Columna de Opinión Eurovisión

Reaccionando a Eurovisión 2019: Australia

La temporada de preselecciones para el festival de Eurovisión 2019 está comenzando a coger carrerilla con la celebración de las preselecciones nacionales que abarcarán el mes de febrero.

Uno de los últimos países en seleccionar a su representante ha sido Australia, el cual ha organizado su primera final nacional de cara al proceso de selección de Eurovisión desde que comenzó a participar en 2015. La gala estuvo integrada por 10 candidatos y sus 10 canciones. La decisión final estuvo repartida entre un jurado profesional y el tele-voto al 50% de la decisión.

La vencedora tras el computo de las dos votaciones resultó ser Kate Miller-Heidke con la canción “Zero Gravity” con la cual viajará hasta Tel Aviv para intentar conseguir la quinta final consecutiva para el país.

Para comenzar he de decir que creo que había opciones más competitivas como la de Electric Fields o Sheppard, pero dentro de lo que había era una de las canciones más vistosas y la propuesta quizás más destacada a nivel visual.

La canción me parece que tiene bastante buena producción, eso es indiscutible, pero la estructura del estribillo me desencaja la percepción de la canción, ya que como tema me gusta pero el “ze-e-e-ro gra-a-a-a-a-vity” me parece que no encaja nada bien y creo que está puesto así para encajar en sílabas con la melodía. Me da mucha rabia que este matiz no me deje disfrutar de la canción, ya que creo que tiene unos ligamentos entre estrofas y estribillo muy bien compactados y que es capaz de hacer un buen papel en el festival.

Respecto a la cohesión entre puentes y estrofas, creo que después del primer estribillo tiene una melodía que incita mucho a disfrutar de la segunda estrofa aumentando el ritmo, y el puente final me parece asombroso con el despliegue vocal que tiene, aunque a veces me da la sensación de que no llega a ciertos agudos por culpa de dosificar el ‘zero gravity’.

La puesta en escena me parece un error, ya que aunque la canción no tiene ningún parecido con ‘La Forza‘, el hecho se ser una canción de influencia operística y utilizar una estructura de vestido tan alta y llena de color abre la veda a posibles comparaciones, y eso nunca favorece. Además creo que había muchas formas de llamar la atención como una plataforma, un aro u otro elemento escénico. Como bien dice nuestro refranero: ‘Lo poco agrada, lo mucho cansa’, y la estructura del vestido es excesivamente alta.

Sinceramente no creo que cambien el concepto de escenografía de aquí a mayo, ya que sería un cambio muy radical debido a la exageración de la actual escenografía, pero pueden darle otra visión con la realización más llamativa. Les deseo suerte a la delegación australiana y a ver si son capaces de sorprendernos de nuevo con otra escenografía arriesgada y diferente.

 

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