Columna de Opinión Eurovisión

Reaccionando a Eurovisión Junior 2019: Bielorrusia

El festival de Eurovisión Junior va cobrando forma y las diferentes delegaciones comienzan a publicar o escoger las canciones que les representarán en Polonia el próximo mes de noviembre.

Anoche Bielorrusia celebró la final que ha seleccionado a su abanderado en el certamen infantil. Este año la televisión pública Bielorrusia ha decidido por repetir el proceso habitual, 10 canciones y una votación en la que le jurado y el público tengan el mismo peso de votación.

A pesar de todo he de decir que me canso de ver como tras cerrar lineas se tiran una hora perdiendo el tiempo para misteriosamente dar siempre los votos suficientes por el jurado a la favorita del tele-voto para que esta quede segunda de manera raspada. Creo que hay influencias negativas en esta preselección y que deberían de optar por hacer una final nacional en la que el voto del jurado sea único y exclusivo como ya hicieron en la final nacional del festival adulto en 2019 porque jugar con los niños está muy feo.

Finalmente Elizabeta Misnikova se proclamó como la vencedora de la noche, obteniendo el segundo lugar en las votaciones tanto del jurado como del tele-voto y acudirá a Gwilice con la canción “ Pelelniy “.

Considero que la final nacional ha tenido propuestas muy diferentes a nivel musical y escenográfico pero no a nivel de originalidad e innovación. Para mí había candidaturas mejores, pero lo considero una canción correcta.

La canción ganadora sigue los estímulos e influencias del país en las últimas ediciones, candidaturas comerciales y bastante bailables entre la juventud urbana, pero que el año pasado no le dieron muy buenos resultados.

A nivel sonoro era una de las canciones más pegadizas de la final nacional y perfecta para abrir el show. No obstante a nivel escenográfico y conceptual me parece de las más carentes de la gala, ya que dota de una coreografiara poco elaborada y el hecho de tener a tres coristas sujetando focos en vez de invertir en un soporte me parece bastante criticable.

No obstante he encontrado puntos positivos en el concepto escénico como la gran variedad de colores y el atrevimiento de los vestuarios, lo cual recuerda a las clases urbanas más excéntricos de la capital.

Vocalmente no ha sido la noche perfecta para la vocalista, pero a nivel de actitud ha sido de las que más carisma ha derrochado y más color ha sembrado sobre el escenario de la final nacional bielorrusa.

Le deseo a la delegación de Bielorrusia toda la suerte el próximo mes de noviembre en Polonia.