Columna de Opinión Eurovisión

Reaccionando a Eurovisión 2019: Rumanía

La temporada de preselecciones para el festival de Eurovisión 2019 ha cogido carrerilla con la celebración de las fiestas de promoción que han tenido lugar durante este mes de abril.

Rumanía ha seleccionado a su representante a través del ‘Selecția Națională’, formato empleado por TVR desde el año 1993. El formato consta de un sistema de votación formado por un jurado internacional formado por 7 integrantes, y el tele-voto que tan solo puntuó como un jurado más con el escaso 13% de la votación total.

La vencedora tras el computo de ambas votaciones resultó ser Ester Peony con la canción “On A Sunday” con la cual viajará hasta Tel Aviv para intentar conseguir la final de la cual el año pasado Rumanía estuvo ausente.

No quiero introducirme en un terreno fangoso, pero creo que Rumanía tendría que hacer una final nacional más limpia, ya no solo por el hecho de la carencia de conocimientos musicales de la mayoría de sus jurados (que todo el mundo tenemos derecho a opinar y disfrutar de la música, pero a la hora de votar deberían ser jurados con unos requisitos en cuanto a conocimientos musicales), sino por el mero hecho de que la audiencia se ha gastado un dinero en votar y llamar telefónicamente para que la cadena pública les tenga en cuenta en la misma proporción que un jurado de procedencia desconocida. Creo que si de verdad les importase la opinión de la audiencia deberían darle el 50% de la responsabilidad o repartir el peso de la decisión de una manera más justa y equitativa. Además la audiencia estaría más contenta con su representante si tuviera un porcentaje justo en la decisión, ya que había 6 propuestas que gustaron más en la audiencia que la ganadora, pero ya no tenían nada que hacer…

La canción trata sobre la soledad y el desaliento que siente tras haber sufrido una ruptura en una tarde de domingo, melancólica y en penumbra. Creo que intenta recrear esa soledad a través del salón de su casa, donde recuerda este trágico momento de su vida. No obstante, creo que el cantar sentado no es favorable para la afinación y la escenográfica pasó de bajo presupuesto a algo carente de luces y magia. No entiendo tantos aspavientos con la mano, parece Jessica Mauboy bailando flamenco en Lisboa.

En cuanto a la canción, he de decir que no me termina de enganchar, ya que estoy escuchando la misma base musical durante tres minutos y la diferencia entre el estribillo y las estrofas en cuando a la melodía es prácticamente nula, a pesar de que se diferencien con normalidad. Me resulta bastante agobiante el no tener una evolución, ya que cuando termina el estribillo parece que la canción vuelve a empezar desde el principio, recomendaría retocar un poquito esta evolución en la producción. He he decir que Ester tiene un buen directo y es capaz de hacer falsetes y agudos muy bien afinados, además de tener un gran carisma en el escenario.

Por tanto, haciendo un balance de lo positivo, espero que Rumanía apoye a Ester al máximo aunque no fuera una de las favoritas para el público. Además rezo para que la escenografía sea reformada y consiga recrear un ambiente misterioso y atrayente. ¡Suerte!

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