En la edición de Eurovisión de cada año, antes de que suene la primera nota, ya hay favoritos en todas las casas de apuestas. Los operadores ya no solo predicen ganadores, sino que también logran marcar el pulso y la emoción del festival de música europeo.
Hace mucho tiempo que Eurovisión dejó de ser solo una competición musical. Actualmente, este evento es todo un fenómeno social donde confluyen arte, espectáculo, geopolítica… y apuestas. Cada año, incluso antes de que comiencen los ensayos, las casas de apuestas España y de todo el mundo ya tienen la maquinaria en marcha para hacer sus predicciones. Y no son cualesquiera ya que, aunque a veces sorprenden por su raras propuestas, en muchas ocasiones aciertan de pleno con lo que va a suceder. Siempre alimentan el eterno debate sobre los ganadores.
De hecho, este vínculo entre Eurovisión y las apuestas ha evolucionado hasta convertirse en una parte esencial de la experiencia eurofán. Las cuotas varían, se disparan o se desploman según se filtran ensayos, se publican videoclips o se va sabiendo más sobre la escenografía de turno y la evolución de los temas que van a competir. ¿Puede una balada intimista destronar a un hit que se apodera de tus caderas? ¿Cuánto pesa el orden de actuación? Las casas de apuestas no solo dan números: traducen todas las opiniones y análisis de todo un continente para convertirlos en cifras claramente legibles.
Una relación que se afianza año tras año
Fue en los 90 cuando los operadores de juegos de azar y Eurovisión comenzaron a andar de la mano, aunque su auténtico boom fue con la llegada de internet y las primeras casas de apuestas online. Las plataformas más veteranas fueron pioneras, demostrando por enésima vez por qué son líderes en este sector, y comenzaron a introducir incluso rankings con actualizaciones en tiempo real a medida que avanzaba la temporada eurovisiva. Llegaron a convertirse en la principal fuente de información para saber cuáles eran los favoritos en cada edición.
Poco a poco han ido evolucionando al mismo ritmo al que lo ha hecho el Festival de Eurovisión. En este tiempo, han pasado de indicar únicamente el posible ganador, a ofrecer un enorme y amplio sistema en el que se habla de quiénes se calificarán en semifinales, quiénes estarán en el Top 5 o incluso quién será colista. En algunos casos, también permiten conocer a los favoritos por bloques geopolíticos (Europa del Este, Nórdicos, Big 5, Balcanes, etc.).
Lo abarcan todo a partir de datos como las escuchas en plataformas de streaming, visualizaciones de videoclips, los comentarios en redes e infinidad de factores. Algo muy similar a lo que se ofrece aquí, en ESCplus, con nuestra herramienta de predicciones de Eurovisión.
Con el tiempo, se han convertido en un canal que sirve a los fans para hacer sus porras personales y vaticinar posibles ganadores, como también para estar al tanto de cualquier novedad. Si, de repente, un artista escala varios puestos o baja, es porque algo ha sucedido, invitando así a buscar información para saber qué ha sucedido cuanto antes.
¿Son las cuotas el nuevo oráculo del festival?
Sabiendo los algoritmos y tecnologías que usan las casas de apuestas para establecer sus cuotas, es fácil pensar que son la mejor forma de saber quién va a ganar cada edición de Eurovisión. Sin embargo, su precisión, por alta que sea, no es absoluta. Siempre hay un margen de error aunque haya casos en los que hayan acertado de pleno. Sin ir más lejos, la ganadora de Eurovisión 2023, Loreen, fue favorita en las casas de apuestas durante semanas, y lo mismo sucedió con Netta en 2018. Los algoritmos lo sabían.
Por su parte, en 2022, con los ucranianos Kalush Orchestra entraron en juego diferentes factores geopolíticos ajenos al festival que marcaron un antes y un después. En los meses previos, Ucrania superó ampliamente el 50% de probabilidades de triunfo con cuotas disparadas lo que catapultó al grupo hacia la victoria en el certamen.
Pero como decíamos, no siempre es así. En Eurovisión 2014, los operadores no lo tenían nada claro hasta que Conchita Wurst dio la gran sorpresa con sus ensayos y, sobre todo, con su actuación en directo.
La conclusión más clara que se extrae de ambos extremos es que las cuotas pueden servir de termómetro para medir la temperatura del evento en todo momento, pero no afianzan con plena certeza lo que va a suceder desde el primer momento. Se adaptan a la volatilidad de Eurovisión, sobre todo, en las intensas semanas de ensayos cuando poco a poco se van conociendo más detalles de las actuaciones de cada país. Es necesario destacar esa naturaleza tan cambiante que tienen la música y el espectáculo, que a veces puede ser tan impredecible.
El camino sigue para la música… ¿y el azar?
Eurovisión no deja de crecer en popularidad dentro y fuera de Europa al igual que las casas de apuestas. La relación entre ambos mundos va a seguir afianzándose con los años sirviendo para que los eurofans y el público general tengan una fuente de datos sobre cómo se encuentra la competición del festival cada año.
Hay que destacar que nos ofrecen una perspectiva de cuáles son las propuestas más llamativas para los apostantes y, por consiguiente, más competitivas, pero no son un fiel reflejo de resultado final.
Si llegarán a fusionarse de algún modo es algo difícil de predecir, pero desde luego que van a seguir colaborando muy estrechamente. Habrá más apuestas de Eurovisión, como también habrá más ediciones de este evento. Son dos realidades incuestionables.