Columna de Opinión Eurovisión

Reaccionando a Eurovisión 2019: Dinamarca

La temporada de preselecciones para el festival de Eurovisión 2019 ha cogido carrerilla con la celebración de las últimas fiestas de promoción antes de viajar a Tel Aviv.

Dinamarca ha utilizado su clásico festival ‘Dansk Melodi Grand Prix’ utilizado para seleccionar a su representante en el festival desde el año 1957. Los 10 candidatos interpretaron sus canciones y un sistema de votación dividido entre jurado y tele-voto al 50% seleccionó a los tres super-finalistas. Una vez elegidas las tres mejores candidaturas volvieron a actuar y el público decidió de manera íntegra a su propuesta favorita.

La ganadora del Dansk Melodi Grand Prix 2019 ha resultado ser Leonora con la canción “Love Is Forever“, la cual  viajará a Tel Aviv para intentar conseguir la tercera final consecutiva para el país nórdico en la competición musical más importante de Europa.

He de decir que el nivel musical de la actual edición del ‘Dansk Melodi Grand Prix 2019’ me ha parecido bastante carente de originalidad y competencia, pero dentro de las 10 propuestas había dos que me parecían bastante agradables, una de ellas la ganadora.

La canción ganadora, “Love Is Forever” me parece una propuesta bastante agradable de escuchar, es tranquila y transmite esa tranquilidad, a mi me proporciona paz durante tres minutos. He de decir que instrumentalmente es bastante lineal ya que sigue el mismo compás durante tres minutos, pero es una base tan swettie que no se hace especialmente pasada.

Un factor que me sorprendió mucho fue que al final de la canción se intercala un estribillo en francés y una estrofa en danés, lo que hace de la canción un factor multicultural que es bastante agradable para el espectador. Además, la letra habla sobre la aceptación del mundo tal y como está, donde observemos nuestra historia para no cometer los mismos errores y empecemos a compartir amor con todo aquel que lo  pida o no, lo necesite. Me parece que este mensaje debería de ser aplicable a todas las personas y países.

La puesta en escena es sencilla, pero original, ya que la artista rodea el escenario para acabar sentándose en una silla gigante en medio del mismo. Es cierto que no es nada extremadamente complicado de idear, pero una canción sencilla requiere una escenografía sencilla para transmitir su mensaje y no su imagen. Yo la interpreto como una crítica social, ya que al principio está ella sola vagando por el suelo del escenario y poco a poco se eleva hasta sentarse encima de encima de la silla, donde finalmente acaba recibiendo la compañía y el amor de las coristas, las cuales también estaban solas en lo bajo del escenario, y compartiendo cariño han conseguido ser más felices y encontrarse en la cima de la felicidad.

Deseo suerte a la delegación danesa en el próximo mes de mayo y ojalá todos los países participantes puedan tomar al pié de la letra el mensaje de esta canción y compartir amor y no odio.

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