Columna de Opinión Eurovisión

El poder de la balada nórdica

Me encanta poder decir que la temporada eurovisiva está al borde del estallido de salida, ya que a pesar de conocer a los primeros artistas y canciones que lucharán por triunfar el próximo mes de Mayo en Kiev, Febrero es sin lugar a duda el mes donde se decidirán la mayoría de las propuestas que lucharán por cumplir este objetivo.

Anoche tuvo lugar la final del UMK finlandés, de la cual resultó ganadora Norma John con el tema “Songbird”, una hermosa balada compuesta por Lasse Piiirainen y Leena Tirroen, e interpretada por la delicada y minuciosa voz de Norma. Sin duda alguna esta canción me hace elevarme al éxtasis musical, ya que posee un climax melancólico a la vez que inimitable.

Creo que para interpretar este tipo de baladas espirituales hay que tener una voz bastante limpia y pulida, y sin duda alguna Norma la tiene y la sabe manejar al milímetro y ajustarla a una propuesta que, sin lugar a dudas volverá a emocionarnos en Kiev, y me arriesgo a decir que retomará la final finlandesa y por qué no decirlo el Top 10 en ella.

Sin embargo, estamos ya acostumbrados a este tipo de melodías, ya que cada vez son más constantes en los países nórdicos, aunque no por ello significa que nos parezcan iguales ni monótonas, porque no lo son.

En 2012, la delegación finlandesa estuvo representada por Pernilla, y a pesar de no conseguir el pase a la final, su interpretación de “När Jag Blundar” se mantuvo impecable y, por lo menos a mí, me tocó la fibra sensitiva del corazón. Creo que este tipo de canciones podrían ser himno de cualquier banda sonora cinematográfica con el fin de emocionar al espectador.

Aún a día de hoy sigo sin comprender que este tema se quedara en semifinales, pero tampoco quiero pensarlo, porque me entristece y me frustra a partes iguales.

Dos años más tarde, los nórdicos nos volvieron a sorprender con la balada sentimental, ya que tanto Noruega como Suecia apostarón fuerte por este género.

La primera de estas, Noruega, fue representada por el carpintero Carl Espen y con el tema “Silent Storm” que obtuvo una octava posición en la gran final del certamen.

Sin duda alguna, nos encontramos ante una de las baladas más sinceras y profundas de Noruega en el certamen, y como muestra de ello está que mis pelos se erizaron y se mantuvieron en ese estado durante los tres minutos de canción.

Otra de las baladas de la noche fue la de la sueca Sanna Nielsen, que tras siete participaciones en el Melodifestivalen consiguió representar a su país en el festival y conseguir la tercera plaza en la gran final. Su tema “Undo” pertenecía a una balada más comercial y se introduce en el ámbito balada-pop.

Su escenografía fue sencilla pero muy emotiva, ya que la cantante se posicionó en medio de una plataforma envuelta por un juego de luces que simulaban la forma de un diamante, y dentro del cual desarrolló toda la escenografía, rodeada de pequeñas luces y emitiendo un potente desgarre vocal que nos dejó anonadados.

Noruega volvió a apostar por una balada en 2015, esta vez interpretada por el dúo Morland & Debrah Scarlett. Su canción se tituló “A Monster Like Me” y sin duda alguna ha sido una de las propuestas que más me llegaron al corazón, ya que us voces pulidas, sus miradas cargadas de complicidad, y su escenografía sencilla a más no poder, consiguieron crear una especie de frialdad-calided en mi cuerpo.

Quizás esta sea la propuesta (de las citadas) que más se asemeja a “Songbird” pero en verdad son dos propuestas muy diferentes, marcadas por un instrumental tan emocional como intuitivo.

No podía acabar este artículo sin citar a una de mis propuestas favoritas en la historia del certamen, dado que con apenas tres estrofas de voz cantada y con un amplio despliegue instrumental con el violín, Secret Garden consiguió vencer en el festival de 1995, imponiéndose al gran caballo blanco de la noche, España, que estuvo representada por Anabel Conde y su canción “Vuelve Conmigo”.

“Nocturne” me parece una obra maestra de la música y sinfonía universal, y cada vez que la escucho me hace reflexionar sobre la existencia y sobre las profundidades de la vida, el camino que llevamos y hacia donde nos dirigimos…

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