Continuamos con un nuevo artículo de opinión en la sección ‘Reaccionando a Eurovisión’. Hoy hablaré sobre la candidatura de Portugal, que estará representada en Kiev por Salvador Sobral y su canción “Amar Pelos Dois”.
Portugal retorna este año al festival y para ello ha vuelto a optar por elegir a su representante a través del Festival Da Cançao. El ganador de esta nueva edición del festival musical más prestigioso de Portugal ha resultado ser Salvador Sobral con su canción “Amar Pelos Dois”.
Respecto a la propuesta ibérica se que hay dos concepciones de verla, la primera de ellas es la de opinar que es una propuesta clásica y antigua y la segunda de ellas es pensar que es una ‘masterpiece’.
Yo personalmente estoy de acuerdo en ambas opiniones. Me gusta mucho la propuesta de Portugal para Eurovisión. Es evidente que es una canción más clásica para la música que estamos acostumbrados a escuchar, es una realidad; Sin embargo, no por ello es una canción pasada y digna de haber representado al país en los años 50 como muchos dicen. A veces hay que buscar lo original para destacar en tre lo actual y creo que esto es lo que ha hecho Portugal.
A mí el conjunto no es que me entusiasme por la canción, porque siendo sinceros no la tendría en mi Playlist musical, sino por la gran capacidad de transmisión que tiene Salvador sobre el escenario. La voz de Salvador me parece muy delicada para ser masculina y eso me gusta, además cada uno de los gestos que realiza a cámara me transmiten un sentimiento y eso es con lo que yo me tengo que quedar en un programa de música en directo.
A pesar de que Portugal se encuentre cuarta en las casas de apuestas, no las tengo yo todas consigo para que se clasifique para la final, y sinceramente tengo miedo de la recepción del tema tanto en el jurado como fundamentalmente en el tele-voto que es el que quizás menos aprecie el matiz de Salvador o quizás sea el que más.
No obstante, como en Eurovisión nunca se pueden predecir las cosas, espero que este sea el año en el que por fin Portugal sea reconocida y no se la infravalore, y que por ello pueda alcanzar la final deseada desde 2010. Sea cual sea la suerte de Salvador en Kiev le deseo la más fuerte de las suertes de sus vecinos españoles.