Khabar seleccionó hace unas semanas a sus representantes en Eurovisión Junior 2021. La elección tuvo lugar a través de una final nacional, tras la cual no hemos podido disfrutar de la versión final de la candidatura hasta hace unos días.
SOBRE EL PROCESO DE SELECCIÓN
La televisión nacional kazaja ha vuelto a seleccionar a sus representantes en el certamen a través de una final nacional, tal y como ha hecho desde que debutaron en el certamen en su edición de 2018.
A primera instancia todo apuntaba normalidad. El público ha tenido el 50% del poder de decisión, mientras que el otro 50% ha recaído sobre un jurado de expertos. Sin embargo, de manera un tanto peculiar se produjo un empate entre dos de los concursantes: Beknur Zhanibekuly y Álınur Khamzin.
Me resulta un tanto sospechoso que entre tantos participantes, dos de ellos empaten con un 30,5% de los votos, pero todo puede suceder en el campo de las preselecciones.
El drama viene servido cuando el jurado no desempata y el reglamento no le otorga potestad al tele-voto para hacerlo. Finalmente dos niños acudirán a París. Esta decisión ha sembrado gran cantidad de polémicas (y con razón), ya que si tan buena son ambas candidaturas para no poder elegir a un solo artista, ¿Por qué tienen tan claro cual de las dos canciones enviar al concurso?
Todo este entramado tiene falta de coherencia y posiblemente gran cantidad de intereses de la cadena para enviar a ambos representantes al festival, en los cuales no me voy a meter, pero es evidente que algo sucede, puesto que el mismo jurado que ha decidido que ambos acudan al festival, ha otorgado porcentajes de la votación muy diferentes a cada uno de los dos ganadores: un 4,9% a Beknur y un 17,1% a Álınur. Parece que tienen muy claro cual de las dos candidaturas les gusta más, ¿Por qué no ceden el boleto a solo uno de los participantes?
SOBRE LA CANCIÓN
Beknur Zhanibekuly y Álınur Khamzin representarán a Kazajistán en el festival de Eurovisión Junior 2021 con el tema “Ертегі әлемі (Fairy World)“, una balada cuyo revamp ha subsanado parte de las carencias que poseía el instrumental de la versión original de la canción.
A pesar de que la versión final del tema ha mejorado la calidad del mismo, considero que la base sigue teniendo carencias, y un edificio cuyos cimientos tienen falta de materiales, es un edificio que a la larga va a seguir teniendo dichas carencias.
Soy consciente de que la delegación kazaja es capaz de desarrollar verdaderas maravillas escenográficas, como el vestido de luces del año pasado, y son capaces de conseguir emocionar al espectador a través del relato escénico de una historia emotiva y sentimental (no quiero comparar las canciones porque no tienen nada que ver a nivel de producción).
Además, la letra de la canción hace referencia a un mundo ideal, un cuento de hadas y fantasía que nos lleva a imaginarnos que podrían volver a recrear una puesta en escena ‘Made In Disney’.
Me parece una idea original el factor de aprovechar ese pequeño porcentaje que el reglamento permite a los países para interpretar parte de la letra en diversos idiomas no oficiales, para integrar el francés en la candidatura, puesto que de alguna manera crea un vínculo directo con París, sede del festival de Eurovisión Junior 2021.
La ilusión y la esperanza no se debe perder. Todos debemos de conservar ese espíritu de niño para disfrutar de los pequeños detalles de la vida. Es evidente que los representantes han tenido que pasar por gran cantidad de adversidades en la vida a pesar de su corta edad. Tienen gran fuerza de superación y espero que sea este el valor sobre el cual se configure la escenografía de la candidatura.
“En este camino la suerte nos sonríe. He encontrado la fuerza en mí, creyendo en los cuentos de hadas. Hay un lugar para ti también, toma mi mano.”
Fairy World
Concluido mi artículo de opinión solo me queda desearle suerte a la delegación kazaja, y sobre todo a sus representantes (al igual que lo haré con el resto de participantes). Ojalá su rendimiento en la presente edición coseche buenos resultados.