El certamen musical Festivali i Këngës concluyó anoche su quincuagésimo octava edición. La RTSH celebró un año más la diversidad musical y a través de su gran cultura musical consolidándose de nuevo como uno de los festivales más longevos del mediterráneo y de Europa, siendo alcanzado y superado por festivales de gran prestigio como Sanremo o Eurovisión.

Esta edición ha contado con un enfoque más internacional dado que la decisión del ganador así como de los participantes que lograron llegar a la final no ha recaído directamente en un jurado a nivel nacional, sino que tres de los cinco miembros del panel de jurados no tenían nacionalidad albanesa, siendo procedentes de Grecia (Dimitris Kontopoulos), Suecia (Christer Björkman) e Islandia (Felix Bergsson).

El hecho de incluir jurado internacional ha dado mucho de qué hablar a los medios de comunicación locales e internacionales, dado que por una parte hay opiniones que exigen la participación del público en el festival albanés así como quejas respecto a la preferencia de expertos de fuera del país antes que de la propia población del mismo. Por otro lado hay comentarios muy positivos acerca de la introducción de entidades extranjeras dado que han vinculado de una manera muy sólida la historia cultural del festival manteniendo el idioma nacional y la orquesta con el festival de Eurovisión.

El festival ha sido presentado de nuevo por Alketa Vejsiu, la cual comienza la gala presentando de nuevo las normas del certamen, el mecanismo de votación, los jurados y por último a los participantes finalistas, los cuales no solo luchan por ganar el Festivali I Këngës sino también por tener la oportunidad de abanderar los colores de la bandera albanesa en Eurovisión 2020. Durante la gran final la hemos podido ver luciendo diversos estilismos a cada cual más elegante y sofisticado que el anterior. La presentadora ha iniciado la gala vestida de rosa mientras interpretaba una canción de bienvenida acompañada de un desfile de tambores.

LOS FINALISTAS

La final fue inaugurada por uno de los favoritos a alzarse con el trofeo del festival Valon Shehu, el cual se ha encargado de representar la esencia del rock en  la gran final del FiK 58º con la canción “Kutia e Pandorës”, compuesta por el ganador de la edición número 56 del Festivali I Këngës y representante de Albania en Eurovisión 2018, Eugent Bushpepa. La propuesta dota de uno de los instrumentales más energéticos  y enriquecidos por la orquesta de esta edición.

Le ha sucedido Sara Bajraktari , la cual ha interpretado “Ajër”, una sentida balada que muestra el lado más sensible de la artista, la cual se arropa de la evolución instrumental de la orquesta y de unos fondos azules que recurren a la sensibilidad del espectador. El tercero en actuar ha sido Robert Berisha, el cual ha cambiado los fondos azules y sonidos tranquilos por los rojos pasionales de una balada titulada  “Ajo nuk është unë” e influenciada por pequeñas pinceladas latinas creando una sensación de tradición con ápices innovadores, que causan el aplauso del público pero no genera gran expectación de la audiencia.

Tiri Gjoci ha sido el encargado de continuar la gala interpretando su balada  “Me gotën bosh”. El cantante ha aparecido sobre el escenario acompañado de sus dos bailarinas, una vestida de blanco y otra de negro, las cuales han danzado recorriendo todos los rincones del escenario para amenizar una de las baladas más comunes de la edición. A continuación ha actuado Bojken Lako, toda una figura del Festivali I Këngës debido a sus numerosas apariciones. El artista presenta  “Malaseen”, una balada con toques experimentales cuyo instrumental se ve muy innovador a través de la orquesta, pero parece no gustar mucho al público internacional.

La sexta en actuar ha sido Arilena Ara , la cual con su balada “Shaj” se posiciona como otra de las grandes favoritas para alzarse con el triunfo en el festival albanés. La artista ha sido una de las pocas en contar con un autor externo al país, Darko Dimitrov, el cual ha compuesto y producido numerosas candidaturas balcánicas de Macedonia tanto en el festival de Eurovisión adulto como en el Junior. La candidatura dota de una de las mejores iluminaciones de la edición, dado que pese a no tener ningún elemento escénico es capaz de ganarse la emoción del espectador gracias a su gran expresividad, a su envolvente juego de cámaras y a una orquesta que ha estado mucho más coordinada que en su respectiva semifinal. Arilena se llevó la mayor ovación volviendo a salir al escenario para agradecer todos los aplausos y entrega del público

Tras Arilena ha tenido una pausa publicitaria y a continuación se ha realizado una interpretación de baile y la actuación de Eleni Foureira, artista invitada que ha realizado un interval act de 12 minutos de duración.

La misión de romper con la tendencia de baladas de la primera mitad de la final la ha desempeñado Gena con su canción “Shqiponja e lirë”. Indiscutiblemente es una de las candidaturas que pese a pecar de una puesta en escena poco elaborada, desprende una de las mayores energías y ritmos de la noche, influenciado por un instrumental puramente balcánico y melodías potencialmente mediterráneas.

Le ha tomado relevo Kamela Islamaj, la cual no presenta una de las baladas más modernas e innovadoras, pero si presenta el estilismo más vanguardista y simbólico de la final para interpretar su canción “Më ngjyros”. Esta balada se ve muy enriquecida por la desgarradora voz de su intérprete y la gran evolución sonora de la orquesta en directo. Otro de los grandes simbolismos en cuanto a estilismos se refiere lo ha protagonizado Albërie Hadërgjonaj, la cual ha aparecido con unos ropajes blancos y dorados de mangas anchas y corte en el suelo y una aureola en la cabeza, para interpretar su balada “Ku ta gjej dikë ta dua” como si de un ángel se tratase. Sin duda alguna ambas candidaturas dotan de una portentosa presencia escénica y gran desgarro vocal.

El décimo puesto de actuación lo ha protagonizado la gran favorita de nuestros lectores y la gran aclamada por la prensa internacional para ganar el certamen albanés, Elvana Gjata. Su canción “Me tana” se ha convertido en el vídeo más visto y reproducido de la página de la RTSH superando los 3,3 millones de visualizaciones solamente en Youtube. Su puesta en escena está amenizada por seis coristas que se disponen formando coreografías potentes y en disposición triangular, lo cual los seguidores del festival han asociado a las puestas en escena del Tour ‘El Mal Querer’ de Rosalía, aunque en cuento a estilo musical es completamente diferente. Se trata de una canción que inicia con influencias étnicas y que una vez explota, se transforma en una bailable canción mediterránea con instrumentales étnicos y bailes regionales balcánicos. Esta vez el pañuelo rojo ha permanecido junto a Elvana en todo momento, culminando la actuación con un gran aplauso del público. Tras la aclamación del público ha tenido que salir a saludar para agradecer y tanto apoyo y emoción.

Olta Boka ha tenido el duro trabajo de suceder a la gran favorita de la noche, un trabajo que se ha hecho más asequible debido al gran contarste entre el ritmo de su precesora y la amotividad de su balada, la cual tiene ápices rock y una escenografía sofisticada y elegante que en ciertos momentos recuerda a la de ‘Hold Me’, la candidatura azerí en Eurovisión 2013 con un bailarín metido en una especie de urna XL que embellece y ornamenta la musicalidad de “Botë për dy”.

Las actuaciones han finalizado tras la actuación de Era Rusi , otra de las favoritas con su canción “Eja merre”, la cual ha puesto en pié a todo el público con sus ritmos comerciales y su gran actitud sobre el escenario.

LOS INVITADOS

La gran estrella internacional de la noche ha sido Eleno Foureira, una cantante natal de Albania pero afincada en territorio griego que representó a Chipre en el festival de Eurovisión 2018 con la canción ‘Fuego’, la cual a pesar de quedar en una segunda posición ha conseguido consolidarse como una de las favoritas históricas del público eurofan. Eleni Foureira ha realizado un intervalo de 12 minutos de duración donde ha interpretado sus temas ‘El Ritmo Psiccodélico‘, ‘Tómame‘, ‘Loquita‘, ‘Fuego‘  y  otras canciones como la eurovisiva ‘Dancing Lasha Tumbai‘. A pesar de tener problemas con el sonido de la música, Eleni ha ofrecido un show completo cargado de baile, danza y presencia escénica.

Tras finalizar las 12 actuaciones de las candidaturas finalistas, la propia presentadora Alketa Vejsiu ha cantado un par de canciones para amenizar la gala y demostrar su talento tanto interpretativo como vocal.

Antes de finalizar los resultados ha tenido lugar el último interval act amenizado por la exitosa cantante italiana Guisy Ferreri, participante en X Factor y candidata en el festival de Sanremo en tres ocasiones (2011, 2014 y 2017).

LOS RESULTADOS

Tras finalizar las 12 actuaciones de los finalistas, los cinco miembros del jurado han salido de las gradas para deliberar su decisión acerca del ganador del Festivali I Këngës y por consecuente el próximo representante de Albania en Eurovisión.

Debido al bajo número de miembros del jurado no hubo votaciones numéricas, sino que se anunció directamente el nombre de las tres candidatas que ocuparían las tres primeras posiciones siendo Sara Bajraktari la recompensada con el bronce, Elvana Gjata la medallista de plata y Arilena Ara la ganadora y por consecuente la representante de Albania en Eurovisión 2020.

El público vivió muy entregado e intrigado el anuncio de la ganadora, ya que ambas (Elvana y Arilena) eran las grandes aclamadas de la audicncia y supieron arropar tanto la euforia de la ganadora como la decepción de la segunda finalista. Los resultados fueron anunciados por el jefe de la delegación sueca Christer Björkman, mientras que Jonida Maliqi (última ganadora del festival) hizo la entrega del trofeo y relevo de posesión como representante albanesa en Eurovisión.

Así se cierra el año eurovisivo y podemos disfrutar de ‘Shaj‘, la primera canción de Eurovisión 2020.