La temporada de preselecciones para el festival de Eurovisión 2019 ha llegando a su final con la celebración de las últimas finales nacionales.
Uno de los últimos países en seleccionar a su representante mediante una preselección nacional ha sido Portugal, el cual ha seleccionado a su representante a través del tradicional Festival Da Cançao organizado por la RTP, formato empleado por la cadena para seleccionar a su representante en Eurovisión desde su debut en 1964. La decisión final estuvo repartida entre un jurado profesional y el tele-voto a través de sus llamadas y SMS durante dos rondas de votaciones.
El vencedor tras el computo de las dos votaciones resultó ser Conan Osíris alzándose como favorito del jurado y de la audiencia con la canción “Telemoveis” con la cual viajará hasta Tel Aviv para intentar conseguir el pase a la gran final por tercer año consecutivo.
Me alegro muchísimo por que Portugal haya decidido escoger una propuesta tan arriesgada y vanguardista como esta, pocos países se atreverían a arriesgar tanto. Si hace unos meses me preguntaran por Portugal, jamás me hubiese imaginado una candidatura así de diferente y atrevida.
No sabía catalogar la canción de Conan en un solo estilo, ya que creo que tiene influencias de balada, de urban, de música experimental y una larga lista de estilos musicales, los cuales todos juntos y bien compaginados hacen de la candidatura portuguesa una gran apuesta y sin duda alguna cargada de originalidad.
Su voz es bastante peculiar y tiene una tesitura poco frecuente capaz de hacer giros melódicos muy diferentes y agradables de escuchar. Además tiene un punto muy llamativo, que jamás hace una actuación exactamente igual que otra de las anteriores, siempre hace algún giro diferente y eso para mí es un punto a favor, pero no deja de ser un arma de doble filo donde es muy fácil hacer algún descuido.
Además ha conseguido que el Festival Da Cançao juegue con una realización cargada de planos en sus inicios y un concepto escénico más extrovertido y dinámico, además de una escenografía diferente y con elementos escénicos.
En cuanto a la puesta en escena he de decir que es un ‘cuadro’, pero en el buen sentido, ya que creo que una candidatura tan arriesgada y vanguardista debe de tener una puesta en escena igual de llamativa y diferente que consiga llamar la atención del espectador en todos los sentidos y ocasionarle una explosión mental capaz de admirar el atrevimiento y la originalidad de una candidatura tan innovadora. No obstante yo cambiaría algunas cosas como la cinta esa que le recubre la cara de plástico o la flecha que lleva unida a los dedos hacerla en otro diseño. El estilismo también es bastante extraño y vanguardista.
Sin duda alguna creo que Portugal viene con ganas de volver a ganar el festival, y sabe que solo puede ganar aquella candidatura que consiga sorprender a todos y cada uno de los espectadores, haciendo que sea de sus favoritas o de las que menos gustan, y creo que en esta ocasión van a predominar los primeros.
Deseo toda la suerte del mundo a la delegación portuguesa y a Conan Osíris, el cual va a dar un nuevo sentido y renovación al festival, al igual que lo hicieron otros candidatos portugueses como Salvador Sobral.