Columna de Opinión Eurovisión

¿Continuará Australia su carrera Eurovisiva?

Como ya vamos acostumbrándonos, parece que Australia tomará cartas en Kiev 2017 y realizará su tercera entrada oficial en el Festival de Eurovisión.

Antes de analizar las opiniones de los defensores y de la oposición, vamos a repasar la corta trayectoria de la nación pacífica en el certamen musical más importante de Europa.

Su andanzas en Eurovisión comenzaron en Copenhague 2014, cuando la cadena australiana SBS fue invitada a realizar el Interval Act de la segunda Semifinal del certamen, sobre el B&W Hallerne. A pesar de todo, esta entrada no entraría en competición, ni Australia podría tomar parte en las votaciones del certamen.

A mí personalmente me pareció una idea novedosa y especial, ya que no siempre hemos podido disfrutar de naciones tan lejanas en el certamen. No obstante, que la idea me parezca innovadora no significa que no nos oliéramos una futura participación del país oceánico en el festival de adultos.

La noticia bomba se produjo un año más tarde, cuando la página web del certamen Eurovision.tv anunció que debido al interés y las audiencias anuales, Australia participaría de manera ‘exclusiva’ en Viena 2015, aunque en caso de ganar el festival se celebraría en Alemania.

La noticia nos dejó a todos en estado de shock, ya que Australia no era miembro activo de la Unión Europea de Radiodifusión y, por lo tanto según el reglamento del certamen, participarían fuera de las normas.

Esta noticia fue bien recibida por bastantes seguidores del certamen (dentro de los cuales no me incluyo del todo). Lo que pareció no gustar tanto a los espectadores fueron ciertos privilegios hacia la SBS tales como la oportunidad de votar en ambas semifinales, y la clasificación directa para la Gran Final del Certamen, siendo así la primera final formada por 27 países.

Guy Sebastian se convirtió así en el primer representante australiano en el certamen, obteniendo una honrada quinta posición en el certamen.

Apenas cuatro meses más tarde, se anunciaría que Australia participaría en el Festival de Eurovisión Junior. Fomentando así la idea de que podríamos ver a la nación en futuras ediciones del festival. La encargada de tal privilegio fue la cantante Bella Paige con el tema ‘My Girls’ la cual se calificó en octava posición.

Para mi punto de vista, creo que la posición no correspondió a las cualidades vocales de la intérprete, y aunque no esté de todo a favor de su participación he de admitir cuando una entrada es buena, y Bella estuvo magnífica.

Este año, Australia volvió a participar en el certamen, lo cual nos justificaba que la propuesta de la participación exclusiva por el sexagésimo aniversario del certamen se rompió y daría lugar a una nueva era de Eurovisión ampliando sus fronteras.

A pesar de que la SBS sigue sin ser miembro activo de la UER, esta vez se han tomó medidas y se le trató como un participante en derecho más, con su respectivo pase por semifinales, el cual no le costó grandes esfuerzos superar.

Dami Im llegó a la final del certamen y ascendió hasta la segunda posición en la ronda de votaciones, dejándonos anonadados de que en su segunda participación consiguiese casi la victoria. Tanto es así que una vez anunciadas las votaciones de los jurados, la representante australiana lideraba la tabla de votaciones.

Finalmente ‘Sound Of Silence’ no consiguió derrotar la emotividad y trabajada escenografía de Jamala, y se tuvo que conformar con la segunda plaza.

¿Participará Australia en Eurovisión 2017?

Tras la confirmación del país para el festival Junior y las intenciones de Jon Ola Sand para formar en un futuro actualmente lejano el formato ‘WorldVision’ todo parece apuntar a que veremos al país oceánico una vez más sobre el escenario del concurso.

Dado que todo parece apuntar a que Australia formará parte en Kiev 2017, volveremos a ver dos bandos claramente diferenciados, pero cada vez más acostumbrados a esta situación.

Por un lado los que creen que la participación de países adicionales sube el caché del festival y nos inculca en nuevas culturas. Pensamiento que en parte es cierto porque el nivel de escenografías que ha mostrado en sus dos participaciones supera a la de otros muchos países, de ahí sus resultados. Además de la comercialidad de sus candidaturas hace de ellas una buena papeleta.

Es cierto que el grado de interés por el festival es tan alto, que en algunas universidades australianas se llega a estudiar por encima el Festival de Eurovisión.

Por otro lado están los que piensan que Australia no debería de participar porque no encaja en el término ‘Eurovision’ y porque participa fuera del reglamento al no formar parte de la UER (Unión Europea de Radiodifusión).

En definitiva, siempre hay pensamientos opuestos y pensamientos intermedios, que no llevan a un auténtico #Eurodrama.

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