El festival de Eurovisión Junior va cobrando forma y las diferentes delegaciones terminan de publicar o escoger las canciones que les representarán en Polonia el próximo mes de noviembre.
El último país en en publicar la versión final de su canción ha sido Irlanda, el cual ha seleccionado a Anna Kearney a través de una preselección de voces para representar al país nórdico en Gliwice con la canción “Banshee“.
Quiero comenzar dando mi opinión sobre la preselección irlandesa, la cual si ya en ediciones anteriores me parecía un modelo de preselección pesado debido al escaso nivel de producción de las canciones, esta edición se me ha hecho más pesada aún dado que no había canciones originales y se basaba de manera exclusiva en un concurso de talentos vocales.
Me considero detractor de la vinculación de Talent Shows a las preselecciones de Eurovisión porque nos hacen ver meses de programas para decidir todo en una gala única donde visualizar las canciones, pero es que estoy hablando de un programa donde el público no ha tenido ni voz ni voto y el jurado ha escogido a su representante sin escuchar o valorar ninguna canción, dado que no se han presentado las canciones candidatas.
Centrándome en la canción seleccionada, muestro un pequeño halo de esperanza en Irlanda, la cual llevaba unos años bastante perdida y creo que está volviendo a buscar una candidatura tan sólida como la de su debut, aunque aún se encuentra bastante lejos a mi parecer.
La canción (Banshee) me parece bastante correcta y agradable de escuchar, hay momentos que me recuerda a la esencia Disney pero me hubiese gustado que se hubiese trabajado más en la producción instrumental e intensificado la sonoridad sinfónica de aquellos violines que aparecen en el puente final. También hubiese apostado por unos sonidos célticos más notables que hicieran retraerme hasta la isla nórdica de manera instantánea.
Lo que más valoro de la candidatura irlandesa es que sea interpretada de manera íntegra en el idioma nacional, dado que creo que sería muy bonito que cada país cantase en su idioma y podría haber recurrido a la introducción de estrofas o estribillos en inglés como otras delegaciones, pero ha decidido mantenerse fiel a sus raíces y es un punto muy a favor para mí.
Anna tiene una tonalidad de voz muy dulce y armónica que a mí personalmente me transmite paz y tranquilidad. Espero un trabajo escénico poco elaborado, donde posiblemente la cantante se situé en medio del escenario frente a la audiencia rodeada de fondos relacionados con la naturaleza y la fantasía. Tampoco creo que sea necesario mucho ornamento para resaltar la canción, ya que su punto fuerte es esa armonía y belleza que comentaba anteriormente.
Creo que Irlanda merece mejorar un poco su resultado de cara al festival infantil, pero no estoy muy convencido de que vaya a conseguir entrar en el Top10. No obstante deseo a la delegación y a su representante la mejor de las suertes de cara al próximo 24 de noviembre.