Ha sido un año intenso para Paula Ribó, más conocida por su nombre artístico Rigoberta Bandini. En febrero la artista catalana participaba en el Benidorm Fest y alcanzaba el segundo puesto con su tema “Ay Mamá”, canción que se convertía en un himno feminista y llegaba a los primeros puestos de todas las listas. Llegaron después los festivales de verano, uno tras otro, en los que además de interpretar su tema más escuchado en Spotify conquistaba al público con su corto pero sobresaliente repertorio.
“La Emperatriz”, el álbum que reunía sus temas más conocidos que ya habían salido a la luz junto con nuevas composiciones, salió a la luz el pasado 7 de octubre y con su lanzamiento también salían las fechas de su gira “Rigotour” en el que presentaría estos temas inéditos junto a los éxitos ya conocidos.
El pasado 18 de noviembre el Palau de les Arts en Valencia era el lugar elegido para que la artista hiciera honor al nombre de la ubicación y desplegara todo un espectáculo artístico que no dejaba indiferente a nadie.
Sobre el escenario, decorado de dorado, empezaban a llegar uno a uno y acompañados de los aplausos de la multitud todos los encargados de dar el espectáculo: Juan Barenys a la percusión, Esteban Navarro al teclado, Berta Gratacos a los coros y por último Rigoberta Bandini. “In Spain We Call it Soledad” era la encargada de inaugurar la velada, y con ella aparecían las bailarinas, otras de las protagonistas de la noche y que canción a canción irían demostrando porqué.
Con luces rojas y azules intermitentes llegaba “Fiesta”, la seguía “Canciones de amor a ti” y “The Fuck Fuck Fuck Poem”, en la que Rigoberta se situaba en el centro del escenario rodeada de bailarinas arrodilladas y un foco centraba su atención en ella.
Una renovada versión de “Cuando Tú Nazcas” de Mocedades, era la siguiente, para seguirla un pequeño discurso de agradecimiento y la presentación de la siguiente canción. Llegaba “Julio Iglesias”, tema que la artista lanzaba un año atrás y que se ha convertido en uno de los más escuchados por su público. “Tú y Yo” y “Que Vivir Sea Un Jardín” eran las siguientes, para después agradecer otra vez al auditorio por haber asistido y presentar “A Ver Qué Pasa”.
Juan, que además de acompañarla en esta aventura musical es su primo, se acercaba ahora al centro del escenario guitarra en mano y tocaba con ella “A Todos Mis Amantes”. Al acabar, las bailarinas empezaron a llegar al escenario y a comportarse cual sahuesos, eso solo podía significar una cosa: era el turno de “Perra”. Interpretaban uno de sus temas más conocidos añadiéndole unos beats de reggaeton al finalizar la canción, acompañada con los bailes tanto encima como fuera del escenario.
Canción tras canción el público disfrutaba y coreaban cada una de las letras de las canciones, y cuando todos se ausentaron y solo quedó Esteban al piano mientras tocaba “Too Many Drugs” también era el caso. Que no estuviera Rigoberta no impedía al público corear la canción con el mismo sentimiento y ganas que si hubiera estado.
Volvían Juan, Berta y por último Rigoberta con un vestuario distinto: velo, gafas y su traje de Aneto. Llegaba “Ay Mamá”. La artista interpretaba su tema más escuchado acompañada de una coreografía impecable, como desde el principio del show, y un público emocionado cantando la canción a los cuatro vientos.
Tras conseguir elevar al público a casi la euforia colectiva con este himno, llegaba un popurrí de lo que para la artista han sido las canciones de amor que la han acompañado a lo largo de su vida. “Como yo te amo”, “Bailar Pegados”, “Eres Tú” o “Hentai” eran algunas de las canciones que componían este popurrí. Seguía el despliegue de poesía, arte y música de la de Así Bailaba, canción compuesta con Amaia.
Tras una breve pausa toca otra vez un cambio de vestuario, esta vez un traje de emperatriz y su corona. “La Emperatriz” empezaba a sonar después de que con un “Valencia, necesito vuestra luz”, Rigoberta Bandini pidiera que el público encendiera las linternas de sus móviles.
Se estaba acercando el fin, y por ello empezaban los agradecimientos: a todos los que hacían posible el show, a la crew, a Juan, a Esteban y a Berta. Antes de interpretar el último tema de la noche, la artista hacía un homenaje a su primer trabajo como actriz de doblaje y cantaba la sintonía de Caillou.
Y ahora sí, llegaba la última canción. “Too Many Drugs” ponía el broche final a un espectáculo lleno de energía, arte, alma y diversión, pudiéndose palmar en el ambiente cómo el público había disfrutado con cada segundo de él.