Si hablamos de Eurovisión, lo habitual es que lo asociamos al popular concurso europeo de la canción, el que participan artistas de diferentes países europeos por alzarse con el preciado micrófono de cristal. O, incluso, se asocia a su versión junior, en el que jóvenes artistas de entre 8 y 15 años compiten por conseguir el trofeo también de cristal.
Pero lo que pocos saben, es que también existió un Eurovisión para Bailarines (Eurovision Dance Contest), con solo dos ediciones celebradas (en 2007 y 2008), hasta su cancelación antes de la edición de 2009 por bajo número de participantes y pérdida de interés de los países participantes. Y menos aún que existió su homologo en versión para jóvenes, Eurovision Young Dancers, celebrado cada 2 años, con jóvenes bailarines de entre 16 y 21 años. Aunque este concurso se celebró desde 1985, la de 2017 fue su última edición, debido a que, para la edición de 2018, no encontraron emisora dispuesta a celebrar el concurso y la pérdida de interés de los países participantes en competir. En octubre de 2020, la UER descartó volver a celebrar el concurso hasta nuevo aviso.
Tampoco muchos conocen que existe un Eurovisión dedicado a la música clásica, en la que participantes de entre 12 y 21 años, compiten bianualmente por alzarse con el trofeo. Es el Eurovision Young Musicians, el Festival de Eurovisión de Jóvenes Músicos. En él, los participantes (miembros de la UER) interpretan una pieza de música clásica que eligen, acompañados del instrumento elegido y la orquesta local de la emisora anfitriona. Los tres mejores, y por tanto el ganador lo decide un jurado compuesto por expertos internacionales en música clásica.
España, hizo su debut en este concurso en el año 1988, pero en sus dos primeras participaciones, no logró clasificarse para la final. En la edición de 1992, Antonio Serrano y su Armónica, lograron alcanzar la segunda posición, la mejor posición de España en el certamen. Entre 1994 y el 2000, España siguió participando en el concurso, pero sus resultados no fueron buenos, ya que no logró clasificarse para la final en ninguna de las ediciones.
Es por ello, que de 2002 a 2016 España se retira de este festival. Pero entre 2017 y 2018, RTVE puso en marcha un nuevo concurso de música clásica, “Clásicos y Reverentes”. Debido al gran éxito de audiencia y crítica que recibió, RTVE decidió regresar de nuevo al concurso para la edición de 2018, que se celebró en el Udher Hall ubicado en Edimburgo, Reino Unido.
La abanderada, fue la madrileña Sara Valencia, que acudió con su violín. Tras una magnifica actuación en la semifinal celebrada el 18 de agosto, Sara no logró clasificarse a la final, pero tuvo el honor de ser la abanderada española en el regreso del país al concurso.
El Udher Hall, sede del festival
El recinto donde se celebró la decimonovena edición de Eurovision Young Musicians, fue el Udher Hall, una sala de conciertos con capacidad para 2.200 personas en su auditorio, construida en 1914. Es propiedad y está gestionado por el Ayuntamiento de Edimburgo. Al sur de la construcción, se encuentra el Teatro Liceo Real y al norte el Teatro Traverse
Antes de albergar el festival dedicado a jóvenes músicos, ya acogió Eurovisión en el año 1972, el mes de marzo. También este recinto acogió el torneo de boxeo, como marco de los juegos de la Commonwealth de 1986.
Además, en su sótano, se encuentran extensas salas que sirvieron como refugios aéreos durante la Segunda Guerra Mundial, época en la que estas salas fueron equipadas como tales.
Una de las características que hacen a este espacio único, es el órgano. Fue construido en 1913 por Norman & Beard de Norwich. Durante unos años, cayó en desuso debido a la mala fiabilidad del instrumento, por falta de la humedad adecuada y control de la temperatura. Pero gracias a la existencia del Usher Hall Organ Trust, una organización que ayudo a recaudar fondos para restaurar el órgano. La restauración por parte de Harrison y Harrison de Durham, tardó tres años en completarse. Se reinauguró en 7 de junio de 2003 aprovechando un recital de concierto de la famosa organista británica Gillian Weir.
En la actualidad, es el principal lugar de celebración del Festival Internacional de Edimburgo, aunque se han celebrado otros eventos como la Ceremonia conmemorativa del Holocausto y el Concierto Memorial de Colin O’Riordan. Las ceremonias en honor a la libertad de la ciudad, son habituales en este recinto, siendo una de las más importantes la dedicada al cineasta e icono escocés Sean Connery en el año 1991.
Pero el recinto ha sufrido varias reformas a lo largo de su historia, como consecuencia de su deterioro por el paso de los años. La primera fue en 1996, cuando tras un concierto, cayó un trozo de yeso desde el techo del auditorio y dañó tres sillas. Es aquí donde se hizo necesario su reparación, para que el recinto fuese capaz de resistir a las inclemencias meteorológicas y fuera seguro.
Otra reforma que se realizó, fue la construcción de nuevas instalaciones dedicadas a catering y tickets. Reforma que se completó en 1998.
La segunda fase fue en 2002, para proporcionar al recinto de mejores instalaciones y espacios públicos, como la nueva construcción de una nueva ala de vidrio. Esta reforma costó 40 millones de euros y se completó en 2010.
Los dieciocho participantes
La lista final de participantes se conoció el 2 de febrero de 2018, y vino incrementado el numero de participantes de la edición anterior, en la que solo participaron 14 países. Fue una edición de grandes regresos y debuts.
Por un lado, Albania fue el país que hizo su debut en este certamen. Lo hizo de la mano del joven Klaudio Zoto, el cual interpretó sus dos piezas de música clásica con el violonchelo.
Por otro lado, los países que regresaron fueron Bélgica (cuya última participación fue en 2006), Estonia (participando por última vez en 2004), Grecia (siendo su última participación en 2014), Israel (no participando desde 1986), y España (cuya participación fue en el año 2000). También regresaron Rusia y Reino Unido, que no participaban en el concurso desde 2010.
Por tanto, los 18 países participantes del concurso fueron: Malta, Reino Unido, España, Eslovenia, San Marino, Polonia, Hungría, Grecia, Israel, Estonia, Bélgica, Albania, Rusia, Alemania, República Checa, Suecia, Noruega, y Croacia.
Debido al alto numero de participantes, se realizaron dos semifinales previas a la final, con una duración de 6 horas repartidos entre los dos días. La primera de ellas tuvo lugar el 18 de agosto de 2018, y la segunda un día después, el 19 de agosto de 2018.
La final del certamen se celebró el 23 de agosto de 2018.
TVE elige a su representante a través de su concurso “Clásicos y Reverentes”
En la temporada 2017-2018, se puso en marcha el programa Clásicos y Reverentes, un programa emitido en La 2, segundo canal de la corporación pública, en las mañanas de los domingos, dirigido para jóvenes músicos. Como incentivo de premio, tenía el participar en la gala final con la Orquesta Sinfónica RTVE, y un premio en metálico de 5000 euros.
El ganador lo decidiría un jurado de expertos compuesto por Máximo Pradera (periodista), Albert Batalla (subdelegado artístico de la Orquesta y Coro RTVE), Judith Mateo (violinista) y Ramón Torrelledó (maestro). Además, en cada programa, los jóvenes músicos recibieron clases magistrales por parte de tres profesores de la Orquesta Sinfónica de RTVE: Yulia Iglinova (ayuda de concertino), Mario Torrijo (solista de tuba) y Raúl Benavent (solista de percusión).
Debido al interés que suscitó el programa, las buenas audiencias y críticas, hicieron que RTVE decidiera volver al concurso de Eurovision Young Musicians, saliendo su representante de dicho programa.
La ganadora de la primera edición fue la madrileña Sara Valencia, convirtiéndose así en la participante del certamen europeo para jóvenes músicos, en el regreso de España a dicho concurso.
Así fue Eurovisión Young Musicians 2018
Eurovision Young Musicians 2018 fue la decimonovena edición de este prestigioso concurso, celebrado el 23 de agosto de 2018 en el Auditorio Udher Hall, Edimburgo, Reino Unido. Este evento de carácter bienal, organizado por la Unión Europea de Radiodifusión (UER), reúne a jóvenes músicos talentosos de toda Europa, brindándoles una plataforma para mostrar su habilidad y pasión por la música clásica.
Debido al aumento de participantes, se hizo necesaria la introducción de semifinales. Se celebraron los días 18 y 19 de agosto. Y para ello, hubo hasta dos jurados: uno para las semifinales y otro para la final. Los miembros del jurado tuvieron en cuenta criterios como la calidad del sonido y la interpretación, entre otros.
Los participantes tenían un máximo de 18 minutos para interpretar las piezas elegidas en las semifinales. De ahí, el jurado profesional los valoraba siguiendo criterios objetivos, con una puntuación máxima de 10 puntos.
Tras la interpretación de los 18 jóvenes músicos en las semifinales, se anunciarían los 6 finalistas que tendrían la oportunidad de actuar en la final del 23 de agosto, y por tanto optar al premio final.
El jurado de las semifinales, encargado de elegir a los 6 finalistas, estuvo compuesto por el chelista David Watkin, la fagotista británica Ursula Leveaux, la pianista coreana Sinae Lee y el percusionista español Noè Rodrigo Gisbert, nacido en Altea (Alicante).
Nuestra Sara Valencia actuó en la primera semifinal. Ella y su violín hicieron una interpretación magnifica, pero no consiguió obtener una plaza en la final.
La final del concurso fue una gala de música clásica que destacó no solo el talento de los participantes, sino también la importancia de la música clásica en la formación y desarrollo de jóvenes músicos. El evento fue transmitido en vivo por varias cadenas de televisión europeas, permitiendo que una audiencia más amplia pudiera disfrutar de las interpretaciones de estos jóvenes prodigios.
El jurado de la final del concurso estuvo compuesto por reconocidos profesionales del mundo de la música clásica, como el chelista David Watkin, la directora y violinista estadounidense Marin Alsop, la compositora e intérprete Anna Meredith, el compositor y director de orquesta escocés James MacMillan y director de Música del Festival Internacional de Edimburgo, Andrew Moore. Estos expertos evaluaron a los participantes no solo por su técnica, sino también por su capacidad para comunicar emociones a través de la música y su presencia en el escenario.
El joven violonchelista ruso Ivan Bessonov se llevó el primer premio con una interpretación magistral de 3a mvt de Piano Concerto No. 1 de Tchaikovsky. Su técnica impecable y su emotiva interpretación le valieron elogios tanto del jurado como del público. El segundo lugar fue otorgado al violinista esloveno Nikola Pajanović.
Sara Valencia tras el festival
A pesar de la mala suerte de no clasificarse, después de una extraordinaria actuación en el festival con su violín, Sara sigue triunfando gracias a su violín.
Gracias a su sensibilidad a la hora de tocar el violín, realizó varias actuaciones de piezas de música clásica, como la realizada en el año 2020 en el Auditorio Sony (espacio integrado dentro de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, en Madrid), interpretando una pieza de Mozart.
También realizó algunos conciertos durante este año en Madrid, interpretando piezas de los grandes músicos Bach, Paganini, Beethoven, y Mozart.
Ya en 2021, siguió con sus actuaciones en la prestigiosa Escuela Reina Sofía de Madrid, interpretando de forma exquisita piezas de Bach, Schubert y Sarasate, junto a su violín.
En 2022, saca su primer EP, titulado «De un lejano amor. Crisol de composiciones actuales para violín 2013-2022». Grabado en marzo de 2022, junto al pianista David Khrikuli, en el estudio Drax Audio (Escuela Superior de Música Reina Sofía).
El EP está compuesto por las siguientes obras: «De un lejano amor para violín y piano» de Laura Vega, «Another World (for solo violin) Op.13» de Pablo Díaz, «Poemas sobre Lorca para violín y piano» de Ana Vázquez, «Vegvísir para violín y piano» de María José Arenas, y «Forte para violín sólo» de David del Puerto. EP que se puede escuchar en todas las plataformas digitales.
En la actualidad, el talento de Sara sigue siendo excepcional, y nos sigue regalando actuaciones magistrales, con sus interpretaciones de piezas de música clásica para violín.