La artista albaceteña ha actuado este miércoles en la sala El Sol de Madrid con el que ha sido el penúltimo concierto de su gira, que finalizará en Salamanca el próximo 25 de noviembre. En esta presenta su disco más reciente, Este devenir, publicado en 2020, que trata temas como el anhelo, las raíces, la nostalgia o los amores a través de 10 canciones, cada una contando una historia.
En escena, Karmento muestra una propuesta moderna mezclada con lo tradicional. Utiliza un looper para crear varias voces a partir de la suya pero también suenan instrumentos tradicionales: guitarra, violín, teclado y percusión. Todos ellos logrando un directo impecable. En sus canciones mezcla la canción de autor con la copla, la música étnica o las seguidillas manchegas.
Ha comenzado con “Cri Cri”, el tema que eligió para actuar en el programa Los elegidos: Benidorm Fest 2023, en el que RTVE presentó a los 18 artistas que participarán en dicho festival. Pero esta vez no lo ha hecho sola, sino con sus músicos Rosa Herreros, Emilio Abengoza y Alvany Guedez.
Con cada canción, Karmento no solo cuenta una historia en la letra de la misma, sino que va enlazando unas con otras, alguna vez incluso en verso, contando anécdotas o explicando al público lo que va a oír a continuación. Así hemos viajado a través de historias de amor con “La jornada”, de recuerdos con “Danzar sobre la tierra”, de miedo con “Qué feo” o de seducción con “La presa”. Esta última no incluida en el álbum.
El público era de lo más variado en todos los aspectos. Karmento reúne a personas de diversas edades, a sus fans de siempre, algunos que vienen de lejos a verla y otros que la conocen desde hace semanas pero ya se saben todas sus canciones. Todos ellos han disfrutado y bailado con “La manchega en la azotea” y se han emocionado con “MarEa” al final de la velada.
La artista ha hecho mención al Benidorm Fest y a la canción con la que participará en el mismo, “Quiero y duelo”. Lo ha hecho como parte del hilo conductor entre unos temas y otros, definiéndose a sí misma como “un quiero y duelo” para introducir “Esto no es una despedida”, como broche final del concierto.