El Casino di Sanremo: El primer gran escenario del Festival de la Canción Italiana

De elegante Kursaal Liberty a cuna musical europea: cómo el emblemático Casino de Sanremo acogió las primeras 25 ediciones del festival (1951–1976).

Cuando el elegante edificio ideado por Eugène Ferret abrió sus puertas en enero de 1905 como “Kursaal”, pocos imaginarían que aquel espacio de música y juegos se convertiría en el epicentro de la canción italiana. Diseñado con magistral estilo Art Nouveau, con amplios salones, palcos y tres majestuosas cúpulas, el Casino se transformó desde 1951 en el corazón del Festival della Canzone Italiana, la semilla de lo que hoy es el Festival de Sanremo .

El 29 de enero de 1951, la voz del locutor Nunzio Filogamo inauguró la primera edición ante un público sentado en mesas, como si estuviera en un café‑chantant. Veinte canciones interpretadas por tres voces —Nilla Pizzi, Achille Togliani y el Duo Fasano— resonaron entre las urnas que circulaban entre los asistentes tras cada actuación. La ganadora fue la entrañable “Grazie dei fiori”, defendida por Nilla Pizzi, que ganaría además un premio modesto y un ramo de flores algo marchito.

La atmósfera era personal y cercana —salones iluminados, camareros que servían entre votaciones, mesas cómplices del ritmo de la música en vivo—, muy lejos del sofisticado espectáculo televisivo que vendría después. Con cada edición, el Casino se llenaba de artistas como Domenico Modugno, Gigliola Cinquetti o Adriano Celentano, y la RAI fue ampliando la cobertura hasta hacer del festival una cita ineludible.

Durante un cuarto de siglo, el Casino di Sanremo fue más que una sede: fue símbolo de renacimiento cultural y social en la posguerra. Su estructura era funcional y elegante: el Salón de Fiestas, la platea de 255 butacas, nueve palcos y galerías superiores se convertían en lugar de celebración y descubrimiento musical. El tranvía de 1913 que llegaba hasta su acceso reforzaba su conectividad y público.

En 1977 el festival emigró al Teatro Ariston, más moderno y amplio. Sin embargo, la impronta del Casino permaneció: allí nacieron emociones, estilos y canciones que atraviesan generaciones. Hoy, con más de un siglo de historia, el Casino sigue vivo como sede de eventos, conciertos, exposiciones —y ocasionalmente del Dopofestival— recordándonos su glorioso pasado.

El edificio diseñado por Ferret no solo representa la elegancia de principios del siglo XX, sino también el espíritu comunitario y creativo que hizo del Festival un fenómeno cultural. Cada rincón de su interior —desde las mesas del Salón de Fiestas hasta los palcos altos— conserva ecos de aquellas primeras notas e ilusiones. El Casino di Sanremo será siempre recordado como la cuna del festival, donde Italia redescubrió su voz en la música.

Eurovisión, Sanremo

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