Columna de Opinión Eurovisión Junior Eurovisión Junior 2023

Eurovisión Junior 2023, un festival muy vivo

Eurovisión Junior, ese festival que han matado tantas veces, sigue más vivo que nunca y volverá a nuestras pantallas el domingo, 26 de noviembre

Y un año más, todos los niños y niñas talentosos de Europa se preparan para la vigésimo primera edición del certamen Junior de Eurovisión, el cual, se celebrará el 26 de noviembre en Niza (Francia) y donde 16 países buscarán hacerse con el codiciado mini micrófono de cristal, donde por supuesto está España y la niña de todos: Sandra Valero.

Esta noticia para mucho eurofan puede ser algo que odie, que le es indiferente o incluso una parte está más emocionada que con el propio Eurovisión. Pero, lamentablemente, como es algo habitual en estos casos, aquellos que lanzan y vierten toda la bilis que llevan dentro son los que llaman más la atención, los que se llevan los titulares y los que ayudan a tirar por el suelo la marca del Junior, porque aquí el centro de muchos comentarios vergonzosos la diana son niños, lo que muchos parecen olvidar.

Este tipo de comentarios, para mí, no deberían de ser recibidos por nadie, pero mucho menos por niños, como tiene que ser tu vida para verter toda esa basura, mi ciela, sal al campo y toca el césped, toda una experiencia sensorial y si además consigues que se te active el chip de la empatía, sería ya de 12 puntos para tu vida en general.

Y a partir de esta premisa, muchas personas piden la retirada de este Certamen musical, algo que para nada estoy de acuerdo. Prefiero mil veces tener el placebo del Junior esperando la temporada de preselecciones de Eurovisión, que los inventos tan locos y tan fracasados como pueden ser Eurovisión América, EuroAsia o EuroBrunete a este paso.

Razones para cancelar Eurovisión Junior hay muchas, puedo compartir alguna, pero hay muchas que no estoy de acuerdo, sobre todo en la que los niños se exponen y sufren por ello. Creo que actualmente queremos sobreproteger a los niños de una manera desorbitada ¿Qué tiene de malo que un niño quede último? ¿Qué va a pasar un mal rato? Evidentemente, pero también aprenderá poco a poco que en la vida no siempre se puede ser primero, que no siempre será todo flores y corazones y sobre todo, empezará a madurar y a gestionar su frustración y el fracaso y que mejor campo, que en el que más disfruta. Estamos en una orbita tan sobreprotectora que tenemos personas con 25 años que cuando algo no les sale bien a la primera se hunden, porque anteriormente no han vivido ninguna experiencia mala o un no.

¿Qué esto lo pueden aprender en otros aspectos de la vida? Por supuesto. Pero recordemos que estos niños quieren ser artistas de mayores y precisamente hablamos que es un mundo muy complicado, muy cruel y muy injusto. Y sobre todo para ellos el Junior es un juego, un gran juego con muchos amigos europeos, una experiencia en un escenario brutal, algo de lo que presumir con los años. Y por supuesto, todos tendrán una familia que les arropará, que les levantará y sobre todo que les pondrá en perspectiva todo lo bueno que tiene esta experiencia, donde lo bueno, ganará a tener un cero por parte de Albania.

Todos nuestros niños actuales hablan maravillas de Eurovisión Junior, hablan de los muchos amigos que hicieron, de lo bien que se lo pasaron y de la experiencia vital tan bonita que es viajar a otro país, ver otras culturas juntas y darse cuenta que muchos países pueden estar juntos y disfrutar entre ellos. Y donde por supuesto, estoy seguro que en el Benidorm Fest veremos a alguno. (guiño, guiño Melani este año).

¿Acaso no les vamos a permitir jugar a ningún deporte por si pierden y quedan últimos? ¿No les vamos a dejar participar en una competición de juegos de mesa donde pueden quedar eliminados en la primera ronda? Está claro que hay muchos juguetes rotos, niños explotados, niños que han acabado mal, son los que acaparan más titulares, los que más bombo se da, pero después de 21 ediciones, no tenemos ningún niño traumatizado por quedar mal en Eurovisión, fíjate que muchos hasta repiten y con unos padres o unos familiares dirigentes se puede apoyar el sueño de un pequeño, bajo la responsabilidad, el afecto y la enseñanza.

Esta reflexión es meterse en un jardín muy espeso y estas pocas líneas quizás sean escasas para un debate de muchas horas, pero lo que quiero que quede claro, es que si un niño tiene el sueño de cantar, ser el representante de tu país en un certamen de nivel europeo puede ser uno de los puntos álgidos y más bonito de su vida, independientemente de llevarte 100 puntos o 0.

Otra de las críticas que más leo y puedo estar de acuerdo, es la “adultización” de los niños y en eso estoy totalmente de acuerdo, la tendencia de estos años es premiar a niños casi adolescentes con canciones y apuestas demasiado adultas para su edad, sinceramente prefiero mil veces más una apuesta divertida y acorde como fueron las abejas de Georgia de 2008 a apuestas tan maduras como la de Polonia y su «SuperHero».

Personalmente quiero volver a letras como “chachipiruli, me va, me va” o “navengando por la red, navegando en internet”, quiero ver a niños siendo niños, estribillos fáciles, apuestas divertidas y bajar en nivel teen, que personalmente a mí, no me gusta. De ahí que disfrutara tanto con la apuesta francesa el año pasado (mi favorita desde el principio) y no quería la victoria de Armenia, una apuesta de una niña que en apariencia parecía que tenía 20 años. Y se que lo tengo muy difícil, porque realmente candidaturas infantiles de las que me gustan a mí, hay muy poquitas todos los años y a Santa Carola doy gracias, España está entre ellas.

Respecto a la muerte del Junior le llevan enterrando desde que españita decidió irse, es verdad que pasó periodos oscuros, pero el mismo certamen de los mayores también los ha pasado, pero decir que ahora mismo esta muerto es que no hay más ciego que el que no quiere ver. Teniendo a todos los miembros del Big 5 participando (los que más pasta aportan) porque Azerbaiyán no participe, José Antonio ¿Tu piensas que va a desaparecer? No mi ciela, no. El problema que las televisiones públicas europeas ahora mismo no están en su mejor momento financiero y participar en el Junior y en el Senior su problema puede ser monetary.

Además este año tenemos el brillante debut de Estonia, algo que está muerto no estrena países ya se lo digo yo señora y señore. ¿Qué el sistema de votación podía ser mejor? Tan evidente como podía serlo el de Eurovisión. Si nos ponemos a pedir la retirada de concursos porque son mejorables, creo que no tendríamos ningún concurso en antena, ya te lo garantizo yo. Además, no seamos cínicos y este sistema le beneficia a España, pues disfrutemos de quedar bien, ya tenemos suficientes disgustos con los adultos.

Y si nos ponemos quisquillosos y puntillosos, los escenarios del Junior últimamente le dan un repasito a los del Festival de adultos, por no hablar de las canciones del junior por parte de España, en comparación con los 10 últimos años, con preselecciones incluidas…

Este año toca apoyar a Sandra Valero, otra niña que soltando talento cada vez que la vemos en pantalla, para ella empieza su juego, su sueño, a nosotros solo nos queda decirla cosas bonitas, apoyarla y que se sienta arropada por todos, si vas a escribir cosas negativas de ella, te aconsejo meterte un dedo en el culo y soplar, de este modo no haces daño a nadie y tú te entretienes solo.

Y sinceramente, lo que veo es mucha envidia adulta de ver como niños a los que doblas o triplicas la edad son más brillantes y talentosos que lo vas a ser tú en toda tu vida. Ya quisieras tener tu la mitad del vozarrón de Melani, la gracia y el desparpajo de Soleá, la sonrisa y el buen rollo de Levi o saber y cantar y bailar como Carlos…