Blanca Paloma ha realizado este jueves en el Café Berlín de Madrid su último concierto antes de embarcarse de lleno con el Benidorm Fest 2023, para el que quedan pocas semanas. Ha presentado sus nuevas canciones y ha interpretado EAEA, la canción que defenderá en la segunda semifinal del festival el próximo 2 de febrero.
Acompañada por José Pablo Polo, guitarrista, compositor y productor, ha comenzado con Secreto de agua, la canción con la que, según ella, “comenzó todo y gracias a la que estoy aquí”. Se trata de su primera canción editada en un estudio, con la que, además, quedó quinta en la final del Benidorm Fest del año pasado. Esta vez ha mostrado una versión diferente a la que interpretó en el festival, compuesta únicamente por su voz y la guitarra de su compañero. Un inicio de concierto muy potente tras el que la cantante ha presentado los primeros temas de ese repertorio propio que tanto deseaba crear y en el que ha estado trabajando en el último año.
Este repertorio se basa en la música de raíz, en cantos populares de diferentes puntos de España combinados con la esencia de Blanca Paloma. En muchos de ellos están muy presentes los elementos de la naturaleza, como en Niña de fuego, uno de los pocos temas que tiene publicados en estudio o Todo lo cría la tierra. Esta última canción no ha podido interpretarse con normalidad debido a problemas técnicos, pero ha sido el broche final del concierto con una versión a capela y con improvisación incluida de Blanca Paloma y sus coristas, Desirée Paredes y Paz de Manuel.
Pero el momento más esperado de la noche llegó hacia la mitad del recital con EAEA, momento en el que la cantante ilicitana demostró una vez más que la música en directo es lo suyo. Interpretó la canción tal cual la conocemos, con la base musical de la versión en estudio y tal cual se espera en el Benidorm Fest. También el público pudo disfrutar de Plumas de nácar, la otra canción que envió al festival y que, según cuenta Blanca Paloma, es la primera canción que escribió en su vida.