Columna de Opinión Eurovisión

Reaccionando a Eurovisión 2020: Moldavia

La temporada de preselecciones y anuncios oficiales para el festival de Eurovisión 2020 continúa y es el momento en el de que cada país participante va publicando sus candidaturas para el certamen musical más seguido de Europa.

Uno de los últimos países en seleccionar su candidatura ha sido Moldavia, el cual ha decidido volver a optar por el ‘O Melodie Pentru Europa’ como método de preselección nacional. He de comentar que siendo habitualmente catalogada como una de las peores preselecciones nacionales, este año ha dado un vuelco y ha presentado gran variedad de estilos musicales, buenas producciones y varias candidaturas destacables y dignas a alcanzar la gran final de Eurovisión 2020.

La ganadora resultó ser Natalia Gordienco con la canción ‘Prison’ compuesta por el conocido Phillip Kirkorov.

Me apena que la ganadora no haya sido una canción con sonidos propios de la geografía moldava y bailes regionales puesto que había varias candidaturas con arraigo cultural. No obstante la candidatura ganadora es una balada potente que puede hacerse con un hueco en la final de Eurovisión.

La canción comienza con un potente salto instrumental que ya pone en alerta que se trata de una balada con buena producción y aparentemente dinámica. El estribillo deja un halo de intriga y el pequeño puente que conecta a la estrofa tiene mucho potencial instrumental con un tempo más marcado. La segunda parte de la canción vuelve a evolucionar de la misma manera hasta llegar al gran puente final donde la melodía se vuelve mucho más rápida y los coros aportan una fuerza sonora impactante.

El concepto escénico lo tiene muy claro, pero yo no le encuentro mucho sentido entre sí. No entiendo la relación que quiere establecer entre las emociones del mensaje y unas sillas luminosas. El efecto de niebla densa es muy acertado y aporta un entorno oscuro e intrigante. El láser me parece un efecto Dotter a pequeña escala y me da miedo que quieran intentar copiarlo si esta va al festival de Eurovisión. El momento en el que aparecen los coros transmite mucha fuerza. Moldavia ha demostrado un buen trabajo escénico durante las últimas ediciones del festival y espero que vuelvan a optar por una escenografía visual y sin impedimentos.

Natalia irradia carisma y presencia escénica sobre un escenario que lo hace suyo. Vocalmente tiene poco que objetar porque tiene una voz potente y afinada en todo momento y creo que puede ganar muchos puntos en este aspecto. También cabe destacar la dosis de dramatismo que aporta a la balada y las emociones que es capaz de transmitir tanto con la mirada como son sus sutiles y elegantes movimientos.

Deseo a Moldavia la mejor de las suertes en el festival de Eurovisión y espero que nos vuelvan a sorprender con una escenografía impactante logrando la gran final en Róterdam.