La edición del pasado fin de semana de “Los palomos” cierra con un balance muy positivo.
El evento, que se celebraba este pasado sábado de nuevo al aire libre después de la pandemia bajo el lema “Diversidad, inclusión y feminismo”, llegó a albergar unas 27.000 personas en las calles de Badajoz entre sus dos escenarios: uno localizado en los jardines de la Alcazaba y el otro en Puerta Palma. Al primer escenario se subieron grupos como Tremenda Jauría, Javiera Mena y Rosa López, con las presentaciones de la mano de Henar Álvarez; mientras que en el segundo escenario se subían una variada selección de DJs contando con la presencia de Putochinomaricón, todos ellos presentados por Marisol Torres y Femurosa.
Este encuentro sirvió para reivindicar la lucha contra la lgtbifobia y por los derechos del colectivo de la mano de la fundación Triángulo, la asociación encargada de organizar el evento desde el año 2012.
“Volvemos a llenar las calles, volvemos a pintar arcoíris sobre los adoquines que algunas personas tratan de lanzar sobres nuestros cuerpos, nuestras vidas, nuestros sueños, nuestros deseos. Volvemos a volar, volvemos a ser visibles”, arrancaba el manifiesto de esta edición, que se leyó el sábado entre los conciertos de la noche en los dos escenarios.
El acceso a los dos fue escalonado y se produjo sin incidentes reseñables, congregando a público muy diverso que disfrutó con las distintas propuestas del cartel de Palomos 2022.
Las apuestas por artistas con implicación con la diversidad, con el transfeminismo, con la visibilidad y el compromiso con los Derechos LGBTI han sido bien recibidas por el público que ha contribuido a que Badajoz y Extremadura vuelvan a situarse como referentes para el colectivo LGBTI del oeste peninsular.
El incremento de discursos y delitos de odio, el cuestionamiento a las personas trans y el avance de la ultraderecha son los motivos que siguen justificando esta celebración, que nació como respuesta de la ciudadanía ante la homofobia y que empujan a Fundación Triángulo a desarrollarlo.
Con el éxito que supuso el sábado se clausuraba la útlima edición de Los Palomos, reivindicando una vez más la diversidad y haciendo ver lo necesario que es la unión del colectivo feminista y las mujeres trans y el cese de la violencia contra los homosexuales.