TVE acaba de presentar el videoclip oficial de “Contigo hasta el final” la canción con la que El sueño de Morfeo representará a España en la próxima edición del Festival de Eurovisión.
Sobre una imagen que se mueve a nivel del mar se escucha el sonido de una gaita. La cámara pasa entre las olas, comienza a levantarse y se descubre un gran acantilado en la distancia. A medida que se aproxima a él, una joven con un vestido largo y rosa contempla el horizonte… Así comienza el videoclip, dirigido y realizado por Pedro Castro y rodado en diferentes localizaciones de Llanes y las playas de Celorio. Dos de los componentes del grupo, David y Juan, son asturianos, mientras que Raquel es de Gran Canaria.
Pedro Castro, El director del video explica brevemente en que se ha inspirado para la filmación del videoclip de “Contigo hasta el final”:
“El nuevo video clip del Sueño de Morfeo para mi es una reflexión hacia la búsqueda del amor y por ello he buscado la interpretación de la canción no de una forma literal sino de una forma más profunda y mágica. Para ello, tanto los chicos como yo, decidimos filmar en tierras asturianas por la magia que sus parajes poseen.
La estructura del vídeo tiene dos partes. Por un lado el playback del grupo que tiene lugar en un antiguo monasterio de piedra vacío, el cual llenamos de velas. El simbolismo de este lugar es la búsqueda de la espiritualidad no a través de algo externo sino a través de uno mismo. La velas son ese símbolo de la luz en momentos de oscuridad sobre todo cuando se trata de esos momentos de oscuridad espiritual y personal.
En la historia quise representar una conexión hacia esa parte más profunda de uno mismo. El símbolo de la yegua blanca para mi pose todos esos valores. El coraje, la lealtad, la sensibilidad y a un nivel más profundo la conexión con lo femenino, los ciclos de la vida y el universo que nos rodea.
La historia comienza en un acantilado donde Raquel mira hacia la inmensidad de un océano desconocido que se encuentra enfrente de ella. Un paso más en esa dirección y caerá hacia el abismo de los desconocido. En ese momento aparece la yegua. Juntas comienzan un viaje hacia el amor más profundo que existe el amor hacia uno mismo, un viaje en el que Raquel tendrá que aprender a confiar en la yegua, quien representa su lado más personal SU YO INTERNO.
Solo somos capaces de amar realmente a otra persona cuando somos lo suficientemente valientes para amarnos a nosotros mismo con todos nuestros defectos y virtudes primero”