A lo largo de sus casi siete décadas de historia, el Festival de Eurovisión ha ofrecido momentos musicales que han quedado grabados en la memoria colectiva. No siempre se impone la propuesta más elaborada ni la voz más potente, pero muchas veces el recuerdo lo conquistan aquellas actuaciones que, por su originalidad o carácter rompedor, se han convertido en iconos del certamen.
Con la edición de Eurovisión 2025 a la vuelta de la esquina, proponemos un repaso por algunas de las actuaciones más peculiares y recordadas del festival. Propuestas que, sin necesidad de obtener la victoria, han logrado su propio lugar en la historia del concurso.
Rodolfo Chikilicuatre – Baila el Chiki Chiki (España, 2008)
En 2008, España sorprendía con una candidatura que rompía por completo con las convenciones eurovisivas. Rodolfo Chikilicuatre, personaje creado por el actor David Fernández, fue impulsado desde el programa de televisión Buenafuentey elegido a través del concurso Salvemos Eurovisión. Su propuesta, cargada de sátira y humor, no solo consiguió mejorar los resultados de años anteriores, sino que dejó una marca imborrable entre los seguidores del festival.
Lordi – Hard Rock Hallelujah (Finlandia, 2006)
El grupo finlandés Lordi logró en 2006 lo que parecía imposible: llevar el hard rock al podio eurovisivo. Con una estética inspirada en el cine de terror y una puesta en escena impactante, conquistaron al público europeo y se alzaron con la victoria. Su triunfo no solo supuso un récord de puntuación en ese momento, sino que abrió la puerta a géneros menos convencionales en el certamen. La banda incluso ha llegado a tener presencia en otras áreas del entretenimiento digital, incluyendo promociones dentro de bonos de bienvenida en casinos online.
Pirates of the Sea – Wolves of the Sea (Letonia, 2008)
También en 2008, Letonia ofreció una propuesta visualmente llamativa y musicalmente pegadiza. El trío Pirates of the Sea llevó al escenario una aventura con estética de corsarios que, aunque no logró una gran posición final, ha sido versionada posteriormente por bandas de renombre dentro del metal alternativo.
Verka Serduchka – Dancing Lasha Tumbai (Ucrania, 2007)
Con una propuesta transgresora en lo estético y multilingüe en lo lírico, Verka Serduchka —alter ego del artista ucraniano Andriy Danylko— logró el segundo puesto en Helsinki 2007. Su actuación no estuvo exenta de controversia, pero supo conectar con el público internacional y consolidarse como uno de los momentos más recordados del festival.
Conchita Wurst – Rise Like a Phoenix (Austria, 2014)
Austria alcanzó la victoria en 2014 gracias a una interpretación impecable y una puesta en escena elegante. Thomas Neuwirth, bajo su personaje Conchita Wurst, ofreció una balada al más puro estilo cinematográfico que le valió no solo el triunfo, sino un lugar destacado en la historia reciente de Eurovisión.
Subwoolfer – Give That Wolf A Banana (Noruega, 2022)
Más reciente, pero igualmente inolvidable, fue la propuesta de Noruega en 2022. Subwoolfer apostó por el humor, los disfraces y una narrativa surrealista, logrando una conexión especial con la audiencia. Aunque no ganaron, su actuación destacó en una edición marcada por un tono general más sobrio.
Algunas menciones especiales
- LT United – We Are the Winners (Lituania, 2006): una candidatura provocadora que se autoproclamaba vencedora desde el título.
- Dustin the Turkey – Irlande Douze Pointe (Irlanda, 2008): una propuesta crítica y humorística que no superó las semifinales.
- Buranovskiye Babushki – Party for Everybody (Rusia, 2012): entrañables abuelas rusas que conquistaron Europa y alcanzaron el segundo puesto.
- Alf Poier – Weil der Mensch Zählt (Austria, 2003): una crítica ácida al propio festival, disfrazada de canción absurda.
- Rambo Amadeus – Euro Neuro (Montenegro, 2012): ironía económica y caos escénico en una actuación que no llegó a la final.
Desde los enfoques más clásicos hasta los más transgresores, Eurovisión ha demostrado ser un escenario donde la diversidad artística encuentra su máximo exponente. Estas actuaciones, más allá del resultado, reflejan el espíritu de un certamen que, año tras año, sigue sorprendiendo.