Columna de Opinión Eurovisión Eurovisión 2023 España

Una decepción mayúscula y mucho que reflexionar

Con estas líneas me despido de Eurovisión 2023, unas palabras que preferí escribir con la euroresaca habitual, que con el calentón que tenía el sábado. Este Festival ha sido raro, muy raro. Empezando por el hermetismo que nos hemos enfrentando y acabando por los resultados.

Este año antes del Festival teníamos tres favoritas destacadas: Suecia, Finlandia y España, llegaron los ensayos y los favoritos se mantuvieron más o menos igual. No hemos tenido algún ensayo malo de los favoritos, no hemos tenido una sorpresa que nadie esperaba en ensayos y se uniera a la puja por ganar. Loreen, llegó, cantó y venció. Y tengo que decir que merecidamente, por mucho que personalmente no fuera mi top 1.

Pero en rasgos generales me preocupan los resultados de este año, Eurovisión lleva unos años anclado en un punto que no avanza, los escenarios parecen todos copias los unos de los otros (a excepción del sol defectuoso), Eurovisión debería de ser puntera en muchos aspectos audiovisuales, como siempre lo ha sido, la cuna de los experimentos que los demás festivales cogen. Y ahora mismo un escenario de los MTV por ejemplo, es mucho más sorprendente, más rompedor; y lo sumas a las líneas gráficas, no nos quitamos el azul ni con agua, siendo este año muy bueno, pero por favor ¡colores! Donde se quedó el 2003 con la plastilina, pura fantasía.

Y este punto muerto afecta a los resultados, este año lo original, lo arriesgado y los sonidos propios de cada país, en su gran mayoría ha sido penalizados. Serbia sorprendía como siempre (24º), Portugal sonaba a ellos (23º), Albania y su serie turca era inconfundibles (22º), Moldavia puro folk (18º) y Francia inconfundible (16º); con las excepciones de Italia (4º) que siguen sonando a ellos, pero vaya directazo de marcó Marco o Finlandia con una apuesta tan rompedora, mezclando diferentes estilos y pidiendo un estadio entero su victoria.

Por otro lado, tenemos apuestas más de radio fórmula, más genéricas y realmente apuestan a los correcto consiguen buenos puestos como Estonia (8º), Israel (3º) Lituania (11º) o Chipre (12º) Si están en ese puesto es por justicia, pero me asusta que los países apuesten por algo sencillo y genérico y perdamos la originalidad, el toque propio de cada país, la diversidad… En definitiva, la magia de Eurovisión.

España y Blanca Paloma

La primera sensación con España es la sensación de un batacazo tremendo y es la que sentí yo viendo esos hirientes 5 puntos del televoto, pero tenemos que pensar en frío, un puesto 17º es malo sin ser horroroso, es más, es un puesto por el que hace 3 años hubiéramos matado literalmente, recordemos de dónde venimos y valoremos lo que tenemos a día de hoy. Y sobre todo tenemos un precioso 9º puesto en el jurado, por el que tenemos que sentirnos orgullosos ¡Muy orgullosos!

Pero tenemos que pararnos a reflexionar el porqué de esos 5 puntos del televoto y aquí la reflexión llega no solo a Eurovisión, llega a la preselección española: el Benidorm Fest. España tiene que tener claro lo que quiere y como lo quiere. A Eurovisión puedes ir con apuestas arriesgadas, diferentes y que no representen la industria musical de tu país y este año es una realidad.

«Eaea» por mucho que suene a España, no representa lo que triunfa ó se escucha en España. los números lo demuestras, no ha sido un éxito, no ha conseguido grandes reproducciones. Y las palabras de Niccola (el jefe de delegación italiana) resuenan en mi cabeza “Si algo no es un éxito comercial en tu país, como lo va a ser en Europa” y a la vista de los resultados bastante razón tenía. Lo cual no quita, que presentando algo arriesgado no se triunfe como le pasó a Serbia el año pasado y como este año con la misma fórmula se la ha pegado, nadie conoce la fórmula secreta de como se gana Eurovisión.

Otra fórmula por la que apostar, es como nació el Benidorm Fest, como un festival de música española donde el final del premio es Eurovisión, pero no de manera tan presente y clara. Este fue el espíritu de la primera edición y de ahí el éxito de varios temas. Sin embargo, la victoria de Chanel y el super puesto, “eurovisizó” esta segunda edición y es uno de mis grandes miedos, que para la tercera edición se busque el pop radiofriendly eurovisivo y se descarte la originalidad y el riesgo en detrimento.

El ejemplo más claro es Italia, más del 50% de las apuestas de San Remo son éxitos nacionales, y son éxitos del año entero, no solo la ganadora, si no varias más. ¿Italia sobrevalorada? Para gustos technicolour, pero lleva cantantes punteros y canciones que son auténticos hits en su país y si arrasan en Italia ¿Por qué no podrían arrasar en Eurovisión? Es pensar más en elegir lo mejor patrio y no pensar tanto en qué formula gustará en Europa. Sentir orgullo y ser un éxito en tu país y si en Eurovisión no funciona tan bien, da igual, porque tienes todo un éxito detrás, por eso los cantantes de primer nivel en Italia no le tienen miedo a Eurovisión, porque ganar San Remo es mucho más importante y garantía de éxito, Eurovisión es un mero juego para ellos. Que digo Italia, como digo Portugal ellos son fieles a su estilo, arriesgados y nuevamente vuelven a salir años bien o años mal, pero sus candidaturas son éxitos nacionales.

Sobre esto hay defensores de las dos partes y creo que no debería de ser blanco o negro, hay grises y dependerá el año merecerá más la pena una opción u otra, pero lo que no tiene que perder las miras el Benidorm Fest es en ofrecer un espectaculo para la industria musical española y no ser una preselección eurovisiva deluxe, esta segunda opción tiene una fecha de caducidad temprana.

Lo bonito de este año, lo bonito de Blanca Paloma es que más no la podemos pedir, nos ha regalado una pretemporada ¡Preciosa! ha cantado en todos los sitios que ha podido y la han dejado, se ha currado cada actuación, las prepartys que se pateó de toda Europa, haciéndonos sentir absolutamente orgullos de presentar algo tan bueno.

Pasado el tiempo, podrá mirar sus tres minutos de actuación y ver que fue perfecta, emocionante, vibrante y poder decir sin exagerar ni una gotita que, si no fue el mejor directo de la noche, se le acercó. Porque realmente no cambiaría nada de este año, como diría una mítica “si tuviera que volver a votar, votaría lo mismo”. ¡¡Viva la Blanca Paloma!!

Que importante es sentir que un puesto 17º no es justo y no dar gracias por salir del 20º. «Eaea» se une a un club de canciones que no fueron comprendidas en su momento, que nadie entiende cómo pudieron quedar mal, probablemente se quede en el recuerdo colectivo los 5 puntos del televoto que el noveno del jurado, pero no os preocupéis para eso estamos los eurofans, para sacar orgullosos los datos y para defender una candidatura de raza, de raíz, emocionante, con un directo impecable y una de las mejores realizaciones vistas en la delegación española.

Ahora es momento de lamernos las heridas, de sentirnos enfadados si queremos, pero sin verter odio a ningún candidato, es momento de que la UER de una vuelta a Eurovisión y que el año 2024 sea un nuevo renacer, un nuevo camino para avanzar y sentirnos orgullosos del Festival más importante del mundo.

Esta reflexión es aplicable a RTVE, con la noticia de los cambios del Benidorm Fest es una muestra de ello, que se abra la recepción de candidaturas tan pronto y que se trabaje desde ya, es un síntoma de querer hacer las cosas bien, de pulir un camino tan difícil, complicado e incierto como es ganar Eurovisión.

Y a vosotros mis cielas, gracias por leerme, gracias a todo el equipo de ESCPlus por el trabajazo ¡Qué bonito y que orgulloso estoy de estar aquí! que pase pronto esta resaca (emocional) ya sabéis qué #SerEurofanNoEsFacil, peo tenemos motivos que nos alegran, porque Eurovisión 2024 ¡Acaba de empezar!