El 2020 ha sido un año catastrófico para la gran mayoría, a nivel personal, emocional y afectivo. La pandemia provocada por la Covid-19 ha dejado un mapa mundial desolador, donde millones de personas nos han dejado atrás en la carrera de la vida, pero siempre perdurarán en nuestro recuerdo y en nuestras emociones de una manera especial y emotiva.
Los eventos públicos, los teatros, los estadios y los conciertos han sido otro de los centros de la diana de la pandemia, ya que la actividad económica y social se ha quedado congelada a nivel nacional e internacional. Tras una exhausta pretemporada eurovisiva, donde la intensidad y la sorpresa cobraron el papel fundamental desde diciembre hasta marzo, el festival de Eurovisión fue cancelado, al igual que el resto de producciones y competiciones internacionales. Esto supuso un verdadero mazazo para todo nuestro conjunto. En primer lugar, para los seguidores del certamen, los cuales se vieron confinados y sin ningún tipo de entretenimiento, sobre todo cuando el entretenimiento se transforma en tu forma de vida, las canciones en acompañantes de tus emociones y los artistas en trocitos de tu alma, alguno de los cueles te acompañan durante cinco meses y otros durante el resto de tu vida.
Además, la rápida evolución de la enfermedad propició un verdadero golpe a la marca eurovisiva, dado que, por primera vez en sus 65 años de historia, el certamen se vio interrumpido y cancelado sin alternativa alguna a un plan B. Mención especial merece el dolor que debió ocasionar a los productores neerlandeses, los cuales han propiciado una de las mejores campañas de promoción, organización y planificación respecto al festival más importante de Europa. El respeto, la unidad y la constancia han sido los tres pilares fundamentales que sostenían el muro maestro de esta construcción. No obstante, a pesar de transformar su estadio en un hospital de emergencia y haber sufrido una de las oleadas más expansivas de la población europea, la televisión anfitriona no ha dejado en ningún momento de pensar en el festival ni ha parado de reajustar las condiciones a la edición de 2021, donde se han definido cuatro escenarios diferentes (dos presenciales y dos en diferido) para garantizar la celebración de Eurovisión 2021.
La peor parte a nivel emocional, se la han llevado los artistas de los 41 países participantes en el festival de 2020, quienes han visto como todo el trabajo realizado se esfumó en cuestión de segundos. El proceso de composición, las preselecciones, las canciones, los videoclips, la campaña de promoción, las escenografías para Róterdam y los miles de millones de ilusiones que habían generado en sus seguidores. Tendremos la suerte de ver a algunos de ellos representando de nuevo a sus respectivos países el año que viene. Otros volverán a probar suerte en sus finales nacionales. Pero, lamentablemente algunos no retornarán este año o quizás nunca más. Por ello, el equipo de ESCPlus España quiere conmemorar a todos y cada uno de ellos, dado que el festival nunca se llegó a celebrar, y por primera vez en la historia no hay un ganador. Todos sois ganadores de nuestro cariño y admiración. Todos formarán parte de nuestros recuerdos y tendrán un lugar en nuestros corazones, desde el primero hasta el último. Todos sois importantes. Todos nos habéis ayudado a seguir adelante en esta pandemia, consiguiendo evadirnos durante unos minutos de la realidad y permitirnos soñar con escenografías, votaciones y posibles realizaciones en Róterdam.
Nuestro aplauso de hoy, además de ir dirigido a cada sanitario, que son los verdaderos héroes sin capa de esta sociedad, va dirigido también a cada uno de los artistas, compositores y letristas, músicos, directores escénicos, escenógrafos, técnicos de sonido y producción, cámaras, realizadores, jurados, expertos, delegaciones, periodistas, comunicadores, retransmisores, personal de obras y mantenimiento, informáticos y seguidores que han participado de manera activa o asociada en el proyecto de Eurovisión 2020, y también a todos los que participen en 2021, ya que tienen una función muy importante y difícil de conseguir, devolvernos la ilusión.
Estamos seguros de que volveremos a soñar, volveremos a reír, volveremos a llorar de emoción a escuchar el ‘Te Deum’ el próximo mes de mayo, volveremos a bailar, volveremos a brillar y volveremos a recuperar toda la esencia que el 2020 nos ha apagado, pero nunca nos conseguirá robar.
Juntos seremos invencibles, juntos formaremos la unidad, juntos construiremos puentes de alegría y esperanza, juntos nos reuniremos de nuevo frente a los televisores para celebrar la diversidad, juntos subiremos a bordo del barco de los sentimientos, juntos nos atreveremos a soñar en un 2021 un poquito mejor y juntos abriremos nuestras mentes hacia una nueva etapa del festival. Resurgiremos como el ave fénix con más fuerza que nunca y nos convertiremos en los héroes de nuestra propia vida. Juntos celebraremos con euforia el retorno de la producción que ha cambiado nuestras vidas.
Gracias a todos, desde lo más profundo de nuestro corazón.