La televisión pública irlandesa, RTÉ, ha desvelado que la candidatura de Wild Youth para Eurovisión 2023 tuvo un gasto de 340.000 euros en total, incluyendo la tasa de participación. En concreto, durante las dos semanas que la delegación irlandesa estuvo en Liverpool, se gastaron 42.314 euros en alojamiento de 14 personas y 9.351 en concepto de alimentación para estas 14 personas.
Respecto a la actuación, el gasto ascendió hasta los 164.575 euros, de los cuales la gran mayoría (105.099€) corresponden a la tarifa de la Unión Europea de Radiodifusión para poder participar en Eurovisión. El resto, fue destinado en parte para el diseño, decorados y utilería de la actuación (58.129€) y en la propia representación (1.347€). Además, también se deben sumar los gastos de desplazamiento y vuelos.
Estos gastos suponen un aumento en 25.000 euros más que la candidatura de Brooke para el festival celebrado en Turín, Italia, en 2022. Recordemos que la tasa de participación de Brooke en 2022 se situó en los 92.588 euros, una cifra bastante inferior respecto a la de 2023.
Descontento en Irlanda
Tras conocer que Wild Youth no se clasificaba para la Gran Final de Eurovisión 2023, un gran descontento recorrió Irlanda al conocer que su país volvía a no clasificarse a la gran final del concurso. A pesar de ser uno de los países con más victorias (empatado con Suecia), desde 2014, el país solo logró clasificarse en una ocasión: en 2018 gracias a Ryan O’Shaughnessy y su “Together”.
El propio cantante principal del grupo, Conor, expresó su frustración en una publicación de Instagram que luego fue eliminada.
Hicimos todo lo que pudimos. Michael Kealy [jefe de la delegación de Eurovisión de RTE] estuvo increíble. Pero la verdad es que nunca le dan una oportunidad a Irlanda, lo siento si te defraudamos. Hicimos nuestro mejor esfuerzo.
Conor O’Donohoe, vocalista principal de Wild Youth
Además, el jefe de la delegación de la RTÉ para Eurovisión, afirmó su orgullo por el trabajo realizado por Wild Youth como representantes de Irlanda en Eurovisión, a pesar del mal resultado, 13º en la primera semifinal.
A pesar de ello, la población irlandesa quedó profundamente decepcionada, una vez más, con el concurso. La frustración es tanta, que ya se oyen voces desde el propio país sobre la necesidad de presentarse al concurso, con discursos parecidos al de Reino Unido sobre la retirada del país del concurso. Sin embargo, otras voces apuestan por un cambio en el modo de trabajo de la candidatura, apostado por programas propios y un nuevo sistema de elección de representante.
Mientras tanto, la RTÉ ya puso en marcha de nuevo su preselección para escoger abanderado o abanderada para Malmö 2024:
Irlanda volverá a elegir a su representante para Eurovisión 2024 a través de un proceso abierto
¿Logrará Irlanda superar el bache de no clasificación en 2024? ¿Las voces críticas con Eurovisión en el país cogerán fuerza?