Por fin Wolf Alice han vuelto a La Riviera con el esperado tour europeo de su último disco, el cuál llevaban un año esperando para poder tocarlo en vivo. Ya habían pisado nuestra ciudad y, en concreto, este escenario, en varias ocasiones con las giras de sus álbumes My Love Is Cool y Visions of a Life. Con Blue Weekend no iba a ser menos, y consiguieron su primer sold out en la mítica sala de Madrid a unas horas de que comenzara el concierto.
Ya habían presentado su último disco en el festival Mad Cool a principios de julio de este año, y a finales del mismo mes como teloneros del también británico Harry Styles, en su esperada gira Love On Tour 2022. Pero llegar con un setlist completo en una sala es otra cosa, y todos sus fans lo sabían, y esperaban con ansias ese 2 de noviembre.
El concierto lo abrió Shanghai Baby, el proyecto en solitario de Ade Martín, integrante de la banda Hinds. Mientras la sala se iba llenando, Ade y su banda lograron de sobra caldear el ambiente al ritmo de su indie rock. Tocó canciones de su primer EP, el cuál estrenó en el mes de mayo, y acabó con su último single, su cover de Lean On Me.
A las nueve en punto ya estaba todo el mundo preparado para que salieran al escenario los protagonistas de la noche. Tras unos minutos que por la emoción se volvieron eternos, el cuarteto británico liderado por Ellie Rowsell piso el escenario de La Riviera y el público rugió mientras comenzaba la intro de Smile.
Aunque este concierto presentaba Blue Weekend a los fans, con un setlist completo del que formaban parte las nuevas Delicious Things, Lipstick On The Glass o How Can I Make It OK, no dejaron fuera temas de sus dos primeros discos como You’re a Germ, Formidable Cool o Planet Hunter. Y sobre todo Bros, en la que se pudo ver como grupos de amigos cantaban y saltaban mientras se abrazaban emocionados, algo que la propia cantante notó.
Y aunque los sentimientos estaban a flor de piel, la banda sabía transmitir toda su energía y buen rollo. Tanto que incluso sacaron una botella de vino en mitad de una actuación. “¿Cómo se dice en España naughty girl?” gritó Ellie antes de comenzar a cantar Play The Greatest Hits.
Tal fue su simpatía y cercanía con el público que hasta felicitaron el cumpleaños de uno de los fans de las primeras filas. Haciendo de la brecha final del concierto uno de los momentos más mágicos y cautivadores de la noche, la banda tocó canciones como No Hard Feelings, con una Ellie Rowsell sentada justo al borde del escenario junto al público, para pasar a la ya histórica Giant Peach de su primer disco, en la cuál se formó un pogo en mitad del público que hizo saltar a todos los presentes.
Haciendo una pequeña pausa antes de pisar el escenario por última vez esa noche, llegó el momento de las canciones más esperadas. La emotiva The Last Man On Earth y Don’t Delete The Kisses cerraron el concierto por todo lo alto, dejándonos a todos con ganas revivir esa noche una y otra vez.