La cadena pública checa está de celebración, ya que tras anotar el mejor resultado del país en la pasada edición del festival de Eurovisión, el ente nacional ha recibido alrededor de 300 canciones para Kiev 2017. Esto demuestra que además de la alegría por haber conseguido llegar a la final en 2016, el país está entusiasmado y se siente con fuerzas para igualar, o incluso superar dicha marca.
La nación checa debutó en el certamen en Helsinki 2007, pero tras registrar las últimas puntuaciones durante tres años consecutivos en los que no pudieron siquiera pasar a la final, el pequeño país centro-europeo decidió retirarse.
Yo creo que esta decisión fue coherente y en el peor de los casos pudo ser hasta correcta, ya que el historial de propuestas que había mandado la república al certamen fue de mal en peor. Esto culminó en la edición de 2009, cuando la república evidenció la situación más embarazosa que se podrían esperar, enviando al certamen a Gypsy.Cz, un Superman, que sin apenas entonar una nota, realizó su número sobre el escenario más grande que Eurovisión había construido jamás. Evidentemente no sumaron ningún punto en su marcador y se quedaron excluidos de la final del concurso.
Creo que la decisión de enviar semejante candidatura, pudo verse inspirada en la edición anterior, cuando España mandó a Rodolfo Chiquilicuatre y a sus alocadas coristas. En España somos tan incrédulos que para ese momento muchos nos esperábamos la victoria, pero analizándolo ocho años después, muchos nos arrepentimos de dichaa decisión, y nos reafirmamos en no volver a mandar otro ridículo semejante. A pesar de los abucheos en el estadio europeo, España quedó en decimosexta posición… ¿Quizás Chequia se esperaba un Rodolfo 2.0?
Así fue como el país se retiró del certamen para reflexionar y aprender de sus errores, y posiblemente pensando en retornar cuando se viesen lo suficientemente preparados para ganar el certamen musical más importante de Europa.
De manera inesperada, la República Checa anunció su retorno para la edición de 2015, seis años después de su última intervención. Para esta, resurgió de entre sus cenizas y apostó por Marta Jandová y Václav Noid Bárta, los cuales compusieron la canción ‘Hope Never Dies’. Ellos son dos de las figuras más destacadas del rock checo, pero a pesar de ser rockeros, decidieron apostar por una balada in crescendo que pudiese reflejar el entusiasmo y la superación de la nación.
La canción tiene un mensaje totalmente transparente, ya que si traducimos el título, este nos quiere decir ‘La esperanza nunca muere’ y tan cierto es, que hasta la etapa de semifinales mantuvieron esta esperanza viva y todos deseábamos ver al país en la gran final del certamen. Finalmente obtuvieron una criticada decimotercera posición y tuvieron que regresar a casa con esa espinita malherida clavada en el alma.
Se podría decir que el 2016 ha sido un año cargado de emociones y sorpresas que quedarán grabadas en la memoria de los checos de por vida. El 10 de Marzo se proclamó que Gabriela GunGunziková sería la abanderada checa en el certamen.
Su balada ‘I Stand’ fue bastante bien recibida, aunque no ocupaba los altos puestos ni de las casas de apuestas ni de los aficionados, a pesar de ello, es una balada que sigue la línea de lo correcto y que desenfunda en un minuto final elevado y emotivo.
Así fue como Gabriela se convirtió en la esperanza blanca del país y en el caballo blanco de Eurovisión 2016, ya que pese a que la prensa pensaba que la nación checa no conseguiría el pase durante un año más, la rubia se impuso a sus rivales y consiguió el ansiado puesto en la final. En ella no consiguió un gran resultado, ya que ocupó la vigesimoquinta posición con un total de 41 puntos otorgados por el jurado y una puntuación nula por parte del tele-voto.
Ahora la cadena pública CT se encuentra sumergida en una de los momentos más bonitos de su etapa eurovisiva, la elección de la canción que les representará en Kiev 2017.
Para esta edición la cadena se muestra optimista y alegre, después de conocer que el número total de propuestas recibidas para el certamen rondaría o superaría las trescientas canciones.
También se encuentran en uno de los momentos con mayor presión, ya que pese a haber saboreado la final el año pasado, no pretenden dejársela escapar para este, y deben de analizar cada una de las propuestas recibidas para evaluar cuál de ellas podría mejorar dicha marca, y continuar así el ascenso del país en el certamen.