Australia lleva participando en el festival de Eurovisión desde 2015 aunque el año anterior, en 2014 el país había sido invitado para actuar durante el intermedio de la segunda semifinal, pero sin participar en el concurso.
En principio Australia solo iba a participar en Eurovisión 2015 como algo excepcional con motivo del 60º aniversario del festival, actuando directamente en la gran final al igual que el país anfitrión (Suecia) y los países que conforman el Big Five (España, Italia, Alemania, Reino Unido y Francia). Esta invitación a Australia se hizo como una especie de regalo de reconocimiento y agradecimiento al país debido al fiel seguimiento del evento por parte de los australianos desde que comenzara a emitirse en el año 1983.
Sin embargo, Australia volvió en 2016 y esa vez teniendo que superar también su respectiva semifinal para alcanzar la gran final. Ese año además el país logró obtener una segunda posición siendo una de las propuestas favoritas para ganar, con Dami Im y su canción «Sound of Silence». Actualmente Australia continúa concursando en Eurovisión pasando por su respectiva semifinal, intentando conseguir una plaza en la gran final, como cada país que no forma parte del Big Five ni es el anfitrión, quienes son finalistas directos.
Obviamente con el debut de Australia concursando en Eurovisión había que plantearse la posibilidad de que Australia pudiera ganar Eurovisión, haciéndonos la siguiente pregunta: ¿Si Australia gana Eurovisión tendríamos que viajar todos hasta Oceanía?.
¿Qué habría pasado desde el 2015 si hubiera ganado Australia?
Para participar en Eurovisión es necesario ser miembro activo de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), el caso de Australia es excepcional debido a que fue invitado debido al amplio seguimiento del festival en el país desde 1983.
El país oceánico tan solo es un miembro asociado de la UER y por los motivos mencionados es el único privilegiado participando sin ser miembro activo, sin embargo ese privilegio no incluiría el hecho de poder organizar el festival al año siguiente en el caso de ganar.
Desde su primera participación se comunicó que ante una victoria australiana, el festival al año siguiente tendría lugar en uno de los países que fueran miembros activos de la UER, a elección de la SBS (televisión pública australiana). De hecho en 2015 una de las ciudades europeas que se mencionaron como opciones para albergar el festival en nombre de Australia fue Barcelona.
Desde 2020 Islandia pasó a ser el país elegido para organizar el festival en el caso de ganar Australia
En mayo de 2018 llegó a la mesa de la junta directiva de la RÚV (televisión pública islandesa) una solicitud de Australia para organizar en su nombre Eurovisión en el supuesto de ganar y tras varias reuniones que tuvieron lugar hasta julio de 2019 finalmente decidieron firmar un acuerdo.
Fue en el año pandémico, justo cuando casualmente Islandia era uno de los países favoritos para llevarse la victoria con Daði Freyr y el tema «Think About Things», cuando tuvimos la noticia de que tras firmar un acuerdo, Islandia organizaría el festival al año siguiente en el supuesto de ganar Australia.
La SBS (televisión pública australiana) sería la responsable financiera de la competición eurovisiva, aunque el compromiso financiero de Islandia se espera que ascendería a los 2 millones de euros, algo más de 300 millones de coronas islandesas.
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Australia en Eurovisión
Desde su debut en 2015, Australia nunca ha pasado indiferente en el festival de la canción con la presentación de candidaturas potentes. La UER permite que haya países que puedan participar en el festival sin necesidad de pertenecer a Europa, más bien que participan activamente en la organización, como también lo son Georgia o Marruecos. Asimismo, las reglas de la UER también permiten la participación de países europeos y que tampoco sean miembros de esta organización, con el único cometido de que reciban una invitación por parte de estos, como es el ejemplo único de Australia.
Otra cosa que queda clara es que Australia ha demostrado año tras año la calidad de sus artistas y sus canciones, consiguiendo impresionar al público. Hasta ahora Dami Im ha sido la única representante australiana en conseguir la mejor posición hasta la fecha, obtuvo la primera posición por parte del jurado con la canción «Sound Of Silence». Sin embargo, el televoto la proclamó segunda consiguiendo el primer puesto la artista ucraniana Jamala con la canción 1944.
En los años siguientes, los oceánicos tuvieron un perfil más bajo en la competición aunque eso no les impidió tres top 10 más para su palmarés, uno de ellos fue la participación del grupo Voyager el pasado año 2023 con su canción «Promise», que finalizó en el 9° lugar con 151 puntos.
El año pasado 2024, los representantes en el festival por parte de Australia fueron Electric Fields, que con su canción «One Milkali (One Blood)», no consiguieron llegar a la final. Electric Fields finalmente acabó en la posición 11 en la primera semifinal. Esta representación del grupo, junto a Montaigne en 2021, eleva a dos las participaciones en la que el país oceánico se queda fuera de la final del certamen.