con la tipografía oficial de la edición.
La animación de los rótulos fue sencilla, con un ligero desplazamiento desde el lado derecho de la pantalla para luego desaparecer arrastrado hacia abajo.
El indicativo de cada país mantuvo su posición en la esquina inferior izquierda en color blanco y con la misma fuente de letra. Al contrario que en 2003, su posición estuvo más desplazada hacia el margen de la pantalla. En Lillehammer 2004, fueron más numerosas las emisoras que ya emitían Eurovisión Junior en su formato original 16:9. Otras televisiones públicas, como fue el caso de RTVE, aún empleaban el formato 4:3 y se vieron obligadas ajustar la imagen para evitar cortes de elementos en pantalla. Por ello, se incluyeron las barras de letterbox en los márgenes superior e inferior.
A la hora de los tradicionales recaps, se mantuvo el diseño de los rótulos con los rectángulos redondeados en rojo. En esta ocasión, en vez de las banderas se incluyeron fotografías de los concursantes y el número de actuación en blanco.
El scoreboard de Lillehammer 2004 siguió el modelo del Festival de Eurovisión y utilizó dos filas en la tabla. Cada país contó con un rectángulo redondeado rojo con su bandera y puntuación. En su diseño circular y disposición en pantalla, tuvo ligeras reminiscencias a la tabla de votación del Festival de Eurovisión 2003 en Riga (Letonia).
Con un fondo estrellado, la imagen de los portavoces se incluyó en un círculo en la parte izquierda de la pantalla que contó con el amarillo como protagonista. Por su parte, los puntos aparecían de forma consecutiva en una franja verde y se iban desplazando hacia abajo a medida que se entregaban. La silueta de la niña cantante contó con una simpática animación cada vez que se otorgaban los puntos.
A nivel visual, la 2º edición de Eurovisión Junior nos dejó un aspecto muy curioso. Ambos presentadores cambiaron su vestuario a lo largo de la gala y los tarjetones que utilizaban con el guion del programa tenían los mismos colores y patrones gráficos que su ropa para mimetizarse en pantalla.
El escenario de Eurovisión Junior 2004 fue muy amplio y diáfano. Aunque no tuvo una temática clara ni simbolismo aparente, destacó por permitir la construcción de escenografías de todo tipo.
Destacaron seis grandes columnas en el fondo del escenario que se unían al techo del recinto a modo de bóveda. Estas estructuras contaron con una iluminación muy dinámica. Además, estuvieron acompañadas de bloques de focos.
Por su parte, el escenario principal contó con una forma que alternaba curvas con rectas. Se jugó de nuevo con las alturas, incluyendo varios niveles empleados por cada país en función de las necesidades escénicas de sus propuestas. De uno de los laterales del espacio principal salía una pasarela que rodeaba el perfil del escenario y que poco a poco se transformaba en una larga rampa hasta alcanzar el nivel donde estaba el público.
En uno de los laterales, se construyó un escenario secundario en forma circular y con varios niveles donde los presentadores arrancaron el espectáculo. El rojo fue el protagonista de los fondos empleados para rodear esta zona del recinto. Este lugar fue el elegido para ir anunciando los resultados de la votación. El suelo de esta zona del escenario incluyó las siglas del festival “JESC” en color blanco sobre fondo rojo.
Fueron protagonistas las pasarelas, escaleras y rampas a lo largo de todo el espacio. Además, todos los perfiles del escenario aparecieron iluminados durante la competición.
El fondo del escenario se cubrió con una tela de estrellas luminosas, haciendo referencia a la temática de la edición. En la parte trasera del escenario se proyectaron diversos motivos, visuales y colores durante las actuaciones.
La green room estuvo integrada en el escenario en uno de sus laterales. De hecho, durante el espectáculo, los presentadores interactuaron con los niños y niñas. En esta ocasión, la emisora noruega apostó por sillones compartidos entre varias delegaciones. Además, se emplearon grandes bolas de discoteca suspendidas del techo. Este espacio para los artistas no contaba con conexión directa con el escenario principal. De hecho, estaba construido al mismo nivel que el público y para llegar era necesario subir unas escaleras.
La opinión de Josean Telemóveis
Respecto a la realización televisiva, nos encontramos ante una continuación del estilo aplicado en el primer festival aunque se aprecia la toma de cierta distancia estilística respecto al Festival de Eurovisión (distancia que posteriormente se acentuará).
El plan de cámaras consta de varios pedestales (los clásicos en transmisiones de este calado), dos grúas situadas a cada costado del pie de escenario, una cablecam y dos steadycams (de las que hablaremos a continuación).
Las steadycams siguen teniendo un protagonismo absoluto (aunque algo reducido gracias a las grúas) en la realización de este festival de 2004. Hacen las veces de lo que posteriormente se convertirán en dollycams, con la ventaja que otorga la mator verticalidad y movimiento. Este uso de steadycams en lugares y de formas muy parecidas a las dolly sigue perdurando a dia de hoy en shows producidos en el norte de Europa (Melodifestivalen, Norsk Melody Grand Prix…), también lo observamos en el anterior festival infantil en Dinamarca.
Para terminar, destacar lo más característico de esta realización, que es la cablecam suspendida en todo el Eje X del arena, potenciando la horizontalidad de la realización y dando mucho ritmo en momentos clave de las actuaciones. También destacar la exquisita realización de Francia en este festival.
Hasselt 2005: primer eslogan y revolución tecnológica
En su 3º edición, el Festival de Eurovisión Junior abandonó las tierras nórdicas donde nació y llegó al corazón de Europa.
La UER apostó por Bélgica como país organizador de esta nueva edición. Eurovisión Junior 2005 se convirtió en el primer evento de la red Eurovisión que organizaba Bélgica tras el Festival de Jóvenes Músicos de 1992 y el Festival de Eurovisión de 1987.
Un acuerdo histórico entre las dos emisoras públicas, la flamenca VRT y la francófona RTBF, a la hora de postularse juntas en la organización fue el principal motivo para que la UER eligiera al país como sede. Esto supuso un gran hito, ya que en 1987 cuando tuvieron que organizar el Festival de Eurovisión, los continuos desencuentros hicieron peligrar la celebración del concurso.
Eurovisión Junior 2005 se celebró el 26 de noviembre en la ciudad belga de Hasselt. Como recinto, se apostó por el Ethias Arena para acoger a los 16 países participantes.
Recordando Eurovisión Junior: Hasselt 2005, los últimos fueron los primeros
A nivel gráfico y visual, Eurovisión Junior 2005 mantuvo la esencia de su logotipo genérico adoptado desde su edición inaugural, pero dieron un paso más en su estrategia de consolidar su marca.
Siguiendo la estela del Festival de Eurovisión, por primera vez, el concurso infantil contó con un lema oficial: Let’s Get Loud (Hagamos Ruido, en español). Con la introducción del eslogan, los organizadores buscaban dar sentido a la imagen gráfica del evento, cohesionando la idea visual y haciendo cada edición única.
Junto al lema, se mantuvo el logotipo de silueta de la chica cantante que adoptó el color negro y se enmarcó dentro de un círculo.
Por su parte, un cuadro rojo con un ligero giro fue el complemento que acompañó al emblema del concurso. En él, se incluyeron las letras de la denominación del festival. En esta ocasión, apostaron por la popular tipografía Helvética en diferentes variedades. De nuevo, “Junior” tuvo todo el protagonismo junto a las dos últimas cifras del año de la edición. En la parte superior, se incluyó la ciudad y, como novedad, el país. Por su parte, justo debajo se situó “Eurovision Song Contest” en letras sencillas. Todas las letras fueron en mayúscula y en negro, salvo el año, que adoptó el color blanco.
Todo el theme art, contó con tonos rojos, blancos y negros como protagonistas. En cabeceras y durante la retransmisión, se implementó en una pantalla circular de led con píxeles en la que se le dio cierto movimiento. Por su parte, en las carátulas del CD y DVD oficial, se apostó por fondos que simulaban un papel brillante con arrugas.
Los rótulos de las canciones siguieron esa gama cromática de rojo, blanco y negro. En este sentido, Hasselt 2005 supuso una importante novedad que no se ha vuelto a repetir en Eurovisión Junior. Tras las postales previas con los concursantes, dieron comienzo las actuaciones apareciendo en pantalla el indicativo del país antes que el rótulo.
De hecho, el nombre de los artistas y de las canciones entraba en pantalla en el momento en el que comenzaba el estribillo de la canción, donde se nombraba el título de las propuestas. Habría que remontarse al Festival de Eurovisión 1989 en Lausana (Suiza) para ver una animación similar.
Además, por primera vez, el indicativo del país apareció en el lado derecho de la pantalla con la misma tipografía que en el logotipo y en color blanco.
Los rótulos de las canciones contaron con una animación sencilla con efectos de desplazamiento, arrastre y barrido desde la parte inferior de la pantalla. Al igual que el indicativo del país, estuvieron situados en la parte derecha. El número de actuación apareció en un cuadro rojo ligeramente girado en la esquina inferior derecha. El nombre del artista y la canción se incluyeron en un rectángulo blanco acompañados de la bandera a su izquierda.
Los grafismos durante el repaso de las actuaciones mantuvieron el mismo diseño de los rótulos.
En cuanto al scoreboard, mantuvieron la estética moderna con una pantalla de píxeles redonda con el logotipo de la edición sobre un fondo negro. La imagen de los portavoces se situó en el lado izquierdo de la pantalla con un ligero giro. Por su parte, los países estuvieron en una tabla con dos columnas
Para el nombre de los países se apostó por una versión ultra condensada de Helvética para evitar problemas de espacio con los países de nombres largos como Serbia & Montenegro o FYR Macedonia (actual Macedonia del Norte). Las banderas y la cifra de votación contaron con una forma de rectángulo redondeado. Por primera vez, los puntos del 1 al 5 aparecieron directamente. Más tarde, el portavoz anunciaba el resto. Los puntos otorgados aparecieron en cuadros rojos con el mismo giro que el logotipo de la edición.
Hasselt 2005 supuso un salto de gigante en la realización y escenografía televisiva del Eurovisión Junior. El festival tuvo un gran escenario, que destacó respecto a ediciones previas. Sus dimensiones fueron muy superiores, con especial relevancia su gran altura.
Fueron protagonistas las formas circulares. El espacio principal tuvo una forma de semicírculo a modo de media luna con un suelo negro en el que se instalaron fragmentos de iluminación. En ambos extremos se construyeron escaleras para unir esta zona con el escenario secundario, que completaba la forma circular y dejaba en medio un foso para el público.
8.500 espectadores en directo disfrutaron del concurso en el recinto. Muchos de ellos, se pudieron situar de pie frente al escenario en el foso situado entre el espacio principal y las pasarelas secundarias.
El escenario principal estuvo rodeado de una larga pasarela elevada donde los presentadores Marcel Vanthilt y Maureen Louys dieron la bienvenida al espectáculo y fue el lugar en el que revelaron los resultados de la votación.
La escenografía estuvo dominada por el uso de pantallas en diferentes formas y tamaños. Desde largas estructuras visuales en el fondo de escenario con una anchura reducida a una pantalla curva que cubría la gran pasarela que rodeaba el escenario.
El techo del escenario también contó con una estructura en semicírculo con pantalla a modo de mediacube, que pretendía ser una cúpula de luz, pero que a nivel de realización no consiguió ser muy visible debido a la altura a la que estaba instalada.
El fondo del escenario abandonó las cortinas de estrellas y se instalaron estructuras con focos de iluminación dando un toque más moderno y actual.
El escenario jugó con las profundidades y las alturas. De hecho, es uno de los espacios que tuvo más elementos de larga altura.
La escenografía contó con escaleras y pasarelas. Una de ellas comunicaba el plató principal con otro auxiliar, y otra de mayor longitud llegaba hasta la green room, situada frente al escenario. En ella todos los participantes disfrutaron de las actuaciones de sus compañeros de edición y vibraron con las votaciones.
En la green room se instalaron lámparas esféricas suspendidas del techo del recinto. Tuvo una forma circular a modo de anfiteatro romano con varios pisos en escalera. Predominó el color rojo para destacar sobre el suelo negro con iluminación. Una gran barandilla rodeó todo el espacio para los artistas.
Sin ninguna duda, el escenario de Eurovisión Junior 2005 abrió un nuevo capítulo en la historia de la escenografía del concurso.
Aunque es una competición infantil, se demostró que esto no suponía un impedimento para que se apueste por grandes escenarios que arropen a los jóvenes artistas de todo el continente.
La opinión de Josean Telemóveis
¿Por dónde podemos empezar a hablar de la realización de Eurovisión Junior 2005? Es difícil desgranar lo que es un tótem, una pieza de arte total, Gesamtkunstwerk que dirían los artistas de la Secesión Vienesa a finales del XIX (perdón por este momento de petardía artística).
Obra de arte total porque para hablar de la realización debemos nombrar, primero que todo, el escenario. Una revolución y ruptura con los dos anteriores, cambio de paradigma y de estructura, con varios niveles y alturas, que dota al realizador de infinitas opciones como veremos ahora.
El plan de cámaras es un esquema compacto, muy bien pensado y adaptado al milímetro al escenario. Tenemos al menos dos cabezas calientes, dos grúas, dos steadycams, pedestales y cámaras handheld dando mucho más protagonismo al público.
La realización es diametralmente opuesta a lo que veníamos viendo en 2003 y 2004, con una utilización quizá algo abusiva pero igualmente disfrutona del plano holandés. Es una realización camaleónica: desde el movimiento más atrevido en España hasta el buengustismo y sobriedad excelsa de Reino Unido. ¡Qué escándalo de derroche!
Las cabezas calientes recorren puntos en altura del escenario que dotan a los planos de una verticalidad que se agradece. El movimiento continuo de las steadycams en y entre el escenario, como si de un participante en las puestas en escena se tratara, dota también de una sensación de inmersión en el escenario que lo integra perfectamente en el entorno. Excelentísimo.
Bucarest 2006: apuesta por la identidad gráfica
En su 4º edición, Eurovisión Junior viajó hasta el Este de Europa. La televisión rumana TVR asumió la organización del evento tras un proceso de selección donde la UER tuvo en cuenta el aspecto geográfico. “Teníamos que fijarnos en la dispersión geográfica de los países participantes”, afirmó el entonces Supervisor Ejecutivo de Eurovisión Junior Svante Stockselius.
Bucarest, capital del país, se encargó de acoger el concurso en la Sala Polivalentă el 2 de diciembre. Se trató de un gran reto para Rumanía y su emisora pública ya que fue el primer gran evento de la red Eurovisión que organizaban.
En la organización del evento, la UER proporcionó el equipo técnico necesario y fondos con valor de 1,5 millones de francos suizos. Por su parte, TVR estableció un presupuesto propio de 500.000 euros.
Andreea Marin Bănică e Ioana Ivan junto a la inestimable colaboración de Drácula (Andrei Mateiu) presentaron el espectáculo que contó 15 artistas en competición.
Recordando Eurovisión Junior: Bucarest 2006, el festival viaja hacia el este
En esta ocasión, la televisión rumana nos invitó a “dejar que la música suene”. Así, el lema elegido fue Let The Music Play. Con él, se animó a todos los niños y niñas a celebrar, disfrutar, jugar, cantar y bailar en libertad y con alegría.
El theme art fue creado por el departamento de diseño de TVR liderado por Razvan Zahu y contó con la colaboración de Beatrice Popescu y Mariana Soitu.
Se basó en paisajes infantiles en diferentes tonos naranjas, con flores, barcos de papel, aviones, nubes, etc. Pudimos ver a la niña cantante del logotipo oficial en movimiento recorriendo todos estos lugares.
El origami fue el leitmotiv de esta edición, ya que estuvo plasmado en el logotipo y en la escenografía del espectáculo. Un molino de papel naranja con cuatro aspas (al ser la 4º edición del concurso) fue el emblema que acompañó a la silueta de la niña cantante. En Eurovisión Junior 2006, se apostó por consolidar una identidad gráfica para cada edición, con una temática clara que diera sentido a todos los elementos visuales de la competición.
Por primera vez, en la denominación del evento se utilizó la tipografía oficial empleada en el Festival de Eurovisión entre 2004 y 2014, Eurostile, en sus diferentes variaciones. Al igual que en ediciones previas, “Junior” y las dos últimas cifras del año de la edición volvieron a tener el protagonismo principal a mayor tamaño y en negrita. Por su parte, “Eurovision Song Contest” tuvo un papel más discreto justo debajo, junto a la ciudad y país anfitrión.
El texto apostó por las mayúsculas y el color negro para destacar sobre el resto de elementos gráficos.
La cabecera de inicio nos mostró el colorido theme art de Eurovisión Junior 2006. En esta ocasión, contó con una cuenta atrás en pantalla para conectar con la Sala Polivalentă, mientras la niña cantante con coletas recorría diversos parajes.
Las cortinillas y transiciones apostaron por efectos en los que se simulaban figuras de origami para dar forma al molino de papel, emblema de la edición.
Tras la postal de cada país, las banderas se doblaban formando el molinillo de papel protagonista del logotipo. Los rótulos con las canciones entraban en pantalla desplegándose como un avión de papel y mantuvieron los tonos naranjas, aunque el número de orden de actuación se incrustó en un cuadro rojo con un ligero giro, similar al de 2005.
El nombre del país se incluyó en un rectángulo superior en mayúscula. Por su parte, tanto la bandera como el artista (en mayúscula) y el título de la canción (en minúscula) aparecieron en la parte principal del rótulo. En los rótulos no se empleó la tipografía del logotipo y se mantuvo el uso de la Helvética en diferentes variedades.
Además, dado que la votación se abrió nada más comenzar el festival, los números del televoto aparecieron al principio de cada actuación con una ligera modificación del rótulo en el que se añadió una franja naranja inferior para que las emisoras participantes incluyeran los números de teléfono y la información del coste de la votación.
En el momento de desaparecer, se apostó por una ligera animación de barrido mientras que otras zonas del rótulo se plegaban y giraban hasta salir de la pantalla.
En esta edición, se mantuvo el indicativo del país en el lado derecho de la pantalla. Sin embargo, se abandonó la animación utilizada en 2005 y apareció tras la desaparición del rótulo.
En el scoreboard, los fondos anaranjados en degradado junto a dibujos de nubes animadas fueron los protagonistas. La estructura fue similar a la de la edición previa, con la imagen de los portavoces a la izquierda, aunque más alejada del borde de la pantalla.
Cada país contó con un rectángulo naranja con su nombre y su bandera a la izquierda. Por su parte, un cuadro rotado incluyó la puntuación al que se añadía otro más cuando eran votados. En este caso, para destacar sobre el naranja, se apostó por variaciones de rojos y granates. Para indicar los países que ya habían votado, el color de su rectángulo pasó a ser morado.
Los primeros votos aparecieron directamente mediante un pájaro de papel que recorría la tabla entregando los puntos.
El escenario se rodeó de formas inspiradas en la papiroflexia. Se incluyeron numerosas estructuras en color blanco en formas onduladas, a modo de rampas y estelas circulares alrededor del espacio. En medio de dos de ellas, se estableció un hueco que servía de entrada al escenario desde el backstage.
Además, se volvió a incluir varias pantallas de píxeles que rodeaban el fondo del espacio y que permitieron incluir imágenes durante las actuaciones.
En uno de los laterales, se construyó un escenario de menor tamaño y elevado sobre el resto de la escenografía. Desde allí, la presentadora Andreea Marin Bănică conectó con los portavoces en el momento de la votación.
En esta ocasión, se apostó por un suelo claro que en su interior contó con dos zonas circulares con iluminación dinámica, al igual que a lo largo de todos sus perfiles.
Cuatro estructuras metálicas a modo de bóveda acompañadas de focos sostuvieron el techo del escenario. Estuvo compuesto de varias formas circulares en color blanco, pero que adoptaba cualquier color en función de la iluminación de la escenografía de cada momento del espectáculo.
Por su parte, se construyeron cuatro columnas a lo largo del recinto con infinidad de cuadros de iluminación a su alrededor. Además, el fondo del escenario recuperó la cortina de estrellas iluminadas.
Al igual que en 2005, se estableció una pasarela iluminada que recreaba una carretera, que servía para unir el plató con la green room.
El espacio para los jóvenes artistas mantuvo la estructura de la edición previa a modo de anfiteatro rodeado de barandillas. En esta ocasión, los tonos grises claros fueron los dominantes. Todo ello, envuelto en molinos de papel de varios tamaños suspendidos del techo del recinto.
La opinión de Josean Telemóveis
En este festival producido en Rumanía con ayuda de la UER se aprecia un intento de continuidad con la senda visual propuesta el año anterior.
La realización es una mezcla de varios elementos que hemos visto en años anteriores y, por tanto, no aporta ninguna novedad.
El plan de cámaras puede recordarnos al utilizado en 2005, escalado al tamaño y disposición del estadio y escenario rumano. Tanto es así, que si en Bélgica hablábamos de varias cámaras aéreas, en Rumanía tan solo contamos con un par debido a las limitaciones físicas.
Como detalle, podemos apreciar que se utilizan elementos del espacio para improntar movimiento en los planos, en este caso la propia estructura del escenario. En 2004, por ejemplo, apreciamos el mismo caso con las bolas colgantes.
Las steadycams vuelven a recobrar el protagonismo en el festival junior, utilizándolas como comodín generador de movimiento y dinamismo en momentos vacuos o difíciles de ‘rellenar visualmente’.
Como conclusión, un festival bastante olvidable a nivel visual, que arrastra y mezcla tendencias desde 2003, pero que a su vez es correcto e inofensivo.
Festival de Eurovisión Junior
El Festival de Eurovisión Junior es un concurso infantil anual que se celebra ininterrumpidamente desde 2003 y que suele tener lugar en los meses de noviembre-diciembre.
Este certamen nace a imagen y semejanza del Festival de Eurovisión, pero destinado a niños y niñas, con canciones que, al menos en parte, deben ser interpretadas en su lengua oficial. A lo largo de estos años, el espectáculo ha sufrido cambios para seguir los gustos del público consiguiendo consolidarse como referencia en los concursos infantiles en televisión y adquiriendo año a año mayor popularidad y relevancia.
Su sistema de votación ha variado a lo largo de estos años para adaptarse a la audiencia. En sus primeras ediciones, mediante el televoto únicamente. A partir de 2008, se incluyeron jurados nacionales, y en algunas ediciones, han introducido paneles de expertos y jurados de niños y niñas con experiencia musical. Finalmente, el sistema actual se compone de la votación de jurados nacionales y voto online desde la web oficial.
Georgia y Francia son los países que cuentan con más victorias, 3 en total. Armenia, Bielorrusia, Malta, Polonia y Rusia le siguen con 2 victorias.
Al contrario que en Eurovisión, el país ganador no tiene la obligación de acoger el festival al año siguiente. Por ello, a lo largo de sus más de 20 ediciones, un total de 14 países han albergado el certamen infantil. Armenia, Bielorrusia, Francia, Malta, Países Bajos, Polonia y Ucrania han tenido el placer de ser sede del concurso en dos ocasiones.
Con más de 20 años de historia, el Festival de Eurovisión Junior continúa cosechando éxitos con el objetivo de seguir consolidando su popularidad entre el público más joven.