Durante la pasada edición del festival de Eurovisión, se produjeron cambios en el formato que dieron paso a una nueva era de tecnología y televisión. Sin duda alguna, el cambio más evidente fue el paso de un sistema de votaciones mixto, a un nuevo proyecto en el que jurado y tele-voto emitirían sus votaciones de manera individual.
Cierto es que este sistema ha conseguido atraer mayor expectación y conservar el nerviosismo hasta el último momento, pero diversos países presentaron sus quejas tras calificarlo como un mecanismo injusto para las naciones de menor expansión territorial y poblacional.
Uno de los países en expresar su descontento con el nuevo sistema de votaciones, fue San Marino. San Marino catalogó este sistema como inapropiado ya que en su caso, no existe posibilidad ninguna para crear un tele-voto sanmarinense, debido a su baja población y cobertura. Así afirmaba no haber sido notificado de dichos cambios, ni conocer a partir de que países se elaboró su media popular.
La semana pasada, la delegación de San Marino en el festival, junto con el dirigente de la SMRTV Carlo Romeo, liberó una propuesta para conseguir reunir, de alguna manera, una votación popular que represente al pueblo sanmarinense.
Su propuesta, trata de reunir a un grupo de personas residentes en el país, que visualizando las galas y analizando las propuestas, emitan un veredicto a través de internet a tiempo parcial con el resto de votantes de Europa. De esta manera, se reflejaría lo más parecido a un tele-voto que San Marino podría ofrecer.
Así, el voto de emergencia, o media de votaciones formada por países alternativos, pasaría a un segundo plano, al cual recurrir en caso de error.
El director general de la RTV sanmarinense afirma que “Se trata de una solución muy equilibrada que tiene pocas o ninguna contraindicación. Esperamos una respuesta positiva por parte de los organizadores del certamen eurovisivo. La República de San Marino merece los mismos derechos que los otros países participantes.”
Desde mi punto de vista, creo que las quejas realizadas por la pequeña nación, son más que comprensibles, dado que tienen el mismo derecho a voto que el resto de participantes, y no por ser inferior en tamaño tienen que dejarse de lado sus valoraciones. Respecto al sistema planteado, me parece correcto, dado que aun no se ha emitido ninguna otra opción al respecto.