Columna de Opinión Eurovisión

Armenia y Azerbaiyán: Un conflicto mas allá de lo musical

Parece ser que la tensión bélica y política que hay entre Armenia y Azerbaiyán se ha trasladado en estos últimos años al Festival de Eurovisión. Varios son los conflictos que hemos presenciado entre ambas naciones caucásicas desde que la región azerí de Nagorno Karabaj se independizó de Azerbaiyán y se anexionó al territorio Armenio, debido a la nacionalidad de la mayoría de sus residentes. Pero, para entender esta situación hemos de conocer la historia del territorio, y sus repercusiones en el festival.

¿Qué es Nagorno-Karabaj?

Nagorno-Karabaj es una región perteneciente a la antigua nación soviética de Azerbaiyán. Una región, que pese a situarse en el corazón de Azerbaiyán, a lo largo de la historia sus habitantes han tenido ascendencia armenia. Tal fue así que en 1991, la región de Nagorno-Karabaj declaró su independencia tras cuatro intensos años de disturbios y trifulcas entre sus ciudadanos y gobernantes. Seis años duró la guerra de independencia, hasta que Armenia se hizo con la anexión del territorio.

¿Qué repercusiones ha tenido esto en el Festival de Eurovisión?

Pues si bien el festival de Eurovisión consiguió unir a toda Europa desde sus orígenes en 1956 tras la Segunda Guerra Mundial erradicando la guerra a través de un nexo común, la música; parece ser que todavía faltan asperezas que limar, como la tensión entre las naciones caucásicas de Armenia y Azerbaiyán.

Tanto es así, que a pesar de que Azerbaiyán no debutó en el certamen hasta 2008, ya en 2006 tuvo sus primeras tensiones con el certamen, ya que se quejaron de que en la web de eurovision.tv exponían el lugar de origen del representante armenio André, coincidentemente la región de Alto Karabaj. Finalmente el lugar de nacimiento del joven representante fue eliminado de la web, debido a la insistencia azerí.

Pero, ¿Por se le da tanta importancia a una simple ubicación? Entiendo que una situación bélica pueda generar cierto rechazo hacia una nación, pero lo que no es ‘serio’ es una queja como esta, ya que no es la primera vez que un intérprete con nacionalidad del país que representa, tiene orígenes en cualquier otro país, como la canadiense Celine Dión (representante de Suiza en 1988), la española Gisela (Representante de Andorra en 2008) o la rusa Eva Rivas (representante de Armenia en 2010) entre otros.

No hay ninguna regla que impida representar a otro país siempre que tengas su nacionalidad o alguna relación con este. Por lo tanto, tienen derecho a poner todo lugar de nacimiento dentro de esta normativa.

Otro episodio polémico llegó en 2009. Desde el principio del concurso se percibía tensión política cuando la delegación azerí protestó por la postal de introducción armenia en la primera semifinal. Entre otros monumentos, aparecía una estatua situada en el Alto Karabaj, histórico territorio azerí, aunque en esa fecha anexionado a Armenia. Para evitar polémicas, la organización del certamen modificó la postal Armenia para la final. Pero esta ‘pequeña polémica’ no se quedó ahí, sino que en contestación, la portavoz armenia Sirusho, otorgó los votos de su país con una carpeta en la que aparecía dicho monumento.

Esto, desde mi punto de vista es un signo de inmadurez, ya que el ‘ojo por ojo y diente por diente’ no es un gesto apropiado para un evento internacional del rango de Eurovisión; ni para la vida en general; porque como dice otro refrán castellano ‘Si al hablar, no has de agradar, mejor has de callar’.

También me cuesta entender por qué la organización decide quitar dicho monumento atendiendo a las quejas de ‘no pertenece a su país’ cuando en la postal azerí aparecen monumentos pertenecientes a Irán.

Pero el momento de mas tensión fue vivido durante las votaciones, donde más de mil armenios olvidaron resquemores y votaron a la propuesta azerí, otorgándoles puntos; mientras que tan solo 43 azerís fueron capaces de dejar el conflicto de lado durante una noche tan simbólica como esta. Tanto llamó la atención este hecho que se llegó a especular sobre la interrupción de Azerbaiyán en la actuación de las hermanas Arshakyans, y la eliminación del teléfono de votación armenio. Ambas acusaciones fueron denegadas tras la presentación del vídeo donde aparecía el teléfono de votación.

Todo pareció quedar ahí, pero en agosto de 2009 saltó la noticia de que los 43 azeríes que votaron a Armenia en la final, habían sido interrogados. Tal fue la frustración de la organización que el jefe ejecutivo del certamen, Svante Stockselius, anunció una investigación sobre el accidente. La respuesta de la cadena azerí Ictimai tv fue que nadie había puesto en duda la votación del concurso durante aquella noche.

Finalmente la UER (Unión Europea de Radiodifusión) decidió no sancionar a Azerbaiyán por dichas acusaciones, debido al cambio de las reglas del concurso que proclamó que las cadenas no serían sancionadas por las acusaciones de su gobierno. No obstante si se tendría que informar a este de cada voto en el certamen.

Los últimos enfrentamientos entre ambos países han tenido lugar en esta última edición, cuando la representante armenia Iveta Mukuchyan ignoró la lista de banderas prohibidas y durante toda la primera semifinal lució la bandera de Nagorno Karabaj. En esta famosa lista, y por error, llegó a estar la ‘Ikurriña’ o bandera de la Comunidad Autónoma Vasca, que tras las protestas de la delegación española, se asumió que fue incluida por error.

Otra de las polémicas fue en la rueda de prensa, cuando Samra fue sorprendida por un periodista acusándola del conflicto, a lo que en vez de ignorar la pregunta ella respondió ‘’Eurovision es un concurso musical dedicado a la música’’

Yo creo que fue una respuesta muy acertada, con la que se ganó el apoyo y la empatía de la sala de prensa porque Eurovisión es un concurso dedicado a la música, donde cada año decenas de artistas procedentes de toda Europa se unen para celebrar la paz y unión de esta; y, nadie es apto para fragmentar la paz y la armonía con acusaciones ofensivas.

Ante estas acusaciones Iveta Muckuchyan también se vió sorprendida con una pregunta a la que contestó de la siguiente manera:

https://www.youtube.com/watch?v=8B4NG3tZNfA

En definitiva, deberíamos de aprender que Eurovisión es un show musical, en el que el centro de atención es única y exclusivamente la música y sus artistas. Es un festival de amor y armonía en el que se aceptan todo tipo de cantantes y géneros musicales, y no un festival en el que haya que promulgar el rencor. Ambas naciones deberían aprender a dejar sus tensiones de lado para disfrutar de la competición, y si realmente les gusta la propuesta de la otra, ¿Por qué no votarla? Estoy seguro que muy pronto Eurovisión conseguirá unir a estas dos naciones al menos durante una noche.

Recordad, la vida no consiste en esperar a que pase la tormenta, sino en aprender a bailar bajo la lluvia.

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