Como ya es frecuente cada vez que comienza una nueva temporada eurovisiva, parece que el ente bosnio desea jugar con nuestra paciencia un año más. No nos resultan extraños los frecuentes rumores y anuncios sobre la retirada del país cada año, ni tampoco sus posteriores esperanzas de retorno que a veces se cumplen y a veces tropiezan durante el camino. Pues como viene siendo tradición cada mes de septiembre, la continuidad del país en el certamen pende de un hilo. Pero, para adentrarnos en dichos hilos, hemos de descoser las costuras y analizar los mensajes bosnios desde que finalizó el pasado certamen.
Tras finalizar el Festival de Eurovisión, se anunció que el hilo bosnio podría ser cortado, expulsándoles de la UER debido a una deuda superior a 5’4 millones de euros. No sería la única expulsión, ya que semanas antes la TVR de Rumanía fue expulsada por no pagar su deuda, llegando esta a triplicar la de bosnia.
El gobierno bosnio decidió buscar un desenlace favorable e intentar pagar parte de la deuda, ya que una expulsión de la UER no solo afectaría al festival de Eurovisión, sino también al resto de competiciones a nivel europeo como la Eurocopa 2016.
Apenas tres días más tarde, el 30 de mayo saltó a la luz un futuro cierre de emisión de la BHRT que tendría fecha para justamente un mes después. El gobierno no tomó grandes soluciones y la cadena bosnia también estaba endeudada con otros entes. ‘Si el problema no se soluciona pronto, Bosnia & Herzegovina pasará a convertirse en el único país europeo que no tenga un servicio público a nivel nacional’ afirmaba el ente bosnio.
Durante aquellos días, las autoridades bosnias establecieron intensos diálogos con la Unión Europea de Radiodifusión y estas dieron sus primeros frutos, aunque estos estuviesen sin madurar. Esto les permitió seguir en antena hasta el 10 de julio, diez días más; diez días que les permitieron retransmitir la Eurocopa 2016 así como participar en otros eventos europeos. Sin embargo, los trabajadores de la cadena no veían futuro lejano.
La directora general de la UER, Ingrid Deltenre, afirmó que “La situación sigue siendo crítica, pero tenemos la esperanza de que la BHRT sea capaz de acordar un plan con el gobierno bosnio para pagar sus deudas, y establecer una financiación sostenible que permita al público seguir disfrutando del deporte durante este verano”.
Desde entonces, no hemos vuelto a tener noticias sobre la cadena bosnia, pero sabemos y confiamos en que no faltarán intentos de retorno, anuncios de retiradas ni búsqueda de patrocinadores.
Actualmente la participación en Eurovisión 2017 está en manos del Parlamento bosnio y las sanciones y medidas realizadas contra la BHRT.
Bosnia y Hezergovina participó por última vez en la pasada edición del certamen, tras haber estado tres años ajenos a la competición. La candidatura fue posible gracias a un patrocinador que decidió financiar la participación a última hora.
Deen, Dalal y Ana Rucner fueron los encargados de abanderar al país en 2016, ocupando la undécima posición en su semifinal, y quedánsode por primera vez fuera de la gran final desde su primera candidatura como país independiente en 1993.