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La cadena pública húngara confirma que A Dal no será preselección eurovisiva en 2020

El portal de noticias oficial de la televisión pública húngara, MTI, ha confirmado hoy que el formato A Dal dejará de ser la preselección eurovisiva de Hungría en 2020 junto a la publicación del reglamento y la apertura del periodo de envío de candidaturas de cara a la edición de 2020.

La semana pasada, el documento con todas las reglas de la edición de 2020 se publicó en la página web oficial del A Dal. No obstante, tres horas más tarde todo rastro se eliminó, dando a entender un posible error con las reglas o que la publicación tuvo lugar antes de tiempo. Las reglas que se han publicado esta tarde son exactamente las mismas que las de la semana pasada, con lo que parece ser que sí se publicó una semana demasiado pronto.

Teniendo en cuenta que esta será la primera vez que A Dal no sea el mecanismo de selección de Eurovisión, parece probable (y así cree la mayoría de gente en redes sociales) que Hungría no tomará parte del certamen de Róterdam. No obstante, hasta ahora no hay confirmación explícita por parte de la cadena, tan solo el anuncio de la desvinculación.

A Dal se creó en 2012 como formato para seleccionar la candidatura húngara en el Festival de Eurovisión que se celebraría en la ciudad azerí de Bakú. La primera edición constó de 20 temas, divididos en dos semifinales para terminar con una final de ocho candidatos. El primer año ya contó con polémica respecto al formato de votación, criticando un sistema que le daba al televoto solo la quinta parte de la decisión en las semifinales mientras que en la final el jurado tenía poder absoluto en su última fase.

A pesar de las críticas, el A Dal fue un éxito de audiencias a nivel nacional, con más de un millón de espectadores siguiendo la final en M1. A Dal se estableció como una gran plataforma musical, tanto para artistas ya reconocidos en el mercado musical húngaro como para intérpretes que estuvieran buscando hacerse un hueco en las listas de ventas.

En cuanto a Eurovisión, A Dal gozó de un éxito similar, siendo una de las preselecciones más aclamadas a nivel musical aun con las constantes quejas sobre el poder del jurado — también criticado por también gran parte de la audiencia húngara debido a sus comentarios «inútiles» en la mayoría de actuaciones y el hecho de que solieran invalidar todo intento del televoto por influir significativamente en los resultados. No obstante, es innegable que el sistema funcionaba para Hungría, teniendo un 100% de apariciones en la final desde su retorno al certamen europeo en 2011.

Para la segunda edición, en la que ByeAlex acabaría llevándose la victoria, la emisora decidió llevar a cabo una serie de cambios intentando aplacar gran parte de las críticas. Notablemente, se añadieron tres galas eliminatorias antes de las semifinales, ampliando también el elenco de artistas a 30, un formato que se mantuvo hasta 2019 (ya que las reglas de 2020 indican un cambio de formato, ampliamos más abajo), y se cambió por completo el funcionamiento del televoto: las tres galas eliminatorias contaron con tres clasificados seleccionados únicamente mediante el jurado y otros tres clasificados seleccionados por el televoto. Este formato se mantuvo en las semifinales con dos candidaturas en vez de tres. En la final el sistema recibió un cambio de 360º, ya que esta vez sería el jurado quien decidiera los cuatro superfinalistas, dándole la palabra final al televoto.

En cuanto a audiencias, A Dal 2013 también fue un éxito de audiencias. Las cifras superaron ampliamente a las de la edición anterior, obteniendo 150 mil espectadores más en la final. Si bien las críticas aún estaban ahí, eran mucho más calmadas. Eurovisivamente el éxito se mantuvo: Kedvesem, una candidatura con un número considerable de seguidores en el entorno del festival, se clasificó a la final de Malmö para acabar con una décima posición en la final. Este formato se mantuvo hasta 2014 — año en que a pesar de un ligero descenso de telespectadores Hungría logró su segundo mejor resultado histórico.

2015 supuso el peor año hasta la fecha, evidenciando que cada vez había menos seguidores del A Dal unido a las severas críticas a la televisión MTVA debido a su cobertura informativa fuera de Eurovisión y A Dal — causando que hubiera gente empezando a boicotear todos los programas emitidos en ella. En este año se estableció el formato que se mantuvo hasta 2019, con solo un clasificado del televoto en las galas precediendo a la final (una «wildcard») y solidificando el 20% de poder del televoto. La final no sufrió cambios. En cuanto al Festival de Eurovisión, la ganadora Boggie tampoco contó con excesivo apoyo del continente europeo, teniendo que conformarse con una 20.ª posición en la final.

Los fantasmas se siguieron manifestando en posteriores años, con tres mínimos históricos de audiencias consecutivos en 2017, 2018 y 2019 y el aumento de las críticas, cada vez más sonoras, hacia un sistema que se había estancado. 2017 fue un año especialmente trágico, con enormes quejas, tanto por parte de los eurofans como los seguidores húngaros, durante la final al ver que el jurado dejaba fuera a Gabi Tóth, Freddie Shuman y Begi Lotfi con su tema étnico “Hosszú idők” a pesar de que en las galas anteriores gran parte de sus comentarios hacia la candidatura fueron positivos. Esta atrevida apuesta del jurado obtuvo un resultado positivo en mayo no obstante, con Joci Pápai recibiendo amplio apoyo y una octava plaza en el certamen celebrado en Kiev.

Tras la victoria del grupo metal AWS el año siguiente, lo que resultó ser una de las candidaturas más divisivas de los últimos años con una discreta 21.ª plaza en Lisboa, el jurado y el televoto húngaro decidieron seleccionar por segunda vez a Joci Pápai, esta vez con un tema emotivo en el que honoraba a su padre. Su canción, sin embargo, no caló con ni mucho menos el mismo interés en el público europeo, rompiendo la cadena de finales consecutivas y siendo la primera vez en diez años que Hungría no lograba acceder a la gala del sábado.

Las críticas alcanzaron su punto álgido. A Dal 2019 obtuvo el menor número de interacciones en redes sociales en años, la menor audiencia en la historia del certamen y los ataques hacia el jurado y MTVA se intensificaron considerablemente. El propio jefe de delegación húngaro hizo autocrítica tras la final, reconociendo varios de sus errores y apuntando que de cara a 2020 tenían planeado ampliar el formato de A Dal y acogerlo en un recinto más grande — hasta ahora siempre ha tenido lugar en un estudio de Budapest con una capacidad de apenas 350 espectadores.

Pasemos al formato de A Dal 2020. El método para enviar candidaturas permanece igual: un formulario online en jelentkezes.adal.hu para artistas adheridos a una discográfica. Ya aquí observamos un cambio relacionado con la desvinculación eurovisiva: se puede enviar cualquier canción publicada después del 1 de marzo de 2019, seis meses antes de la fecha que impone la UER en Eurovisión. Además, ahora tan solo se exige disponibilidad hasta marzo, no mayo.

Otras secciones relevantes incluyen:

  • Se permiten hasta 10 artistas sobre el escenario en cada actuación.
  • «[…] durante la duración de la competición (del 18 de enero de 2020 al 7 de marzo de 2020) […]», sugiriendo una posible ampliación del formato a ocho semanas.
  • Radio Petőfi entregará varios premios junto al título de A Dal 2020 durante la final: Mejor Versión Acústica, Mejor Composición y Mejor Descubrimiento.
  • El lanzamiento de los temas participantes estará en manos de la organización de A Dal.
  • La publicación del CD oficial de A Dal continuará en 2020.
  • Se mantiene la edad mínima de 16 años en la primera gala.
  • Se mantiene la duración máxima de tres minutos por tema.

Los organizadores del A Dal explican que quieren dar un enfoque más televisivo, centrándose en la producción y en darles una gran oportunidad musical a los vencedores — explicando que podrán actuar en numerosos festivales musicales bajo el patrocinio de la emisora.

¿Se retirará Hungría de Eurovisión? A primera vista y teniendo en cuenta la historia de A Dal, que ha estado siempre ligado a Eurovisión, parece probable. No obstante es posible que adopten un sistema como el de RAI con el Festival di Sanremo, dándole la oportunidad al vencedor de competir en Eurovisión pero pudiendo siempre rechazarlo, para optar entonces por otro competidor. De ser este el caso y considerando las palabras de la organización de A Dal, está más que claro que Eurovisión ya no será la prioridad. Es también posible que opten por una selección interna, en lo que sería su primera elección a dedo en casi una década.

Lo que sabemos es que, hasta ahora, no hay ninguna confirmación explícita por parte de MTVA o de un representante de la cadena. Solo podemos esperar que uno de los países más exitosos y apreciados en la última década no se retire del certamen.


Fuentes:Reglamento oficial, Declaración de los organizadores
Eurovisión

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