Queridos representantes
Queridos Mery y Mark
¡Queridas zorras!
Lo fácil y sencillo que me resultó escribir la primera carta, a diferencia de “La Peláe” iba con remitente, pero no tenía un destinatario. Iba a todos los participantes del Benidorm Fest, donde todo podía pasar, tenía preferencias (como todo el mundo las tiene), pero todas y todos estaban presentes, era un abrazo en palabras, una caricia en la locura que se vive en cierta ciudad alicantina.
Cuando esas cartas fueron entregadas había muchas reacciones, pero cuando os la dieron a vosotros me tocó muy dentro, había un agradecimiento sincero, un agradecimiento de alguien que no espera nada y cuando recibe algo lo sabe valorar como un tesoro. En toda la vorágine del Benidorm Fest mis compis volvieron a entrevistaros y les disteis las gracias por la carta, que había sido de gran utilidad. ¿Y yo ante ese amor que me devolvisteis que podía hacer? llorar, llorar de felicidad que no hay nada más bonito.
Entonces, tengo que confesar que desde que ganasteis intenté escribiros una “segunda parte”, algo que me generó mucha presión, intentar estar a la altura, que fuera util, alguna enseñanza… Y entonces me he dado cuenta de una cosa ¿Qué os puedo enseñar a vosotros? La respuesta es clara: nada. Estáis viviendo Eurovisión desde dentro conociendo toda la maquinaria desde primera mano, en todo caso la enseñanza tendría que venir de vuestra mano.
Por tanto, lo único que puedo hacer es daros la gracias, no habéis parado de girar por el mundo como las estrellas que ha creado esta Nebulosa, ensayos por todas partes, apariciones en todos los eventos, prepartys por toda Europa… Literalmente no sé si tenéis tiempo para ir al baño ¡Que absoluto trote! Pero lo que más admiro es tu sonrisa Mery, en todas las actuaciones es verte y sonreir viendo que lo de estar en tú mejor momento es de manera literal.
Esa sonrisa es la de una persona que está disfrutando, que está viviendo cada momento como una de las mejores experiencias de la vida. Una persona que ha soñado con algo y ese sueño es tres veces más grande y mejor de lo que uno se imagina. Una persona comprometida, sabiendo la responsabilidad y la presión que tiene encima, estando dispuesta a cumplir con ella. Pero sin dejarse arrastrar por el tsunami talifán (que ojito). Pero aquí la experiencia es un grado.
Los eurofans somos muy injustos, me incluyo porque quien tiene boca y habla, está condenado y ninguno, absolutamente ninguno pasaríamos una “auditoría de calidad”. Exigimos y queremos absolutamente todo sin pararnos a pensar dos segundos. Eurovisión son meses y meses de trabajo que se reducen a solo tres minutos. Una vez acabada la actuación eso quedará grabado para la historia, da igual si fue tu peor pase o el mejor, no se puede cambiar, no cuenta nada del trabajo anterior, de la locura anterior.
En estos meses previos de trabajar, trabajar y trabajar se sacrifican muchas cosas: horas de sueño o alimentarse en condiciones; pero también se sacrifica estabilidad emocional (el ganador del Benidorm Fest debería de tener un psicólogo como regalo), tiempo personal y en vuestro caso, tiempo en familia. Todos aquellos que tenemos hijos lo podemos entender, cuando el trabajo ocupa mucho tiempo sacrificando minutos con tus hijos el sentimiento de culpa es inevitable. Culpa, malos padres, fracasados, sindrome del impostor, ganas de tirar la toalla… a reducidas cuentas, sentirte como una puta mierda. Ellos seguro que lo entienden, disfrutan de vuestro éxito como los mejores fans que podéis tener y ayudan a seguir adelante, pero cuesta, cuesta mucho. Por eso sentiros abrazados, sentiros comprendidos porque todos nos hemos sentido los peores padres del mundo y sobre todo, estar tranquilos porque lo estáis haciendo ¡Fenomenal! porque lo estáis haciendo lo mejor que sabéis.
Y a todo talifán, keep calm zorras! y pensemos en la mochila de cada uno antes de soltar bilis por la boquita.
Y aun así, creo que este año habéis conseguido algo fantástico, que todos estemos en un mismo barco, en el “barco de las zorras”. Y si debatís poner el micrófono al público en Malmö no lo dudéis ni un segundo, porque nos vamos a romper la garganta gritando “soy más zorra todavía”. Sois familia eurovisiva y eso une más que un vínculo de sangre, tenéis una manda de zorras que siempre van a estar con vosotros ya. Lo que une Eurovisión, no lo separa ni un cero puntos.
“Zorra” es un himno, el gran “hit” musical del año en España, a día de hoy 15 millones de reproducciones, en el top 10 de canciones más escuchadas de Eurovisión 2024 desde que sois candidatos oficiales, versiones que han llegado a televisión, a redes… Este año, algo poco habitual, la España no eurofán sabe de la canción y podría tararear semejante temazo. Y todo esto ¿Gracias a quien? A vosotros, no tenéis una discográfica detrás que pudiera ayudar a esta ola zorrista, vuestro himno y vuestro talento ha sido suficiente tsunami.
No ha llegado el momento cumbre del tema que será el 11 de mayo, pero puedo aseguraros que “Zorra” es parte de la cultura musical española ya. Sois de esas candidaturas que quedan para el recuerdo, candidaturas que dentro de 15 años todos podríamos tatarear un trocito, sois algo mítico ya.
¿Y el mensaje? Quien no quiera entender, da igual las explicaciones que se le de, porque existe la diferencia entre no entender y no querer entender. “Zorra” ha molestado a quien tiene que molestar ¿O nos vamos a sorprender ahora? Pero la sociedad española se ha apoderado de un insulto para empoderarse y anularlo.
Sin extenderme mucho más, quiero tener una mención especial a Mark, experto en playbacks ya. Pero lo que me gusta de ti es el amor hacia Mery, eres su Sancho, la apoyaste en esta locura incondicionalmente, en cada actuación tenemos miradas de complicidad… Irías al fin del mundo por y con ella, es el sentimiento más puro de amor.
Os queda el principio del fin, esto es una vorágine que te absorbe en enero y que en mayo te escupe. Y cuando estás fuera, es cuando empiezas a ver la magnitud y la grandeza de lo vivido. Exprimir al máximo cada segundo en Malmö, descansad lo poco que podáis, aprender, llevaros amigos (colaboraciones si podéis que del aire no se vive), empaparos del mejor espectáculo musical del mundo y sobre todo disfrutaz y divertiros.
Nosotros y nosotras estaremos histéricos porque #SerEurofanNoEsFacil, pero también estaremos coreando cada verso de “Zorra” a pleno pulmón, haciendo resonar este himno en cada rincón de Europa.
Y el 11 de mayo, cuando estéis sobre el escenario, a escasos segundos de que llegue vuestro momento, porque es absolutamente y merecidamente vuestro, no sé lo que es os pasará por la cabeza, pero lo que tenéis que tener por seguro es que España entera es zorrista.
Os abrazo fuerte, un fan, una zorra, de postal siempre
Jesús Álvarez