Movistar Plus+ ha apostado, junto con Buendía Estudios, por realizar una miniserie de 3 capítulos sobre la victoria de Massiel en Eurovisión de 1968. La serie, creada y escrita por Pepe Coira y Fran Araújo (Hierro, Rapa) y dirigida por Alejandro Marin (Te estoy amando locamente, Una Navidad con Samantha Hudson), nos cuenta la historia de Esteban Guerra (Patrick Criado), un ficticio joven trabajador de RTVE, quien se entera que el dictador español Francisco Franco (Luis G. Gámez) ha pedido que España gane Eurovisión, por lo que, movido por su ambición de ascender laboralmente, hace todo lo posible para que esto pueda llegar a suceder.
Narrativamente hablando, la serie es un viaje del héroe de manual: Esteban, el joven trabajador de RTVE, es “el elegido” para realizar una hazaña que salvará “el mundo” siendo “el mundo” la integridad de los directivos de RTVE y del Ministro Manuel Fraga (Xosé A. Touriñán) ya que si Franco no obtiene lo que pide, rodarán cabezas. Pero el hecho de que hayan escogido este punto de vista para contar la historia de la primera victoria española en Eurovisión, hace que el ritmo sea dinámico e interesante para el espectador, añadiendo todos los elementos que esta estructura narrativa tiene para que pueda ser disfrutable para el público general.
Durante la serie, los diálogos no parecen del todo naturales, sobre todo en el primer episodio, en el que explicar tanto contexto histórico mediante diálogos hace que queden poco naturales, impidiendo en algún momento dejar que se luzca el nivel actoral que por supuesto tiene la serie, con mención especial a Carolina Yuste en el papel de Massiel, que la dota de una personalidad con mucha fuerza y replica con bastante exactitud los gestos de la propia cantante, en especial, los acartonados movimientos tan característicos de su actuación en Eurovisión.
El tono en el que se ha realizado esta miniserie es muy similar al de la famosa serie de RTVE Cuéntame cómo pasó, con un equilibrio entre comedia y drama muy similar, la estética propia de la época en la que se basan ambas historias e incluso el insertar fragmentos de archivo histórico entre el material rodado expresamente para la serie. Todo esto hace que también tenga ese carácter nostálgico, incluso para la gente que no hemos vivido en los años de la victoria de Massiel, pero que hemos crecido con la ya legendaria serie de Televisión Española.
Y al igual que en Cuéntame cómo pasó, la concordancia histórica en La canción está debidamente documentada, pero, como ya se avisa al comenzar la serie, permitiéndose ciertas licencias creativas para dotar de una ficción mucho más interesante, ya que la serie es lo que es: ficción. Por ejemplo, siempre se ha dicho que España ganó Eurovisión en 1968 por antojo de Franco, pero esto no es algo que se haya confirmado nunca de manera oficial por ninguna fuente, por lo que seguirá siendo una leyenda hasta que se demuestre lo contrario.









Si bien la concordancia histórica es bastante correcta, hay dos temas que me gustaría tratar en lo que a historia de Eurovisión se refiere. El primero de ellos es que, como ya es sabido por la gente, Joan Manuel Serrat (Marcel Borràs) se negó a ir a Eurovisión si no podía cantar La, La, La en catalán, y en esta parte, los guionistas se toman ciertas licencias históricas perfectamente justificadas en la narrativa.
Sin embargo, a nivel de curiosidad histórica de Eurovisión, hubiera sido un buen punto para comentar acerca de la norma en el Festival que estuvo vigente desde 1966 hasta 1973 y desde 1976 hasta 1999, la cual decía que la propuesta musical de cada delegación debía ser en uno de los idiomas oficiales de su respectivo país, por lo que España solo podría llevar canciones en castellano, ya que la cooficialidad del catalán, gallego y euskera llegaría diez años más tarde con La Constitución de 1978. Esta normativa no se menciona en la serie y hubiera servido, además de cómo dato sobre el Festival, como elemento narrativo del que poder apoyarse para avanzar en la trama.
Por otro lado, también eché en falta una mención al santanderino Juan Carlos Calderón, quien fue el arreglista de la versión del La, La, La de Serrat, además de componer y dirigir Eres Tú (España 1973), Tú volverás (España 1975), La fiesta terminó (España 1985), Nacida para amar (España 1989) y hacer los arreglos para Algo pequeñito (España 2010) y Que me quiten lo bailao (España 2011). Es cierto que sí llegan a mencionar a Bert Kaempfert, que fue quien finalmente hizo los arreglos para la versión de Massiel, pero hubiera estado redondo que también se hubiera mencionado a la figura histórica para Eurovisión en España como lo es Juan Carlos Calderón.
Para finalizar esta reseña, quiero destacar el buen trabajo tanto de Pepe Coira y Fran Araújo, como de Alejandro Marin, del elenco actoral y del equipo de caracterización en la recreación histórica del Festival de Eurovisión de 1968, que fue tan importante en España. Es una miniserie que entretiene, con buena documentación histórica y te deja con una sonrisa durante todo el visionado, a la vez que muestra un pedacito de la historia de Eurovisión, por lo que es bastante recomendable para toda persona, tanto fan de Eurovisión como si no lo es, si su objetivo es entretenerse con una ficción histórica española.
Y como dijo Artur Kaps (Àlex Brendemühl) en la serie:
“Apuestas para caballos, no para artistas.”
Si quieres ver la serie completa, la tienes disponible desde hoy, 8 de mayo, en Movistar Plus+.